Por María Fernanda Cedeño Égüez

En la Sala Manuela Sáenz se escuchan nuevas voces. No se trata de las habituales conferencias, foros o conversatorios, sino de las sopranos, contraltos y mezzosopranos; de los tenores, barítonos y bajos que, en todas sus tesituras y timbres, se dan cita para dejarse oír por todo lo alto. Se trata de las audiciones que se realizan para conformar el coro de la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador.

Docentes, estudiantes, trabajadores; además, hijos y nietos desde los 15 años de edad de toda la comunidad universitaria pueden participar. Este jueves 15 de marzo, a partir de las 16h30, tendrá lugar la segunda audición que, al igual que la primera, tiene por objetivo “ubicar” las voces en los diferentes espectros armónicos mas no “elegirlas”. Por lo tanto, según se ha anunciado “todos quienes así lo deseen, formarán parte del coro”.

Durante la primera reunión, Jaime Breilh, rector de la Universidad Andina, impulsor de la idea y uno de los primeros en apuntarse a las audiciones, explicó que esta iniciativa forma parte del Programa AndinaSaludable que, como marco general y a través de una serie de acciones asertivas, busca aportar al vivir bien de la comunidad universitaria y de sus familias.

Jaime Breilh agradeció a los inscritos, quienes trabajarán bajo la guía del maestro Juan Carlos Velasco y resaltó los beneficios que la música tiene para la salud. “La música es una forma de vida, es una manera de relacionarse con las personas de modo positivo, es gratificante, anima los ambientes e invita a compartirlos de forma auténtica y feliz”.

Juan Carlos Velasco felicitó la iniciativa de las autoridades quienes “luchan contracorriente porque están abriendo una nueva posibilidad al arte y a la música en un país en el que hemos retrocedido 100 años en estas áreas”.

Velasco, quien trabajó la audición junto a Amanda Chávez (pianista) y Susana Nicolalde (directora de teatro) recalcó que el número de inscritos ha superado cualquier expectativa. “En mi experiencia, alcanzar 12 postulantes interesados en conformar un coro es un éxito porque las personas tienen temor a exponerse, a fallar. Aquí, tenemos 76”.

Para Juan Carlos Velasco, cantar en colectivo es la puerta más grande que él ha descubierto “para que este mundo sea de iguales. Aquí no hay competencia. Este es un trabajo colectivo, fructífero no solo para los integrantes del coro sino para sus familias y sus entornos”.

Respecto de los beneficios para la salud, resaltó tres como los más importantes: “eleva la autoestima, baja el nivel de estrés y ‘nos hermana’ permitiéndonos alcanzar metas impresionantes a nivel intelectual y emocional”.

“Es más –dijo Velasco- cuando los coros llegan a compenetrarse totalmente, hasta los latidos del corazón de los integrantes se sintonizan porque la música se maneja a un mismo pulso”.

Esta aseveración coincide con un artículo publicado por la BBC de Londres que recoge un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) quienes “monitorearon el ritmo cardíaco de los cantantes mientras realizaban una serie de trabajos corales y descubrieron que en la medida que los miembros cantaban al unísono, sus pulsos empezaban a acelerarse y a ralentizarse a la vez”.

En el ensayo publicado en la revista especializada Frontiers in Neurosciencie, los científicos escribieron que la sincronización ocurre debido a que los cantantes coordinan su respiración.

“Creemos que cuando exhalas activas el nervio vago, que va desde el tronco encefálico hacia el corazón. Y cuando esto se activa, el corazón late con más lentitud", explicó el doctor Bjorn Vickhoff, de la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo.

Cantar, sin duda, es beneficioso. Y por ello, el maestro Juan Carlos Velasco incentiva a todos quienes quieran incursionar en esta actividad. Y lo hace con una aseveración: “todas las voces son buenas. No hay voces feas ni malas. Solo hay que encontrar dónde ubicarlas y trabajar un poco para que se acoplen al grupo”.

Antes de las audiciones, el maestro Velasco realiza ejercicios de respiración y de relajamiento. Luego, se pone al piano. En orden, los postulantes desfilan uno a uno y realizan un primer intento. Al comienzo, en voz baja, luego, motivados por el maestro, la levantan y así, altivos, la mantienen hasta el final.

MFC / KR