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La alimentación, un problema que demanda respuestas interdisciplinarias

30 de julio, 2018

La alimentación es el centro de las políticas transnacionales, el mercado y los Estados. El Área de Salud y el programa Andina Saludable de la Universidad Andina Simón Bolívar, organizaron un seminario de jornada completa para tratar este tema desde ópticas transdisciplinarias.

Para Mónica Izurieta, del Área de Salud, se trata de hacer una provocación hacia la academia y el público interesado en alimentación. El efecto se observó en cada una de las conferencias. Por ejemplo, María José Breilh en su exposición optó por el lenguaje de las imágenes: realizó un recorrido por las corrientes artísticas visuales y pictóricas, para desembocar en la publicidad y sus efectos en la alimentación.

Una a una pasaron las imágenes ante miradas sorprendidas o con sonrisas incómodas. Reprodujo en la proyección imágenes del fotógrafo Peter Menzel: familias de distintos países, mostrando lo que habitualmente consumen. Familias que gastan 500 dólares semanales para comer alimentos envasados, embutidos, gaseosas, pizzas, y una casi ausencia de frutas y verduras. Mientras que otras familias destinan 140 dólares semanales, con los cuales pueden llenar la mesa de frutas, verduras, granos, aunque las gaseosas mantienen un espacio importante en su dieta.

El contraste es evidente al ver una familia que vive con un dólar semanal. Expresiones de asombro aparecieron en los asistentes al seminario. La mayoría eran estudiantes de nutrición. Justamente, expresa Mónica Izurieta, la intención es provocar en los estudiantes reacción ante los problemas alimentarios de las sociedades contemporáneas.

Explica que hacia los años 80, la desnutrición era el principal problema, y que pese a que en la actualidad este problema persista, la mayor preocupación es la obesidad. El 29% de niños escolares tiene obesidad en Ecuador.

Señala que es en esta época cuando se han fortalecido las ciencias de la nutrición, bajo “una visión reduccionista de determinismo biológico y de causalismo”, propia del neoliberalismo.

Doris Guilcamaigua, otra de las ponentes del Área de la Salud, explica las dietas neoliberales y tóxicas requieren ser analizadas desde una visión interdisciplinaria: “van con el tema de políticas, disponibilidad o mala distribución de alimentación, contaminación; reconocer que no hay una base alimentaria que no está siendo abordada en su potencialidad, y de identificar una problemática campo-ciudad”.

Para esta investigadora es necesario “construir esos vínculos, tratar de atacar todas esas problemáticas que suman a esta complejidad en la alimentación”.

Por otro lado, Orlando Felicita advierte que no solo debe buscarse alimentos naturales, sino conocer su origen y su real estado de pureza. Realizó un estudio en el mercado central de Riobamba y en tres hogares. Luego de su investigación en laboratorio, encontró residuos de agrotóxicos y metales pesados en vegetales y carnes.

Pudiera parecer un panorama desalentador, apunta Felicita. Sin embargo, debe tomarse como un factor para establecer estrategias. Y para prevenir enfermedades. Como primera herramienta básica es el lavado cuidadoso de los productos.

Los investigadores del Área de Salud llaman a abordar la alimentación no como un tema aislado de seguir una dieta, sino como una compleja estructura cruzada por intereses del mercado y de las transnacionales, ante los cuales, los Estados están llamados a responder con políticas integrales.

El seminario fue coordinado por Mónica Izurieta G, e intervinieron Jaime Breilh Paz y Miño, director del Cilab Salud; José Luis Coba, Mónica Izurieta G., Ylonka Tillería, Doris Guilcamaigua, María José Breilh, Orlando Felicita.

STR