Boletín Spondylus
Rubén Asorey: --La justicia tributaria ha involucionado en América Latina--
Estudiante de la Maestría de Derecho
En América Latina, si bien existió un avance y algunos países declararon inconstitucional a través de fallos de sus cortes supremas o tribunales superiores la vigencia de este principio al igual que ocurrió en Europa, en Italia, se detecta en la región en este momento por un lado países que siguen aplicándolo y que lo aplican de una forma muy sofisticada. Por ejemplo el caso de Argentina, las discusiones de los impuestos federales ocurren ante el Tribunal Fiscal de la Nación, que es un tribunal jurisdiccional e independiente, pero que no es parte del poder judicial. Para poder apelar una decisión desfavorable del tribunal a la Cámara Judicial es necesario pagar el impuesto y los intereses.En otros países, hace poco di una conferencia en Cartagena, donde hice un revelamiento de algunos aspectos cruciales en nuestra materia y el estado de situación en América Latina y me encontré con la sorpresa que había algún otro país que, a pesar de que su tribunal superior había declarado la inconstitucionalidad, todavía se seguía aplicando encubiertamente.
¿Hacia dónde apuntan los sistemas tributarios actuales y cómo deben enmarcarse en la Constitución?
Yo creo que debería haber cambios significativos en el mediano plazo en cuanto a que los futuros regímenes tributarios, al no depender de recetas ortodoxas de organismo internacionales que apuntaban fundamentalmente a ciertos equilibrios y otros aspectos de la política financiera, estos regímenes tengan en consideración la necesidad de una mejor redistribución del ingreso en América Latina y que no se constituyan regímenes regresivos como por ejemplo la imposición a los consumos que afectan a la parte más vulnerable de la población.
Yo creo que ese debería ser el camino, pero –insisto– ese camino que es un camino de un verdadero Estado social de derecho no debe olvidar y debe poner incentivo en todo los aspectos que consagran la igualdad entre el fisco y el contribuyente. Porque la presencia de un Estado social no implica el olvido de las garantías que ha dado el Estado liberal, no son incompatibles, son necesariamente concurrentes.
¿Cuál sería una fórmula para la existencia de un sistema tributario en el cual se manifieste un equilibrio entre impuestos directos e indirectos?
Es muy difícil hace un análisis de lo que llamamos impuestos directos e indirectos porque sabemos la relatividad de esa diferenciación conceptual. De todas formas, lo importante es que la estructuración de un sistema fiscal en relación a aquellos tributos que hemos llamado fiscales o recaudatorios lo que tiene que estar fundamentalmente presente el principio de capacidad contributiva.
Lo que no tenemos que dejar es que siga avanzando, como ya ha ocurrido en muchos países latinoamericanos, el principio de la eficiencia de la recaudación porque en función de ese principio, mal interpretado de eficiencia en la recaudación, es el principio de recaudar con prescindencia de los instrumentos que se utilizan para ello es lo que produce la mayor parte de las vulneraciones de los valores constitucionales, y obviamente cuando estamos ante impuestos indirectos produce que se graven con impuestos a operaciones, transacciones o servicios que no deberían estar alcanzados.
En su opinión, ¿cómo ha evolucionado el concepto de justicia tributaria en América Latina?
Precisamente en la conferencia que di en Cartagena hace poco, la convocatoria era a que hablara sobre justicia tributaria en América Latina. Y, en ese revelamiento que hice país por país en forma anónima volcando la opinión de los más grandes tributaristas de cada país, la conclusión triste y lamentable que saqué es que hay un verdadero retroceso en materia de justicia tributaria en América Latina.
Por supuesto que hay algunos países que están mejor que otros, algunos tienen más tradición jurídica fiscal y no han involucionado de gran forma; pero hay otros en los cuales inclusive se ha detectado la utilización, en tres países de América Latina, del organismo de recaudación con finalidades intimidatorias, persecutorias de la oposición política o permisiva de los amigos del poder.
