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Académicos y sectores sociales discutieron sobre el Yasuní ITT en el escenario mundial

14 de abril, 2013

Por Silvia Coral
Periodista de Relaciones Públicas

Fotos: Carlos Larrea Maldonado

Video: Fernando Andrade C.

 

El Parque Nacional Yasuní, asentado en el corazón de la Amazonía ecuatoriana, ha sido objeto de múltiples estudios científicos, principalmente de expertos biólogos que han encontrado en este pequeño punto verde del planeta una verdadera fuente de investigación.

En días anteriores se llevó acabo la conferencia “El papel internacional de la Iniciativa Yasuní ITT”, que fue organizada conjuntamente entre la Universidad Andina Simón Bolívar y la Universidad Nacional de Australia, la misma que convocó a destacados académicos australianos, funcionarios del gobierno ecuatoriano, representantes de la comunidad huaorani, de la sociedad civil, y docentes y estudiantes de esta casa de estudios.

Esta actividad es el primer paso de un proyecto investigativo entre las dos universidades que tomará hasta el 2015, el cual consiste en realizar una investigación bilateral desde una perspectiva multidisciplinaria sobre la Iniciativa Yasuní ITT. La firma del acuerdo interinstitucional, ha sido posible gracias al interés demostrado por el gobierno australiano en apoyar este proyecto ambiental, siendo la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, seleccionada como su contraparte académica.

El director de la Unidad de Información Socio Ambiental –UISA- de esta Universidad, Carlos Larrea, manifestó que el plan de investigación contará con el aporte de especialistas en biología, derecho ambiental y economía política y se realizarán tallers tanto en Australia como en Ecuador, con el propósito de fusionar el mensaje y difundirlo a escala internacional.

“Australia es un país desarrollado, con cierta sensibilidad ambiental y, evidentemente, tiene una enorme biodiversidad y es multicultural, por lo cual hay muchas similitudes. Al mismo tiempo es un actor importante en el contexto internacional y el Proyecto Yasuní ITT plantea, por primera vez al mundo, la necesidad de mantener una parte importante de los combustibles fósiles inexplotados, porque de lo contrario se desencadenaría un calentamiento global de consecuencias catastróficas para nuestra civilización y el planeta”, afirmó Larrea.

La iniciativa Yasuní ITT se formuló en 2007 y Ecuador logró el apoyo de Naciones Unidas al convertirse en un socio internacional. Además cuenta con el apoyo significativo a nivel político del Parlamento Alemán así como de las contribuciones de países europeos como Italia, España y Luxemburgo, entre otros.

“Si bien es cierto hay algunos objetivos que no se han alcanzado todavía, yo comparto la idea de que en la medida en que surgen nuevos problemas en el escenario internacional, que no existían en 2007, es importante hacer una valoración crítica y nosotros como una institución académica podemos sugerir cambios al proyecto en diálogo con el Estado”, agregó.

Y, precisamente, uno de los aportes logrados en el reciente taller fue el planteamiento de ciertos cambios al proyecto, que se ajustan al contexto internacional actual. En este sentido, John Minns, Profesor Asociado y Director del Centro Nacional Australiano de Estudios Latinoamericanos, ANU, se refirió a que la biodiversidad, los ecosistemas y las biósferas del planeta no tienen fronteras ni líneas dibujadas como en los mapas políticos. “La chimenea que funciona a dos horas de mi casa en Australia les afecta a ustedes así como la deforestación en la Amazonía ecuatoriana nos afecta en mi país. Son problemas internacionales que requieren acciones internacionales”.

En una entrevista concedida al equipo periodístico de esta Universidad, Minns manifestó que lo que lo llevó a estudiar la Iniciativa Yasuní ITT es que se trata de “un intento global de acción atrevida para solucionar un gran desafío al que nos estamos enfrentando como es el cambio climático. Se trata de una propuesta de acción innovadora que resalta de entre otras propuestas que se están dando en los últimos años, en otros lugares del mundo”.

Desde su punto de vista, la fortaleza de esta iniciativa radica en verla como un programa piloto que bien puede ser un modelo para replicar, incluyendo la necesidad de preservar otras áreas de la Amazonía. “Sería maravilloso si esta parte del mundo pudiera ser preservada para siempre, yo creo que la iniciativa Yasuní ITT sugiere la posibilidad de un futuro sin recursos, sin petróleo, dado que los recursos naturales son finitos. Lo que pase con ella a futuro, cualquiera sea su destino exitoso o no, es crucial que haya sido planteada y legitimada ante el mundo”, dijo.

En definitiva, el Proyecto Yasuní ITT representa un paso importante hacia una política internacional que tome en consideración las repercusiones de la extracción de recursos fósiles en un entorno de calentamiento global y las posibilidades de un desarrollo humano y más verde en los países del Sur.

Otros criterios acerca de la Iniciativa Yasuní ITT
El objetivo de esta conferencia académica fue tratar la importancia del Yasuní ITT desde diferentes aristas. Por esta razón se invitó a varias personalidades involucradas en el tema.

Para la jefa de la Comisión Negociadora del Yasuní ITT, Ivonne Baki, el 78% de ecuatorianos “no quiere que se tope al Yasuní, considerado uno de los sitios de mayor concentración de biodiversidad del mundo”, según revela una reciente encuesta.

Y es que el gobierno actual ha planteado que, si no consigue el aporte de la comunidad internacional, emprenderá un Plan B, que supone la explotación, con el mayor cuidado ambiental posible, del crudo en los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini (ITT), situados en el Parque Nacional YasunÍ.

“Tenemos que unirnos los países amazónicos y el mundo en general para salvar ese único lugar y que va a regular el cambio climático al mundo, que es la Amazonía. En 2011 hicimos una campaña nacional para crear conciencia de orgullo. En 2012 nos concentramos en una campaña internacional y no ha sido fácil, tuvimos que llevar el Yasuní hacia el mundo con el lema Yo amo Yasuní.”, afirmó.

Por otro lado, Roque Sevilla, representante del sector turístico del Ecuador, señaló que el turismo favorece la conservación de los recursos naturales. “Hay que publicitar mundialmente que el Ecuador es un país conservacionista, eso va a atraer al turismo y no importaría renunciar a los recursos petroleros”. Pero a su juicio, el Proyecto Yasuní ITT se halla en un estancamiento importante debido a las contradicciones que tiene el gobierno respecto del interés de explotación petrolera en general y, por otro lado, la situación mundial con la crisis financiera europea que hay que tomarla en cuenta para replantear el proyecto. “Así como está planteado, no funciona. Parece que al Yasuní lo están cortando como a un queso y dejando tan solo una tira que es el ITT”.

La representante de las mujeres huaoranis, Manuela Lima, en un español bien manejado relató su profunda preocupación sobre su “tierra sagrada” (definición de Yasuní). Este sentimiento se agudizó aún más con el reciente enfrentamiento étnico entre huaoranis y el grupo no contactado taromenane.

“Los huaoranis decimos que si hay siete empresas petroleras ¿por qué primero no dejan limpio? Porque dejaron mucha contaminación. No han apoyado el tema de la salud ni de la educación y siguen con la idea de querer entrar y sacar más petróleo… Si tenemos un parque Yasuní es porque huaoranis lo hemos defendido desde hace años, si no ya existirían carreteras y asentamientos petroleros. Por eso yo pido que me apoyen, y a la comunidad huaorani también, para juntos hacer algo por esa zona intangible”, dijo Lima.

Mantener el petróleo bajo tierra en una de las zonas megadiversas del planeta es lo más importante y lo más positivo de este proyecto. Así lo entiende la investigadora Tania Dávila, quien se refirió a una reunión del año anterior en la Conferencia Río + 20, que trató sobre el Desarrollo Sostenido. “La Iniciativa Yasuní ITT tuvo mucha aceptación sobre todo porque ve por los derechos de la naturaleza. El siguiente paso es asegurar que exista un objetivo dentro del Plan Nacional del Buen Vivir, que impulsa el gobierno ecuatoriano, para garantizar los derechos de la naturaleza y la sostenibilidad territorial, con pertenencia cultural, que implica reconocer y valorar al Yasuní por su valor intrínseco y darle la oportunidad de que se regenere la vida en ese lugar”.

En este sentido, al recopilar las versiones de cada uno de los participantes de esta conferencia es pertinente realizar una evaluación académica que profundice en los principios básicos de esta iniciativa ambiental y sus posibilidades de replicabilidad en otros lugares del planeta, destacando sus alcances de protección del cambio climático