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Boletín Spondylus

Vattimo: --Si algo pasó en la historia contemporánea, pasó en América Latina--


Publicado: 25-04-2010
Por Fernando Andrade C.


El filosofo italiano Gianni Vattimo visitó el país para dictar una conferencia en la Universidad Andina Simón Bolívar bajo el título "América Latina como futuro de la nueva Europa". Vattimo es uno de los representantes más importantes del pensamiento posmoderno. Ha publicado una amplia variedad de libros entre los que sobresalen El pensamiento débil, La sociedad transparente, El fin de la modernidad. Nihilismo y hermenéutica en la cultura posmoderna, Diálogo con Nietzsche (1961-2000), entre otros.

En esta entrevista exclusiva para Spondylus, el filósfo posmoderno nos plantea los elementos principales de su teoría y señala a América Latina como el escenario de la nueva historia.

Usted plantea en sus libros que la modernidad llegó a su fin y que ya no es posible de hablar de una historia unitaria. Sin embargo, la unidad está enfrentada a un mundo cada vez más homogéneo, en el que las consecuencias de la modernidad se han radicalizado. En este contexto, ¿es posible seguir hablando del fin de la modernidad?
Si es posible. Es verdad que la homogenización de todo es más visible, es decir que el mundo es más unitario. Pero contemporánea en la difusión de los medios de comunicación, que hacen esta unificación, se incluye también una multiplicación de voces, las culturas diferentes toman la palabra. Es una lógica intrínseca de los medios, los medios necesitan novedades y esto significa dar la palabra a las mujeres, a los feministas, a los homosexuales, a las culturas de minoría porque son las novedades que se pueden preguntar. Hay una dialéctica interna de los medios que, por un lado, unifican, difunden; por el otro lado, para su necesidad interior misma requieren dar la palabra a muchísima gente. Esto efectivamente significa el fin de una historia unitaria.

No olvidemos que esto no solo pasa con los medios de comunicación sino pasó con las luchas anticolonialistas, es decir que la modernidad se fundó sobre la idea que hay un curso de la historia encabezada por los europeos, por los occidentales. Eso significaba también el fin del colonialismo militar, económico, de todo.

En el siglo XX hay una multiplicación de revueltas anticoloniales que nos impiden a nosotros, los europeos, hablar de los africanos o de los latinoamericanos como pueblos subdesarrollados, primitivos, que todavía no han

"Hoy muchísimas culturas toman la palabra, se manifiestan e impiden hablar de una historia unitaria."

llegado a nuestra par. Esto era el fin de la modernidad porque uno de los datos característicos de la modernidad era que el valor principal en ella era de ser moderno porque pensamos que la modernidad es la más avanzada punta del Progreso, con “P” mayúscula, unitaria, etc. Cuando no se puede más pensar en esta unidad de la historia humana se acabó la modernidad, esto es simplemente el asunto.

Ahora se desarrolla un mundo de múltiples culturas, incluso de múltiples visiones de la historia. Los islámicos cuentan los años a partir de Mohamed y no del nacimiento de Cristo. Obviamente el dominio occidental sobre todo el mundo hace que, incluso para los egipcios o para los musulmanes, reconozcan que hoy estamos en el 2010. Esto es un signo de dominación.

Hoy muchísimas culturas toman la palabra, se manifiestan e impiden hablar de una historia unitaria. ¿Esto es una ventaja o una desventaja? Es una desventaja para los europeos que se creían la humanidad pura y simple, y ahora no son más así. Pero la ventaja es que, incluso, los individuos en este caos son más libres en la medida que eligen su propio estilo de vida, su propia interpretación del mundo, etc.

Con respecto a esto de “ser moderno”, el individuo, incluso el más crítico de modernidad, está vinculado de una u otra manera a hábitos, formas de vida, pensamientos de la modernidad. ¿Cómo entender este fin de la modernidad?
El desarrollo mismo de la modernidad implica que el fin de la modernidad sea un efecto de la modernidad. Marx decía que quería destruir el capitalismo, pero decía también  que el capitalismo crea en sí mismo sus asesinos. Por ejemplo hoy, si hay una posibilidad de transformar la sociedad en un sentido socialista, es porque la gente se acostumbró a consumir mucho, se acostumbró a utilizar los medios de comunicación y no tolera más estructuras demasiado rígidas y opresivas. Esto es interesante porque finalmente no hacemos una transformación que llegue de otro planeta. No, no llego de martes. Soy hijo de esta historia que es conducido por esta historia misma a una transformación.

Una de sus tesis de la conferencia dictada en la Universidad Andina Simón Bolívar fue que América Latina puede ser el origen de un nuevo modelo, una alternativa de la modernidad…
Es una idea muy seria que tengo. Pero cuando estoy en América Latina, los latinoamericanos me dicen: “¿Tú crees que nosotros podemos ser una alternativa? ¡Vamos!”

Efectivamente porque, más bien, hay una tendencia en la región a occidentalizar y a copiar modelos que vienen de Estados Unidos, principalmente.
Esto es verdad. Pero sería un punto interesante de la identidad latinoamericana intentar desarrollar lo más posible su propia herencia local, la cultura andina, el sentido de comunidad y cosas como estas.

En Europa, cuando yo hablo de esto me preguntan: “¿cómo lo piensas?”. Lo pienso, por un lado, con la referencia de la herencia cultural propia de este subcontinente que me parecen interesantes por lo que dije, y, por el otro lado, con base a algunos acontecimientos precisos que sucedieron en América Latina en las últimas décadas: se transformaron gobiernos, se cambiaron constituciones. Me parece que esto justifica esta suerte de mitología de la América Latina que yo tengo.

El continente donde aconteció algo significativo en la historia contemporánea es América Latina. En Europa no se transforma nada, todo se repite. India y China que son los grandes poderes nuevos de los cuales se habla se desarrollan solo desde un punto de vista económico, de bienes siempre más competitivos frente al Occidente norteamericano; pero no hay ninguna transformación política que podamos esperar.

Si algo pasó, pasó en Latinoamérica. Esto justifica nuestras esperanzas.

La última crisis económica del 2008 y 2009 nos puso frente a posiciones que nos hablaban de que estábamos cerca del fin del capitalismo. Sin embargo, esto no es una posibilidad real en vista de que no existe una alternativa de modelo visible. En este contexto, vemos que usted últimamente se encuentra empeñado en rescatar al marxismo.
Efectivamente, he reconocido que Marx se tiene que redescubrirlo. Se ha considerado que el fallecimiento del stalinismo era la prueba que el comunismo no se puede aplicar. Esto, incluso históricamente, no es tan cierto porque Stalin tuvo que construir un orden muy represivo porque se enfrentaba con un mundo capitalista e industrial muy fuerte.

"El continente donde aconteció algo significativo en la historia contemporánea es América Latina. En Europa no se transforma nada."

No olvidemos que quién salvó a Europa del nazismo fue Stalin y la Unión Soviética, no los americanos que llegaron luego.

Esto significa que hay dudas sobre la idea que el comunismo y el marxismo sean perros muertos y, sobre todo, con la crisis del capitalismo reciente que muestra como el capitalismo pasa fases de crisis y se renueva; pero cada crisis deja de lado muchísimos efectos colaterales: los sin trabajos, las industrias cerradas, etc. La gente debe darse cuenta de esto. Los gobiernos europeos y norteamericano reaccionaron a la crisis simplemente restaurando las fallas capitalistas antecedentes; es decir que se abren a una nueva crisis en cinco o diez años porque esta es la lógica del capitalismo.

Efectivamente hay un desarrollo económico del Producto Interno Bruto, pero con el sacrificio de mucha gente que se encuentra excluida del proceso productivo, que no tiene más trabajo, las familias que se disuelven, etc. Es por esto que uno tiene que repensar una alternativa de sistema al capitalismo. ¿Cuál será la propuesta? Obviamente, no es tan fácil imaginar una sociedad comunistas; pero si se limitaran un poco las diferencias de clases, se dejara un poco más de libertad a los más pobres, con más recursos sería algo.