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La Cátedra de Pueblos Indígenas de América Latina y la Red Yanantin se proponen revitalizar celebraciones andinas

11 de abril, 2023

Desde la Cátedra de Pueblos Indígenas de América Latina, del Área de Letras y Estudios Culturales de la Universidad Andina Simón Bolívar, y la red interuniversitaria Yanantin, se realizan paralelamente investigaciones en torno a las celebraciones andinas que están relacionadas con el cambio de solsticio: Pawkar Killa (marzo); Inti Raymi (junio); Koya Killa (septiembre); y Kapak Killa (diciembre).

El objetivo es revitalizar los rituales en torno a estas celebraciones, y producir bibliografía como resultado de la investigación, para conocer sobre las prácticas tradicionales y sus significados simbólicos y espirituales.

El trabajo es coordinado por Ariruma Kowii, docente del Área de Letras y Estudios Culturales, y se organiza en cuatro grupos de investigación, en los que participan docentes de varias universidades.

Pawkar Killa

  • Alfonso Cachimuel, Universidad Técnica del Norte
  • Juan Pablo Peñaherrera, Universidad Estatal Politécnica del Carchi
  • Lucila Lema, coordinadora de la Biblioteca Muyu, de la Comunidad de Peguche
  • Susana Padilla, Universidad Nacional de Chimborazo

Koya Killa

  • Silvia Vásquez, IAEN
  • Patricia Noriega, Universidad Central del Ecuador
  • Purikquilla Killatawan, mujer sanadora

Kapak Killa

  • Ángel Japón, Universidad de Cuenca
  • Germán Flores, Universidad Nacional de Educación
  • Polivio Chalán, Universidad de Loja

Inti Raymi

  • Freddy Simbaña, Universidad Politécnica Salesiana
  • Sandra Sánchez, Escuela Politécnica Nacional
  • Javier Cuesta, Escuela Politécnica Nacional
  • Jenny Arroyo, Pontificia Universidad Católica del Ecuador
  • Inti Poaquiza, Amawtay Wasi
  • Luis Alberto Tuaza, Chimborazo

Se trata de un ejercicio de adentrarse en las crónicas y fuentes bibliográficas, al igual que pensar en la cotidianidad de las comunidades. Con el resultado del trabajo de las cuatro comisiones, se organizará un conversatorio, y se planificarán publicaciones.

Ariruma Kowii enfatiza en que “esta lógica de ligar las principales celebraciones con los equinoccios y los solsticios es lo que ha permitido que la memoria se conserve y no desaparezca, a pesar de las prohibiciones y de la violencia que se ejerció sobre las comunidades”.

Por ello, considera que “trabajar la memoria puede ser también un tema de reflexión cuando en las ciencias sociales se estudia memoria, que es muy distinto”.

A propósito de esta investigación, presentamos una entrevista con Ariruma Kowii, quien lleva más de cuatro décadas investigando la cultura y lengua kichwas, con la finalidad fortalecerlas a través de su enseñanza.

 

¿Cuáles son las principales festividades, ceremonias? ¿Cuál es la mejor forma de llamarles?

Ese es un tema que hay que hacer una invitación a los académicos e investigadores a pensar, porque en las crónicas e incluso en los investigadores contemporáneos en estos temas hablan de los raymis, que traducido al español, significa fiesta.

Con los compañeros que forman parte de la Red Yanantin -que son 17 profesores de las distintas universidades públicas de la Sierra- un punto de reflexión es si debería denominarse, por ejemplo, Pawkar Killa o Pawkar Raymi.

¿Cuál sería la diferencia?

Probablemente ahí hay un sesgo de la época en donde a la Iglesia le interesaba satanizar lo indígena, para poder justificar que éramos bárbaros, idólatras, paganos, y que al vivir solamente en fiestas –de acuerdo a la traducción del raymi- entonces se justificaba el tema de la evangelización. Debería ser Pawkar Killa, mes del florecimiento. O Koya Killa, en vez de Kolla Raymi. O Kapac Killa, en vez de Kapac Raymi.

¿Killa hace referencia al mes?

El mes servía como para fijar y recordar temas importantes. Por ejemplo, el Koya Killa. Si los investigadores actuales se preocuparan de investigar esto, entonces se podría entender cuáles eran las lógicas, la concepción que existía sobre la mujer. El tema del feminismo, desde los esquemas andinos. Entonces, podría convertirse en una contribución al mismo debate de género y feminismo. Pero haciendo este esfuerzo. Ese es un punto que hay que reflexionarlo.

Desde lo que venimos haciendo desde la Universidad Andina y con la Red, creo que es importante tener presente tanto el calendario agrícola, el astronómico, lunar, porque en esto podemos encontrar varias pistas de cómo antiguamente trabajaban la memoria.

Y resulta que esa memoria, sobre todo de los acontecimientos fundamentales en el desarrollo de las personas y también de la naturaleza, está ligada a los fenómenos astrológicos más importantes, como los equinoccios y los solsticios.

Entonces, tenemos el Paukar Raymi, que correspondería al equinoccio de marzo, y en esa época lo que se rememoraba era la transición de las niñas hacia la adolescencia. ¿Cómo se celebraba eso?  Uno, ligado al fenómeno de la naturaleza. Es una época de florecimiento. Por alguna razón se hace la fiesta de las flores en Ambato.

Y en general, en todo el continente es una época de florecimiento. Comienzan a resplandecer las flores, y además se lo liga como un buen augurio; genera mucha alegría, mucha armonización. Ligado a este equinoccio, resulta muy determinante.

Eso implicaba rememorar todo esto mediante el ritual. Porque antiguamente, en el caso de la provincia de Imbabura, en las comunidades que están alrededor de Peguche, se recordaba que en estas fechas había un ritmo de tocar con pingullo, tambor y bombo, y las jóvenes que estaban cumpliendo este ciclo portaban unos pendoneros rojos.

Me imagino que lo festejaban en su comunidad ante los miembros de la comunidad, como una suerte de presentarse ante la comunidad, de que ya están en esta edad, y que están viviendo su experiencia de la primera menstruación.

¿En qué época?

Todavía se recordaba por los años 50, 60. Danzaban simbolizando los tótems principales, como la serpiente, el Amaru, e iban hacia la ciudad, a la iglesia. Ahí está el sincretismo religioso. Ahí está también presente el tema de la gastronomía, dependiendo de los productos que son de la época. El discurso cuando se realizan los rituales tenía un contenido que reflejaba esta situación.

No era fiesta en sí mismo, sino que era una celebración caracterizada por el ritual. Por esa razón es que creo que hay que poner en sospecha el concepto de raymi.

Lo mismo sucede con el Inti Raymi, que en este caso corresponde al solsticio de junio. Coincide que todos los cronistas la identifican como la fiesta grande, y que en este caso también está ligada al tema del solsticio y de una serie de rituales. Antes del festejo en sí mismo, la gente tenía que hacer ayuno, luego había los rituales del baño, tanto de los instrumentos como de las personas.

En el convencimiento de que, siendo una época importante por el solsticio, y siendo la noche más fría por el distanciamiento del Sol de la Tierra, era un tiempo donde se concentraba la energía. Y eso permitía que, al hacer el baño, eso se fundía en el cuerpo de las personas. Por una parte, te despojaba de la energía negativa acumulada, y por otra, te recargaba. Es una limpia cósmica natural.

La danza ritual del Inti Raymi no es que sea cuando te vas a una fiesta y bailas. Es una danza ceremonial.

¿Qué significa la danza, el zapatear en círculos?

La danza simboliza el movimiento de la Tierra. En el Inti Raymi están presentes casi todos los tótems principales del mundo andino. Por un lado, este fenómeno de rotación y traslación de la tierra. Por otra parte, la representación de la Amaru, la vitalidad del puma, y la danza del cóndor. Porque cuando la gente está danzando, hay una simulación del movimiento del cóndor.

Entonces, en el Inti Raymi podemos encontrar todos estos animales de poder que están presentes. En sus épocas, donde se conservaba la parte más ritual, debe haber habido un discurso, una simbología.

Eso se ha debilitado, pero hay que seguir trabajando en la reconfiguración del discurso y también de la simbología, y de la ritualidad.

Si es que se pone en duda el término raymi, ¿por qué decimos Inti Raymi?

En este caso, es el clímax, porque en las crónicas anotan que en la única fecha que se permitía que se la chicha se fermente era en el Inti Raymi.

¿Por qué es la más grande?

Porque está en la mitad del año. Marca la mitad del año. En la concepción del tiempo, tenemos seis meses varón, seis meses hembra. El Inti Raymi es una fase que marca esa etapa, porque ya se han cosechado las cosas. Y el Kolla Killa marca el inicio de lo femenino. Y dura seis meses.

¿El Koya Killa es el mes de la mujer?

Sí, es en septiembre. Traducido Koya es princesa. Pero se refiere a la mujer. En estas fechas se le rememoraba y se le simbolizaba a la mujer con la Killa. En este caso, hay un doble significado de mes y de Luna. Entonces, el nivel de representación que tenemos sobre la mujer es una cosa grande. Y por alguna razón, es que también la literatura fundante, los relatos fundamentes hacen referencia a que la mujer es el origen de todo. La Madre Tierra es femenina.

Creo que hay que estudiar la importancia de esta definición de los roles que el hombre y la mujer cumplían. Y esa definición de los roles permitía complementarse.

¿Cuál es el rol de la mujer?

Dependiendo de las comunidades agrarias. Por ejemplo, en las comunidades agrícolas, ¿quiénes siembran?, ¿quiénes intervienen en la preparación de la tierra? El hombre y la mujer.  Y los hijos también. Pero el hombre abre el surco cuando está arando; el hombre es el que prepara la tierra, comienza a arar. Y cuando se va a sembrar, ya se unen la mujer y los hijos. El hombre abre la tierra y la mujer deposita la semilla. Ahí es complementario. Hay una suerte de reciprocidad.

Pero el rol de la mujer está definido: por lo general es quien siembra. Cuando siembra, va poniendo un par de maíces: hombre, mujer. En la misma semilla también se ritualiza la dualidad.

Cuando tenemos ese nivel de práctica, podemos interpretar que hay una armonía, hay un equilibrio, de las funciones que cada uno debe cumplir, porque el tema de arar y de abrir la tierra requiere de fuerza. Lo cual no significa que la mujer no lo haga cuando ya no tiene su pareja. Ahí también lo asume. No es que no puede o que esté prohibido. Pero mientras estén en pareja, cada uno cumple con su rol.

En las comunidades que se dedican a los textiles, la mujer también aprende a tejer, pero no son las mismas prendas que teje el varón. Por decir, tejer un poncho demanda más fuerza. Entonces, hace un varón. Tejer una manta, de pronto es menos exigente en esfuerzo, o una faja, entonces ya participa también la mujer.

Las prendas implican mucho tiempo, pero en el caso de los textiles es algo que hombre y mujer aprenden, porque antiguamente había la práctica de uno mismo hacerse la ropa. Tanto el hombre como la mujer, y también de compartir. De que el hombre le hace a la mujer y la mujer al hombre también algunas prendas. Entonces, ahí hay roles más compartidos.

Todo esto rememora el Koya Raymi.

¿Y cuál es el ritual correspondiente?

El ritual debe haberse concentrado más en la preparación de la chicha, que es una chicha especial que se prepara con varios granos de mucha variedad del maíz.

El solsticio de diciembre es el Kapak Killa. Esto simboliza la transición de los jóvenes varones a la adolescencia, acompañada de una serie de prácticas que permitían identificar las habilidades, la fortaleza física, espiritual y también el conocimiento de varias cosas.

También debe haber estado ritualizado con alguna ceremonia que hay que trabajarla y reconstruirla.

¿No hay datos de las celebraciones?

En las crónicas hay del Kapak Killa, de cómo se celebraba. En el Cuzco se han empeñado en ir reconstruyendo la celebración del Kapak Raymi. Por decirte, en el caso de las destrezas físicas, el tema de saber correr, treparte en una montaña, o saber hacer equilibrio. Tener una fortaleza y habilidad para la defensa.

Había el ritual del corte del pelo. Porque para las comunidades andinas siempre el pelo largo ha sido importante. Entonces, que la madre le haga el primer corte es muy simbólico, en el sentido de refirmar la afectividad de la madre con el hijo.

Pero debe haber estado igual acompañado de mucha riqueza simbólica. Y el discurso también debe haber sido muy fuerte. Pero eso hay que trabajarlo e ir reconstruyendo.

¿Cuál es el trabajo que se está haciendo con cada una de las celebraciones?

En este caso, con la Red Yanantin, hemos constituido cuatro equipos de trabajo. El del Inti Raymi ya está sólido por todo lo que venimos trabajando con todas las universidades.

Como estaba cerca el Koya killa, también se articuló el trabajo de esta comisión, coordinada por la profesara Silvia Vásquez, del IAEN. El objetivo es que esta comisión comience a investigar, a acercarse a las fuentes, a las crónicas, a pensar en la cotidianidad de las comunidades, e ir sistematizando todo este tema, y con eso organizar un conversatorio para que den a conocer lo que han investigado.

El otro grupo de trabajo tiene que trabajar, y prepararse para el Paukar Killa que es el solsticio de febrero-marzo. En este caso, van a ser un trabajo similar. Ahí se está involucrando a profesores de otras universidades.

Esto nos va a permitir que en un tiempo corto tengamos bibliografía sobre estos temas y que sirva como base para seguir investigando. Y con eso se organizará un seminario o una conferencia.

La intención de fondo es que, con esto, podamos contribuir al sistema educativo con los textos que resulten de la investigación.

Y revitalizar las celebraciones…

Claro. Con las investigaciones se realiza y con lo que existe en las comunidades, se pueden activar nuevamente los rituales.

Una cosa que hemos vivido y visto con el Inti Raymi de las Universidades es esta conexión con el mundo mestizo, invitando a que también se integre. ¿Se hará lo mismo en estas otras festividades?

Sí. La idea es que para las mismas comunidades es importante que conozcan cuál es el fondo de la celebración, y para la población mestiza, igual, porque no tenemos material que nos explique por qué se hacían estas celebraciones.

En un mediano plazo, empezaríamos a tener unos primeros ensayos especializados. Y servirán como punto de partida para seguir investigando más y conocer otras formas de trabajar la memoria, y de cómo también se concebían los valores, y cómo eran los procesos de aprendizaje.

STR