Eddy Burgoa, estudiante de la Maestría en Derechos de la Naturaleza y Justicia Intercultural, fue nombrado recientemente Coordinador General del Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas en Bolivia (Sedem).

Abogado indígena quechua del norte de Potosí, se desempeñó como Director General de Justicia indígena Originaria Campesina entre el 2010 y el 2013. Y en el 2016 desarrolló su segunda gestión en ese viceministerio, dentro del Ministerio de Justicia.

En su gestión, promovió la elaboración de un proyecto de ley, en el que se establecen tres criterios: dónde resuelve, qué resuelve y en qué materias resuelve la justicia indígena. Asimismo, junto con las organizaciones y pueblos indígenas, desarrolló la construcción colectiva de normativas en favor de los derechos de los pueblos indígenas.

Eddy Burgoa también trabajó en la Escuela de Gestión Pública, que da formación a funcionarios públicos con diplomados y maestrías.

Y hoy, en el Sedem su nuevo reto es “cambiar la lógica; construir la economía plural comunitaria para el vivir bien en el marco de los derechos de la naturaleza”. Desde hace dos meses, asumió esta dirección, que depende del Ministerio de Desarrollo y Agricultura.

Presentamos una entrevista con Burgoa, a propósito de su cargo, y cómo la Maestría en Derechos de la Naturaleza y Justicia Intercultural aporta hoy en su gestión.

¿Qué le impulsó a estudiar la Maestría en Derechos de la Naturaleza y Justicia Intercultural?

Por el proceso que vive hoy Bolivia a partir de su constitucionalización de los derechos colectivos de los pueblos, pero además por una normativa respecto a los derechos de la naturaleza, es muy atrayente el título de la Maestría en Derechos de la Naturaleza y Justicia Intercultural.

Decidí postular, porque todas las instituciones públicas del Estado boliviano hoy están enmarcadas en el trabajo respecto a los derechos de la naturaleza, en el horizonte de economía plural comunitaria que hoy desarrolla también el texto constitucional. El modelo de Estado también nos obliga a tener ese nivel de respeto y articulación con los derechos de la naturaleza. Pero además, también porque el tema de la justicia intercultural en Bolivia tiene plena vigencia; igualdad jerárquica entre la justicia ordinaria y la indígena originaria campesina. Estos son temas cruciales que también aborda la maestría.

Las organizaciones con las que trabajo, entre ellas, la Confederación Bartolina Sisa, me impulsaron para asumir este reto.

Ahora está al frente del Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas, Sedem. ¿El horizonte del trabajo es el asesoramiento técnico, financiero vinculado a comunidades? 

Bajo la tuición del Sedem están seis empresas estratégicas del Estado plurinacional boliviano: empresas de cementos, de papel, de vidrio, de cartón, y subsidios. Por ejemplo, que tienen una asistencia de tipo social en favor de la mujer en gestación y prenatal. El Estado boliviano asegura la dotación de subsidios gratuitos para mujeres del área rural y urbano.

Pero en las otras tres o cuatro empresas estratégicas de producción desarrollamos complementariedad con los derechos de la naturaleza. Hay proyectos de reciclaje que tienen un concepto más allá del medioambiente. Entonces, la economía plural enmarcada en este rediseño del modelo de Estado se encamina hacia la transformación productiva para el vivir bien y con respecto a los derechos humanos.

En este contexto, la maestría sirve de mucho en el aporte constructivo de este fin y este objetivo, y por eso existe un nivel de posicionamiento que coadyuba justamente al cumplimiento de metas estratégicas planteadas por el Estado. La maestría es crucial, porque los módulos últimos van acorde al rediseño. Es un tema con el que vamos  interactuando nosotros permanentemente con naciones indígenas campesinas, porque este nuevo modelo de la nueva economía justo es la recuperación de esos valores a partir de la estructura de la economía plural.

¿Cuáles son las prioridades que hay que atender en cada uno de estos sectores?

Hemos retomado y asumido empresas casi en quiebra, empresas que han sido desbaratadas. Hoy estamos ya en proceso de reactivación de estas empresas estratégicas estatales. Una de ellas, por ejemplo, es Envibol que es la fábrica de vidrios, ya se han firmado contratos con empresas extranjeras. A la vez, hemos dejado de tener un modelo basado en la materia prima, para potenciar la industrialización. Este es un gran paso en el marco de los derechos de la naturaleza.

El desafío es que estas empresas estratégicas salgan de la incubadora del Sedem, para que sean empresas ya propias, autárquicas, con patrimonio propio. Es decir, aquí en la incubadora se desarrolla un modelo de empresa que, cuando es sustentable, sale de la incubadora del Sedem y se convierte en empresa estratégica del Estado boliviano. Hay una tarea ardua aún, pero estamos ya de inicio con las metas y objetivos trazados.

¿Trabajan también en el sector agrícola?

Sí. De hecho, nosotros priorizamos dejar ese modelo privatizador neoliberal del pasado, y establecer la relación directa con los micro, con los pequeños emprendimientos y  empresas provenientes de naciones y pueblos indígenas. Es decir, ya no hay tercería de la producción al consumidor. Por ejemplo, para el tema de subsidios de productos con base nutricional de suma ponderación, estamos directamente comprando a comunidades indígenas, a originarios campesinos. En ese modelo, hoy el Sedem está reconstituyendo la economía plural a partir de la visión holística Estado-pueblos en el marco de los derechos de la naturaleza.

¿Qué elementos estudiados en la maestría ayudan a alimentar el trabajo que ahora dirige en su actual cargo?

Mucho. La maestría sirve, por ejemplo, para establecer canales de reflexión y debate de una economía histórica del neoliberalismo. La maestría tiene un módulo que interpela los elementos categóricos, las características de un modelo colonial. Entonces, eso sirve de mucho para aportar aquí en las reflexiones y materializar en los planes de Gobierno; en las estrategias propias del Sedem. Inclusive para redefinir políticas con actores como naciones y pueblos indígenas.

Ese debate no fuera posible sin la asistencia, conocimiento y directrices de la Maestría en Derechos de la Naturaleza. Lo otro, es que hemos dejado ya un concepto un tanto eurocéntrico, el concepto asistencialista del medioambiente, y hemos entrado a redefinir el concepto del derecho de la madre naturaleza. Es decir, se ha modificado incluso en el plan anual y en el plan de operaciones del Sedem en dirección a los derechos de la madre naturaleza bajo la categoría para el vivir bien. Así está, por ejemplo, definido nuestro país y nuestro plan institucional. Estamos trabajando en ello. Seguramente, va con Decreto Supremo por el Presidente del Estado plurinacional.

Entonces la contribución de la maestría es muy grande, porque es un escenario de reflexión y debate. Ese eje transversal también lo tenemos no sólo en el Sedem; ya se están creando aquí defensorías de los derechos de la madre naturaleza.

Información: Hasta el 11 de junio se encuentra abierta la admisión a la Maestría en Derechos de la Naturaleza y Justicia Intercultural, que este año se oferta por segunda vez.

STR