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Boletín Spondylus

Una apuesta por la salud integrativa y preventiva


Por: José Luis Coba

Transcripción: Juan Andrés Santiana

Edición: Sofía Tinajero Romero

 

José Luis Coba, docente del Área de Salud de la Universidad Andina Simón Bolívar, entrevista a Roberto Hernández Rodríguez, médico mexicano.

Su conversación se adentra en la medicina integrativa, que permite enriquecerse del pensamiento de la salud china y la ancestral latinoamericana –de México y Ecuador-.

La acupuntura y la herbolaria en diálogo con la traumatología y la cirugía en hospitales alópatas. Roberto Hernández Rodríguez es cirujano ortopedista. Trabajó en el Instituto Mexicano de Seguridad Social. También fue jefe de Investigación a tiempo completo del Hospital Germán Díaz Lombardo en la ciudad de México.

Entre sus títulos está: Médico cirujano, traumatólogo y ortopedista. Maestría en Medicina tradicional china con el manejo del dolor acupuntura y herbolaria, traumatología tradicional china, por la Universidad de medicina China de Guangzhou, en la República Popular de China.

Ha profundizado en los estudios de trauma y quirúrgico y artroscópico, becado por el departamento de intercambio académico alemán durante tres años, y tiene un fellowship y una beca por el Birmingham Alabama Institute, en Estados Unidos.

Es un médico políglota: alemán, chino, mandarín, francés e inglés. Y también tiene una formación jurídica: Licenciado en Derecho; Maestro en Derecho Penal, por el Instituto Nacional de Ciencias Penales en México. Especialista en Derecho Procesal Penal, y diplomados y cursos monográficos en la materia penal.

¿Cuál es la situación de la medicina integrativa actualmente en tu país, México?

Dadas las condiciones sociales actuales y el empobrecimiento de la población, no se da abasto el sistema social con la medicina occidental. Y dentro del mismo Seguro Social
-así le llamamos al Instituto- hay un departamento de herbolaria que radica en Xochitepec, cerca de la capital, Cuernavaca, Morelos.

Y, precisamente, legalizan la interacción en el uso de las medicinas tradicionales, porque como sabrás, México también tiene una vasta cultura prehispánica que nos heredó a través del herbolario Badiano, que es un compendio de las hierbas medicinales de México. Se combinan con la importación de la cultura china y la medicina oriental. Especialmente, son conocidas la acupuntura y la herbolaria.

La herbolaria, específicamente en los tónicos y la estimulación de los órganos, porque nosotros contamos con toda la variedad y las formas que se utilizan como sopas en la herbolaria tradicional china.

Sin embargo, en México tenemos las tizanas. No son la mezcla -a diferencia de la oriental-, pero sí son utilizadas y abaladas por el gobierno, que es un gran avance.

Tú, con la experiencia de haber sido médico del Seguro Social mexicano, ¿cómo ves cómo era la situación del sistema de salud público en relación no solamente con las terapias integrativas -entre ellas, la acupuntura- sino también en relación con la actitud de los profesionales de la salud, frente a esta propuesta terapéutica no reduccionista? y también, ¿cuál era la actitud de la población que utilizaba o no esos servicios?

Si me permites contar una experiencia personal que ocurrió cuando regresé de China. Precisamente, armé un protocolo para obtener el grado de Maestro en Ciencias dentro del Instituto, y con el apoyo del doctor Xavier Lozoya, que era el titular de la herbolaria en México en aquel entonces, muy interesado en el manejo de las terapias alternativas,
-así le llamamos- armamos un protocolo para tratar el síndrome doloroso vertebral lumbar, con acupuntura, y también con alguna herbolaria con efectos analgésicos.

Esto lo practicamos, y hubo un impedimento muy extraño por parte del director, porque éramos un hospital -que ya no existe, lo cerraron- que era de traumatología. Y entonces, ellos no podían asimilar que había otro tipo de tratamientos para mejorar la condición del paciente que tuviera dolor de espalada.

No prosperó, pero sí tuvimos casos de éxito de manejar hasta la electroestimulación, y pacientes con quienes hasta la fecha sigo en contacto. Sin embargo, en el ámbito de la educación no fue aceptado.

Con el tiempo, se entendió que el cirujano también debía tener conocimientos en el ámbito de la investigación. Y ahora ya cuentan con maestros cirujanos en el ámbito de las Ciencias, que son los que realizan el diseño de los proyectos para ser publicados con respaldo científico, el método científico, como se dice.

Aquí, el problema con nosotros ocurrió posiblemente, porque era en los años 90, cuando regresé de China y luego me fui a Alemania. Al regresar de Alemania, yo abrí mi práctica privada donde implementé, pero ya con la autoridad que tuve de la línea científica que le puedes dar a tu consultorio.

Entonces, hablamos de los métodos conservadores y fue maravilloso, porque antes de que se publicara en las revistas internacionales, el tratamiento conservador del síndrome doloroso vertebral embosiático es igual de exitoso que el quirúrgico.

La única diferencia que existe es que en el quirúrgico es un poco más rápido el resultado, y en el ámbito conservador -que incluye fisioterapia, acupuntura, masaje y herbolaria- es el mismo éxito y hasta más barato, verdad.

Entonces, yo le implementé en el manejo del dolor, pero también otros elementos de la medicina oriental los combiné con la medicina herbolaria mexicana -que aquí podemos citar el toloache, el árnica y otros tipos de hierba que están a la orilla de los ríos, como la cola de caballo y la hierba del venado.

Hay cosas que existen y las implementamos en la fisioterapia. Hacemos la tizana, ponemos las compresas y las aplicamos en la casa y hacemos terapias nocturnas en la casa. Ya no tienen que ir a la unidad de rehabilitación, donde es costo de transporte, riesgo de que se caigan y molestias de tiempo, ¿verdad?

Entonces, tiene un impacto muy grande, pero somos pocos los médicos que nos dedicamos a implementar -como yo, como cirujano de columna-, opto más y tengo más pacientes que prefieren el tratamiento conservador y es exitoso.

Roberto, cuando tú hablas de tratamiento conservador, te refieres justamente al tratamiento que tiene esta mirada integrativa, esta propuesta desde el punto de vista del terapeuta; es una propuesta holística, una propuesta que funciona, entendiendo que la persona es un todo indivisible.

En este sentido, hace unos tres años estuvimos juntos en la Universidad de Medicinas Tradicionales del Estado de México. Ees muy importante destacar que en México, en tu país, existe una universidad que trabaja estos temas específicamente.

¿Cómo ves la situación académica en México alrededor de estas propuestas terapéuticas que las llamamos conservadoras, integrativas de ver a la salud individual y colectiva, como una realidad, como un proceso complejo y multidimensional, y que no necesariamente debe estar siempre estudiado, investigado, visualizado desde el reduccionismo biologicista?

Entonces, ¿cómo ves tú esta propuesta académica tan importante en México, en esta universidad que tienen? y ¿cómo ves tú en el país en general?

Claro, hablaré como jurista de que es menester substanciar el sustento académico con interesados, estudiosos, motivados en la medicina oriental, para que confluya y haya mayor comunicación entre lo regional, lo propio de nuestro país, con lo oriental.

Yo creo y siento que es de gran impacto lo experimentado en vivencias propias. La universidad nos dio la oportunidad de convivir y participar en enterarnos de todo lo que hace de forma holística, integrativa -como decías tú- la cosmovisión de esa universidad que es de preservar nuestras culturas madres, inclusive en sus lenguas nativas, originales.

Entonces, esa es una gran ventaja. Precisamente en el ámbito jurídico, se han implementado nuevos delitos de violencia obstétrica. Las mujeres desean que sean tratadas en el parto de pie, sujetas a un arco para que estén paradas, que es la forma más gravitacional, bañadas en baños de temazcal, con hierbas y con vapores que les permitan tener a sus hijos.

Ahora se sabe en el ámbito de la sicología, el trayecto del infante al nacer del canal del parto, le da ciertas cualidades al ser prácticamente comprimido en su salida, en comparación con la cesaría, que ahí no ocurre nada, ¿verdad?

Entonces, es muy importante rescatar este tipo de situaciones, pero con esas mentes brillantes, citándote a ti en tu persona, que estás tan interesado en rescatar, en no permitir que se olviden o sean soslayadas este tipo de terapias que respetan la integridad humana.

Y, precisamente, hablemos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de respetar el derecho pro persona de que se mejore el máximo beneficio para el paciente, que en la medicina occidental – y no me dejarás mentir- es un tanto impersonal, sobre todo, en el ámbito de seguridad social. Y luego nos cae el problema de que en el ámbito privado no es mejor, sino es comercial, y no voy abundar en eso, porque no es el tema. Pero simplemente, debemos decir que estamos en un parangón, donde podemos nosotros aprovechar el conocimiento y estimularlo, apoyar esas mentes brillantes, así como la tuya, ese conocimiento, para que esto se proyecte y no se pierda.

Gracias Roberto. Es importante esto que anotas. Y en este ejemplo que tú mencionas sobre la mujer parturienta, en el sentido de cómo elige una posición que, por naturaleza, es mucho más recomendable que la posición tradicional –tradicional, en sentido de la medicina alopática que a la mujer se le recuesta en una camilla, y desde ahí el ginecólogo masculino le atiende a la mujer, en este proceso importante en su vida.

Jurídicamente hablando, tú mencionas una situación importante, que son los Derechos Humanos, en el sentido en cómo todos tenemos derecho a elegir una forma de ser abordados, tratados, sanados con propuestas terapéuticas que incluyan estas miradas holísticas; estas miradas que no necesariamente fomentan la medicina o el modelo fármaco biomédico.

En este sentido, ¿cuál es la situación de este sistema, de este modelo fármaco biomédico, jurídicamente hablando en México? ¿Cómo ve tu país la legalidad o no de esta situación, de estas corporaciones en el detrimento de las medicinas que no comulgan con este modelo, justamente?

Sí, tiene el sustento jurídico, porque el Seguro Social ahora es un sistema nacional de salud que integra a todos los sistemas de salud que existían antes. Ha implementado hospitales especializados que les llama Hospitales de la Mujer, donde se respetan los Derechos Humanos, y se pondera el trato amable por parte del complejo, el equipo médico y el paramédico.

Entonces, al ocurrir esto se está tutelando el bien jurídico de la vida y la salud de las pacientes. En este caso, las mujeres.

Tenemos un atraso; la verdad es que México es un terreno tan grande e inhóspito; a veces es tan difícil. En estos momentos, el gobierno implementó el contratar médicos especialistas que no existen en las rancherías, en las montañas. Y tenemos una deficiencia de especialistas, de médicos que se vino agravando con los años, a raíz del cambio de gobierno, por un gobierno democrático y de izquierda.

El anterior neoliberal llevó hasta la privatización de la medicina, que surgieron un sinnúmero de hospitales que se sostienen por el tercero pagador; por el seguro de gastos médicos, y ahí es preciso decir que se paga, y entonces se indica la cesaría de una forma irresponsable cuando no hay indicación específica, real de que debe ser cesaría y no parto normal.

Entonces, el Seguro Social tiene ese tipo de programas a través del IMSS -antes era el IMSS Coplamar, luego Solidaridad, y ahora es Bienestar-, donde se maneja el que haya mujeres que traten a estas pacientes, sobre todo, en lugares donde no vamos médicos especialistas, porque no hay la comodidad, ni internet. Esta ventaja que estamos aquí platicando de dos países, y estamos aportando el conocimiento, lo poquito que uno tiene, para comunicarnos en un mundo globalizado.

Yo encuentro que, en una ranchería por arriba, ningún doctor que tenga un currículum como el tuyo va a querer irse a la sierra allá, bueno al menos como tú lo hiciste en la India.

En este momento, el gobierno apoya mucho a esta situación y es muy buena. No se va a perder la medicina tradicional mexicana ni la oriental por lo menos, en los próximos años, aquí en nuestro país.

México es reconocido internacionalmente por su comida, por sus alimentos. Por la forma en cómo combinan la vida, el espíritu, lo sagrado, el rito con los alimentos y cómo producen platos que tienen una relación muy importante con los procesos de sanación. Te digo esto, porque igual en mi país Ecuador, sucede algo similar.

Aquí tenemos muchas plantas medicinales, muchos alimentos propios de las regiones de este país, que también deben y son utilizados como elementos importantes de las terapias integrativas, la sanación como parte del alimento y el alimento como parte de la sanación.

En este sentido, ¿cuál es tu impresión, siendo mexicano, siendo terapeuta, siendo una persona formada desde la medicina tradicional china, la combinación del alimento y la salud en el ámbito mexicano?

Efectivamente, somos la cultura del maíz. El maíz es precioso, un alimento fundamental, completo, que es de fácil alcance y reúne las proteínas de origen vegetal, vitaminas, etc. Se mezcla y además es compatible con un montón de proteínas de animales.

El taco, que es nuestra carta al mundo, colocas tu hoja de maíz, tu tortilla de maíz, en otra parte de Latinoamérica creo que le llaman arepa o le llaman de otro tipo, de otra forma. Lo usamos así. También tenemos el chile.

Entonces, este tipo de alimentos tradicionales tienen vitaminas tan importantes del chile: la vitamina C y la capsaicina es un elemento analgésico natural del chile.

Tenemos riqueza en los vegetales que se consumen, que cultivan los aztecas en aquel entonces.

En Chinampas eran plataformas de madera cubiertas de tierra y flotantes imagínate, la hidroponía que ahora se está implementando, pero ellos eran creadores de la hidroponía, en ese momento, imagínate.

¡Qué hermoso! Era una Venecia mexicana, no todos somos médicos que tenemos esa visión ¿verdad?, hacia la salud y respeto a los Derechos Humanos, los ingenieros, los arquitectos, los conquistadores españoles cambiaron esa orografía de nuestra ciudad Tenochtitlan.

Esa mezcla de vegetales, por ejemplo, el caldo de res que está compuesto por la res, chayote, elote, las zanahorias, las espinacas, el cilantro, el chile. Entonces, todo ese tipo de elementos dan la nutrición necesaria para combatir la hipertensión arterial, la obesidad, el sistema metabólico y todas las redes que están condicionadas por la importación de alimentaciones a las que no estábamos acostumbrados ahora, que se conoce el mapa genético del mexicano. Pues, como se come una hamburguesa un gringo no le va hacer el mismo efecto al mexicano o el pollo Fried Kentuchy Chicken o el hot dog o la hamburguesa, ¿verdad?

Entonces, ese tipo de alimentación debemos de rescatar.

La última vez que estuve en el congreso de Berlín, en el año 2015, el lema del congreso era “zurück in der Zukunft”, que traducido al español te da una idea, te motiva a que volvamos al pasado, aunque Zukunft signifique futuro, en este juego de palabras de la filosofía, de la concepción de Goethe, del alemán, es volver a los métodos tradicionales de tratamiento que en su mayoría son conservadores, aunque se sabe que los aztecas practicaban cirugías, así como los incas. Pero la mayor parte eran a través de cataplasmas, de férulas, de inmovilizaciones, hierbas, tizanas y eso es real y está escrito.

Es muy importante lo que nos comentas: esta relación tan interesante y tan importante que es entender que la salud se construye desde el individuo, desde la familia, desde la comunidad y desde lo que se sería la estructura más macro. En este sentido, el alimento es tan importante para poder construir una vida saludable.

México, hace poco mostraba datos importantes sobre niveles de obesidad, justamente ocasionados por los cambios en la dieta de los y las mexicanas. La introducción en las costumbres de los habitantes, del consumo de bebidas carbonatadas, de gaseosas.

Desde el ámbito jurídico de la medicina integrativa, ¿cómo lo ves tú a esta situación específica de los altos niveles de obesidad en México?

Precisamente, trabajé junto con la asamblea de la Ciudad de México con un colega que se interesó porque trabajáramos por el etiquetado, que ya se logró. En el gobierno anterior del gobierno neoliberal, no se logró.

Nosotros trabajamos, aportamos todos los elementos en la legislatura y ahora aparece en las etiquetas y las envolturas de las marcas. Sobre todo, las harinas procesadas, los azúcares. Entonces, ya se legisló que están obligadas las empresas a poner ahí que tiene un alto grado de azúcares y elementos que son nocivos para la salud. Entonces, este es un paso muy grande para poder manejar esto.

Yo, como miembro de un colegio médico nacional de México, en el artículo cuarto de la Constitución, propusimos que se agregara que cada ciudadano mexicano es responsable de su salud. Así como tienen el derecho de procrearse, unirse, trabajar, etc., también es responsable de su personalísima salud, porque hablemos de la recién aprobada -por decreto presidencial de Andrés Manuel López Obrador, nuestro presidente-, de la prohibición de estos elementos químicos.

Por ejemplo, un instrumento como pipa –el vapeador le llaman- está prohibido en toda la nación, porque era de fácil alcance que hasta los menores de edad podían llegar a tener acceso a este tipo de elemento.

Entonces, realmente quién sabe cómo podamos decir que así son las cosas. La Ley está apoyando, vacunándonos no solo con la pandemia, sino con otros elementos que es una corriente que tú debes saber los antivacunas, ¿no? Entonces, en México se está ponderando que se haga este tipo de situación, de que la salud preventiva es mucho mejor que la curativa.

Completamente de acuerdo, Roberto. La prevención, por supuesto que es mucho más importante, necesaria y, por supuesto que es responsabilidad de cada uno de nosotros. Empieza en el individuo, crece con la familia y se expande en la comunidad.

Por lo tanto, completamente de acuerdo en acentuar esto de que también es responsabilidad de cada uno el cómo nos aproximamos, el cómo estamos con los elementos que pueden ser nocivos o no para nuestra salud, para lo cual también es importante la educación sobre cómo entender el potencial efecto malsano de muchos de los productos con los cuáles interactuamos. Y eso es un deber también de todas las otras instancias de la sociedad.

Muchas gracias a Roberto, médico cirujano, traumatólogo, investigador, abogado y también abogado y maestro en Derecho Penal del Instituto de Ciencias Penales en México.

Muchas gracias, Roberto por tu tiempo, por tus palabras y por conversar con nosotros para la revista Spondylus.

Un placer, gracias.