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La Conferecia Internacional de Derecho Económico recepta propuestas de ponencias sobre cuatro ejes temáticos

21 de marzo, 2021

El Área de Derecho de la Universidad Andina Simón Bolívar plantea cuatro ejes temáticos para la VII Conferencia Internacional de Derecho Económico, que se realizará del 16 al 18 de noviembre de 2021. Por ello, convoca al envío de resúmenes de ponencias para quienes quieran ser expositores, hasta el 28 de marzo.

Entre los temas a tratar figuran tanto generales como de coyuntura. Con este espacio se procura generar una reflexión en perspectiva interdisciplinar, según explica Juan Carlos Mogrovejo, uno de los docentes organizadores.

Los cuatro ejes en consideración son: el Derecho económico y rol del Estado en época de pandemia; desafíos jurídicos de la economía digital; perspectiva jurídica de la desglobalización y la integración regional; y, como último eje, el Derecho económico internacional, tomando en consideración variables como la cooperación, asistencia financiera y deuda.

De igual forma, se receptan propuestas de ponencias cuya exposición a cargo de sus autores hará parte del desarrollo de mesas y simposios durante los tres días del evento.

Los organizadores han concretado la participación de seis expositores internacionales. Se trata de los destacados profesores Jorge Witker Velázquez y Aimée Figueroa Neri, de México, Francisco Oliva Blázquez y Elisa Sierra Hernáiz, de España; Matthias Herdegen, de Alemania; y, Gustavo García Brito, de Bolivia.

Presentamos una entrevista con Juan Carlos Mogrovejo, acerca de la convocatoria de propuestas para ponencias dentro de la VII Conferencia Internacional de Derecho Económico.

 

¿Qué implica abordar la economía desde un punto de vista jurídico?

Considero que la reflexión académica devenida del tema que quiera abordarse puede estar apoyada en múltiples disciplinas, pues en esa dimensión propendemos a entender y explicar de mejor manera el objeto a estudiar.

El caso que nos ocupa no es la excepción, pues el Derecho discurre en múltiples campos. Nos remite primero al ordenamiento jurídico como producción normativa, como expresión del Derecho positivo, que tiene por propósito regular la conducta humana; pero también al Derecho como  disciplina, como un campo del saber orientado a explicar su objeto, esto es, precisamente el orden normativo e institucional inspirado en postulados de justicia, apelando a una serie de vertientes teóricas que se han ido gestando para explicar el fenómeno jurídico en múltiples ámbitos, pues la interacción humana es compleja y tiene variadas expresiones; entre ellas, la concerniente a contenidos económicos.

En ese marco de reflexión se ha venido configurando, ya desde hace algún tiempo, el Derecho económico, como un campo de estudio que, desde la ciencia jurídica, da cuenta del conjunto de normas expositivas de la regulación de aspectos económicos que se gestan en el marco de las interacciones entre personas atendiendo intereses de este orden, así como del sistema económico y el rol del Estado en esa esfera.

¿Cuál es el propósito del evento?

Provocar debate y reflexión del más alto nivel con el concurso de expertos académicos, investigadores y profesionales en esta área, que tendrá como producto final la presentación de un libro; trabajo colectivo que recogerá todas las ponencias de los expositores principales y de quienes hayan también participado en el evento. El propósito del equipo organizador es contar con este producto para su presentación los mismos días de la conferencia, esto es, del 16 al 18 de noviembre.

Revisemos las reflexiones que convoca cada eje. Empecemos con el primero

El primer eje se refiere al Derecho económico y rol del Estado en época de pandemia. La discusión que se ha generado en relación con el rol del Estado ha sido incesante y ha derivado múltiples corrientes; vertientes teóricas orientadas a explicar la intervención estatal en la economía, su grado y despliegue, las instituciones creadas alrededor de esa intervención y la regulación de las relaciones entre actores privados en función de la concreción de intereses económicos.

En ese marco, toma tintes particulares el posicionamiento estatal y de los distintos agentes económicos frente a la pandemia. Aparecen así en primera fila aspectos directamente vinculados a las circunstancias actuales, que han demandado la activa participación del Estado en un contexto caracterizado por una crisis sanitaria de dimensión global, que ha supuesto serios impactos en las economías nacionales y, de manera extendida, en la economía mundial.

En ese ámbito de análisis, indudablemente se retomarán las tesis que han merecido un abordaje ya tradicional, avivándose esa vieja discusión del rol del Estado en la economía, tomando especial consideración los agregados propios que expone y proyecta la pandemia; posicionamientos y replanteamientos de la intervención del Estado desde lo local y nacional, así como de los desafíos y grandes cometidos en proyección regional y global en un escenario de evaluación de avances, retrocesos y expectativas; de las relaciones entre Estados; de la producción y consumo en la economía global.   

¿Qué se espera de propuestas para el segundo eje?

Este bloque se relaciona con los desafíos jurídicos en la economía digital. Expone la necesidad de profundizar el entramado relacionado con el manejo de grandes flujos de información. Marco que plantea interrogantes respecto al posicionamiento estatal para la regulación; los efectos que ha tenido este fenómeno en el contexto global y una evaluación sobre la eficacia del Derecho económico en este ámbito de intervención.

Concomitantemente plantea la exigencia insoslayable del Estado hacia la protección de los derechos de las personas con un despliegue tutelar efectivo; la regulación de ámbitos y elementos vinculados al manejo de redes sociales, al comercio electrónico, a las transacciones y operaciones por la red, a la inteligencia artificial y otras manifestaciones, todo ello expositivo de nuevas formas de comunicación e interrelación, de producción y consumo de bienes y servicios que han ido aflorando con el empleo de nuevas tecnologías apalancadas en internet.

El tercer eje hace mención a la desglobalización desde una perspectiva jurídica y, en ese contexto, ofrece una mirada actual sobre la integración regional

La globalización representa la expansión del comercio en magnitud mundial, trascendente no solo en el ámbito económico, sino también en el social, político, cultural, ambiental y tecnológico, que han venido a reflejar una propensión a la integración global. Sin embargo, en estos últimos tiempos, en los que los estragos de la pandemia también han hecho su parte, se ha ido verificando un proceso de desglobalización marcado por un retroceso de la interdependencia entre países. La desglobalización expone una ralentización de los procesos de intercambio entre economías. Un panorama que ha conllevado a que los Estados replanteen su accionar y retomen la mirada hacia adentro. Poner la casa en orden, potenciar y robustecer la producción desde territorio y, en ello la posibilidad de adoptar medidas propias de planes y programas de proteccionismo.

Esto marcaría una postura distinta del Estado en múltiples frentes, desde su rol en la parte administrativa, funcional y de impulso productivo, así como su incidencia en el ámbito arancelario y tributario. En este punto considero que el interés fiscal acusará un peso mayor, aun cuando lo deseable sería encontrar la debida conexión de ese interés con objetivos de política económica, social y ambiental, principalmente.

En el Área de Derecho también se trabajan temas sobre integración. ¿Cómo relacionar la desglobalización con esta visión?

El tema plantea una serie de desafíos, particularmente los que obran a tenor de esta tendencia, con la exigencia de repensar las cosas. En los últimos años, la experiencia de la integración europea y, de manera especial, la experiencia andina ha dado elementos para entender esa dinámica y también las dificultades propias de estos procesos.  

Los esfuerzos de los Estados miembro han ido a tono con la idea de robustecer sus vínculos tomando como dato común y primario sus intereses comerciales y económicos, dentro de un proceso que ha marcado como norte la profundización de la integración, aun cuando los resultados indican que todavía resta un amplio trecho por recorrer. Me parece que la clave sigue estando en la integración regional como mecanismo de primer plano, que alienta por un lado el cometido de robustecer en cada Estado los procesos internos de productividad con todos los agregados que aquello supone y proyecta, por otro, la idea de contar con un mercado mayor caracterizado por la libre movilidad de las personas, la circulación de bienes, servicios y factores de producción, que conlleve finalmente una mejora cualitativa de las condiciones de vida de la población.

En todo caso, leído el asunto desde el lado de la desglobalización los retos son cada vez mayores, e inevitables las disquisiciones propias de una cuestión con múltiples aristas y de compleja dilucidación.

En la cuarta línea propuesta, se habla de cooperación y asistencia financiera. ¿Volvemos a un ámbito de globalización?

Se trata de aspectos que representan con elocuencia la interacción de economías de distinto calado y de la concurrencia de entidades acreedoras internacionales que responden a objetivos claramente definidos. Es una muestra propia de esa interdependencia que no ha desaparecido.

Este cuarto eje, diría, es muy provocativo, se trata de un tema de debate permanente. El endeudamiento, como expresión de la necesidad de los países por contar con recursos financieros que permitan cubrir a cabalidad sus presupuestos, más aún en época de crisis devenida en este caso por la pandemia, que ha exacerbado los problemas inherentes a la economía y manejo financiero de los Estados, especialmente de aquellos que por su condición de países esencialmente exportadores de materias primas acusan mayor vulnerabilidad por la volatilidad de los precios. En este contexto, el debate sobre la asistencia financiera y el acceso a crédito en condiciones razonables resulta ser un tema central, así como el de cooperación internacional.  

STR