¿Qué se espera en un futuro de la Inteligencia artificial?, ¿cómo promover los derechos humanos desde la inteligencia artificial? Estas son algunas de las preguntas que convocaron al VI Encuentro Andino de paz, organizado por la Oficina de la Unesco en Quito y la Universidad Andina Simón Bolívar, a través de su Área de Comunicación; y auspiciado por la Universidad Técnica Particular de Loja y Huawei.

El tema central de este encuentro – que se desarrolló el 6 y 7 de septiembre- fue la ética en el uso de la inteligencia artificial, por lo que lleva por nombre Inteligencia artificial y derechos humanos. Entre las temáticas que se abordaron en este espacio están la inclusión educativa y la creación cultural; la diversidad cultural, la noción de raza ante la inteligencia artificial; la búsqueda de soluciones para el cambio climático y la transición energética; los retos para el manejo de conflictos, la construcción de confianzas y diplomacias culturales.

En la mesa de apertura, el rector encargado Wilson Araque, dio la bienvenida a los asistentes que llenaron el paraninfo universitario. Señaló la importancia de ser conscientes de que la humanidad enfrenta ahora una explosión digital y que, por tanto, es necesario ir de la mano de la ética. Citó a Aristóteles que decía “que la ética es cómo hacer el bien a los demás”. Menciono también que “ese proceso de digitalización debe planificarse y convertirse en un medio para mejorar el bienestar y fomentar la inclusión”.

Asimismo, Araque se refirió a la serie de jornadas que ha desarrollado la Universidad Andina en torno a la inteligencia artificial.

La ministra de Telecomunicaciones Vianna Maino también estuvo presente. Su intervención resaltó la dimensión y alcance que puede tener la inteligencia artificial. Partió de que “cada 11 horas se desfasa el conocimiento tecnológico” y que por ello “hoy vivimos la primera Revolución tecnológica del mundo”. Para Maino es necesario combinar la inteligencia artificial con la big data para apuntar a mejores soluciones para la pobreza, el control de plagas, las importaciones marítimas, y otras aplicaciones.

Por su parte, Julio Carranza, director de la Oficina de la UNESCO en Quito planteó alertas con respecto a los “riesgos estremecedores” que también existen: “la generación de resultados por parte de la Inteligencia artificial no es neutral y genera sesgos que -como demuestran las evidencias- son discriminatorios, porque los resultados de la Inteligencia artificial provienen de la operación misma de los algoritmos de control y llevan a situaciones negativas”. Por ello, Carranza resalta la importancia de la ética en la Inteligencia artificial.

El encuentro reunió a cerca de 20 ponentes internacionales en el paraninfo de la Universidad Andina.

STR