Resumen:

El presente no es un relato historiográfico, sino una interpretación del proceso político ecuatoriano del período 1963-2020. Para el efecto se ha construido un modelo interpretativo multidisciplinario que tiene como sustento teórico la sociología política del Estado de Max Weber; la teoría político-jurídica de Carl Schmitt; la metodología de análisis e historia conceptual de Carl Schmitt y Reinhart Kosselleck; y la teoría del rentismo de la Nueva Economía Institucional. En este trabajo defiendo la tesis de que, a diferencia de la percepción generalizada de que el Ecuador desde los años sesenta vive una ´crisis política permanente´, en el país se ha consolidado un orden político relativamente estable, mismo que no ha sufrido amenazas anti sistémicas significativas. Este resultado paradójico y, ciertamente, excepcional ha sido producto de la operación de un tipo estatal de características específicas que, sin necesidad que recurrir al uso de niveles mayores de violencia estatal, ha mostrado eficacia para procesar muy intensas disputas políticas y conflictos redistributivos, fruto de los cambios sociales, económicos, políticos de orden nacional e internacional, que se sucedieron en estas décadas. Este tipo de Estado, que descriptivamente denomino gubernativo por situar al Ejecutivo en su centro decisional y por su sistema de legalidad, es nuestro objeto de investigación. El Estado gubernativo ecuatoriano surgió y se constituyó inicialmente por intervención de las dictaduras militares que gobernaron el país en los años sesenta y setenta, Su conformación implicó una nueva lógica y alcances a la intervención estatal. En el campo económico, a las anteriores tareas de ´fomento a la producción´, se sumó la redistribución directa de factores de producción (como la tierra); la ocupación del territorio mediante políticas de colonización; la apropiación estratégica de los recursos del subsuelo como el petróleo; la intervención en el sistema económico a través de la inversión pública y la canalización de recursos al sector privado. Además de ello, el Estado se arrogó la tarea de orientar el sistema económico por medio de la planificación; logró la eliminación de relaciones precapitalistas en el campo y la universalización de una economía de mercado capitalista. En la medida en que el Estado amplió su radio de intervención económica, institucionalizó un régimen económico redistributivo de carácter rentista. En el campo político, en el marco de un excepcionalismo permanente (evidente en las coyunturas 1963-66; 1970-72; y 1972-79), el Estado operó desde el marco doctrinario de la seguridad nacional, la noción de ´objetivos nacionales permanentes´ y la exclusión radical del “enemigo interno”. Se abolió la sociedad política y se implementaron medidas de represión selectiva, especialmente, a organizaciones sociales y a la izquierda radical. Se contempló, incluso, la instauraron de tribunales militares que actuaron de forma intermitente en algunos momentos dictatoriales. Finalmente, se instituyó la tutela militar sobre el Estado y el arbitraje de las crisis políticas pasó a cargo del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. En suma, la conformación de un Estado gubernativo, con el sello de la seguridad nacional, constituyó el hecho político más importante del período 1963-2020. Su nacimiento y transformación transitó por varias etapas: surgimiento (1963-66/1970-72); constitución (1972-1979); adaptación (1979-1997); consolidación (1998-2002); expansión (2007-2017) y estabilización. Si bien este no ha sido un proceso lineal, ha sido persistente y relativamente estable, insinuando, incluso, una larga vida hacia el futuro. En este informe analizamos las dos primeras etapas, de surgimiento y constitución, comprendidas entre 1963 y 1979.