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A pocos días de cumplirse el bicentenario del nacimiento de Gabriel García Moreno, el Colegio de América Sede Latinoamericana y el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II de España organizan un congreso internacional que dedicará cuatro días, para hablar de este personaje, en sus dimensión humana y como estadista.
Del 16 al 19 de noviembre, 38 ponentes provenientes de 12 países disertarán alrededor de seis ejes en torno al expresidente: del Ecuador García Moreno en su tiempo; el pensamiento de García Moreno; la imagen de García Moreno; la huella de García Moreno; Hispanoamérica entre la tradición y la revolución; y el ultramontanismo hispanoamericano.
Con una visión divulgativa dirigida a un amplio público, este congreso acoge a académicos e investigadores de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Italia, México, Perú, y Uruguay. Además, un académico ecuatoriano intervendrá desde África, puesto que actualmente es profesor en la Universidad de Nairobi. También desde el África se contará con un representante.
Álvaro Mejía Salazar, docente del Área de Derecho de la Universidad Andina Simón Bolívar y miembro de la Academia de Historia del Ecuador, señala que “las dos facetas que hemos escogido hacen referencia a que primero es un recordar a su vida, y por eso hemos considerado importante hablar del hombre, de esa figura humana, que siempre va a tener luces y sombras. Y segundo, al estadista porque el principal aporte de este personaje histórico es como el primer gran estadista de nuestra historia”.
A propósito de la organización de este congreso, Voz Andina Internacional entrevistó a Álvaro Mejía Salazar en su espacio Diálogos Universitarios. A continuación, un extracto de la entrevista.
Sobre Gabriel García Moreno, ¿Por qué hay tanta opinión dividida sobre él? ¿Por qué hay tantos detractores y adeptos?
Todo hombre grande siempre va a generar polémicas. Si es que un personaje no genera polémica, simplemente significa que su paso por esta tierra ha sido por demás accidental, pero que no ha marcado un hito.
La figura de García Moreno, ciertamente, es polémica, porque García Moreno se enmarca del lado de la historia que no ganó. La historia que ganó, que impuso, que dicta desde inicios de siglo XX, una gran historia es la tendencia liberal. Claro, la de Eloy Alfaro tiene muchos detractores, pero como tiene más seguidores, las voces que son disidentes son pocas o apaleadas.
"La figura de García Moreno, ciertamente, es polémica, porque García Moreno se enmarca del lado de la historia que no ganó".
Muchos de los personajes que estuvieron relacionados con la oposición, y con la conspiración asesina de García Moreno, después fueron grandes líderes liberales que escribieron libros y difundieron su versión al final del día para limpiar los crímenes que ellos mismos habían cometido.
Desde hace más de un siglo hay muchas versiones interesadas por tapar la figura de este hombre, por hacer polémica. Muchos escritores también aprovechándose del morbo para vender libros. Por supuesto, también tiene personas que lo consideran un prohombre y podríamos decir que tanto en el pensamiento a favor como en el pensamiento en contra hay extremos definitivos. Gente que considera que se le debería nombrar santo, un extremo; y otro de gente que piensa que su nombre debería ser borrado de la historia, otro extremo.
En el congreso, precisamente, en una buena parte del mismo pretendemos dimensionar al hombre, por encima del mito, al gran estadista, al buen ser humano, sin ocultar sus equivocaciones, dimensionándolas en la justa medida, contextualizándolas en el momento histórico, relevando ciertamente las cosas que en favor del país lo realizó, y también viéndolo como una figura humana.
Sus supuestas perversiones son necesarias revisar; y también sus aportes definitivamente también son necesarios de relievar.
En su criterio, ¿cuáles fueron los rasgos fundamentales de su gestión, que se proyectan hasta ahora?
"García Moreno es un hijo de la Independencia y del nacimiento de la República; una república que se inicia entre un militarismo extranjero, un militarismo nacional, unos líderes civiles preclaros como el caso de Rocafuerte".
García Moreno es un hijo de la Independencia y del nacimiento de la República; una república que se inicia entre un militarismo extranjero, un militarismo nacional, unos líderes civiles preclaros como el caso de Rocafuerte, y también de otros líderes no tan luminosos como el caso de este porteño. Un país naciente, fragmentado con muchos intereses divididos, y ciertamente con todavía mucha reminiscencia del período colonial.
García Moreno tiene la suerte de viajar a Europa en dos ocasiones. En una de ellas, a realizar profundos estudios y analizar esa Europa que despertaba después de la consolidación de la Revolución Francesa y con el auge de la Revolución Industrial. Esa Europa nueva, pujante.
García Moreno trae el ámbito científico de una manera profunda al Ecuador, y también una apertura hacia la modernidad. Esta es una característica fundamental para que él haya desarrollado uno de los mejores gobiernos que en la historia ecuatoriana se ha identificado.
Con una racionalización de la hacienda fundamental; la hacienda que era un coto para el caudillismo de turno se racionalizó, se transparentó. Y claro, dejando de robar y no permitiendo que se roben el Estado tuvo suficiente dinero para emprender las obras públicas fundamentales, como por ejemplo, ese afán de unir Sierra con Costa a través de buenos caminos, para que el Ecuador pueda tener una buena distribución de productos internos, para después pensar en salir al mundo. La gran carretera que unía con Quito y otros muchísimos ramales. García Moreno, con esa idea de modernidad, y como digo, con erario público saneado, es el impulsor del ferrocarril.
Otra de las grandes obras de García Moreno fue el tema educativo. García Moreno se dio cuenta en países europeos que la base del desarrollo era la educación. Inició una obra educativa sin parangón trayendo órdenes religiosas para que realicen la enseñanza.
Entrevista completa:
Este congreso internacional es organizado por el Colegio de América, Sede Latinoamérica (Quito) y el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II (Madrid), con el auspicio de la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador y la adhesión de la Academia Nacional de Historia, la Academia Ecuatoriana de Historia Eclesiástica y el Instituto Panamericano de Geografía e Historia, Sección Nacional de Ecuador.
STR
