Las sociedades democráticas evolucionan y se consolidan como tales en un clima de paz, en el cual prima el respeto, la participación y el diálogo como mecanismos efectivos para arribar a grandes acuerdos encaminados a equilibrar las prerrogativas del poder público con los derechos de las personas, en la perspectiva de avanzar en un proceso consensuado hacia la eliminación de desigualdades históricas. Solamente en este marco, las reivindicaciones y luchas sociales, que engrandecen a los pueblos, pueden concretarse en la mejora de las condiciones de vida de todas las personas.

En esta hora preocupante que vive el país nos solidarizamos con la lucha popular y de los pueblos indígenas; a la par que hacemos un llamado para que las protestas se desarrollen sin actos de violencia ni vandalismo. Así mismo, convocamos a las autoridades públicas para que se respeten todos los derechos de los manifestantes, y se establezcan en el menor tiempo posible los mecanismos que permitan superar esta crisis.

Diálogo y respeto requiere el país, escuchar propuestas y construir soluciones tantas veces postergadas. Hacemos votos porque esto se concrete prontamente, solo así podremos seguir construyendo la sociedad democrática que precisamente es nuestra principal responsabilidad colectiva.

 

Quito, 8 de octubre de 2019