Sí se puede combatir la desinformación - Observatorio Ciberderechos y Tecnosociedad

Sí se puede combatir la desinformación

15 de junio, 2021

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Autora: Saudia Levoyer

Acabo de conocer, hace menos de una semana, el manual de Resist, que es parte del trabajo que impulsa Debunk.eu y sus aliados de Lituania, para contrarrestar esa inmensa ola de desinformación y propaganda que, cada vez y cuando, afrontan y que, a decir de esa organización, es producida por Rusia.

Para ser honesta, tampoco conocía el trabajo de Debunk.eu, que me parece fascinante. Su efectividad está garantizada por el Centro Interinstitucional para la Cooperación Mundial, que, desde enero de este año, comparte esta experiencia, porque una de sus prioridades es afrontar el problema de la desinformación.

Vale aclarar que la desinformación, a decir de este grupo de lituanos, son productos incendiarios, vinculados a “pobreza, violaciones, degradación ambiental, deficiencias militares, juegos bélicos, rupturas sociales, virus y otras alarmas sanitarias, desatinos políticos, gobernanza deficiente, niños inmigrantes, sexo, grupos étnicos, animales, héroes nacionales e injusticia”

¿Cómo funciona esta experiencia? Tiene dos características muy buenas. La primera es que requiere de trabajo colaborativo (voluntario), como funciona todo en la red. La segunda, es que fortalece a la democracia, justamente por el involucramiento que genera, y que incluye también al gobierno.

En términos generales, un grupo de expertos en tecnología programan las computadoras para mirar cómo está el flujo de información y determinar aquellas que no son ciertas y desinforman. No se las borra, pero se las contrarresta con información real. En otras palabras, son quienes se encargan de estar pendientes de las movidas que hacen los integrantes de cualquier troll center. Eso implica, además, que deben responder a los comentarios que hay debajo de las mismas informaciones, así como denunciar a esas cuentas que son manejadas por quienes integran los troll centers.

Ese material luego es entregado a los periodistas para que hagan su trabajo, es decir generen informaciones periodísticas, que luego son difundidas en un pool de medios de comunicación, ya sean tradicionales o digitales. En el caso de Lituania, hay ocho salas de redacción involucradas en este esfuerzo y, consecuentemente, son espacios para difusión de los resultados que obtengan los periodistas.

Y el gobierno apoya todo esto, a través de sus expertos –en el caso de Lituania, el Ministerio de Defensa- en materia de comunicación estratégica, que no solo implica determinar cómo se va a proceder, sino también intercambiar información constantemente.

¿Cómo funciona la comunicación estratégica? Ese será motivo del nuevo post. Hasta la próxima semana.