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Boletín Spondylus

Rochabrún y su análisis del pensamiento de Marx


Publicado: 24-09-2009

Guillermo Rochabrún es Magíster en Sociología por la Pontificia Universidad Católica del Perú, y profesor de Teoría Sociológica en la Facultad de Ciencias Sociales en ese centro de estudios. Ha contribuido desde hace cuatro décadas a la formación de muchos científicos sociales destacados en el Perú.

En la conferencia "Batallas por la teoría en torno a Marx y el capitalismo", organizada por el Doctorado en Salud, Ambiente y Sociedad de la Universidad Andina, realizó un análisis sobre el pensamiento de Marx. Aprovechamos su presencia en el país para que comparta con nuestros lectores su visión respecto al pensador alemán.

En su libro Batallas por la teoría. En torno a Marx y el Perú usted hace un análisis de la obra de Marx. ¿Qué aportes personales le dejó esta relectura?
No sé si decir que es una relectura, lo que he hecho es establecer un contacto con la obra escrita de Marx de varias décadas en las cuales muchas cosas han pasado, no solo en el mundo sino en mi mismo acercamiento e interpretación.

Lo que rescato fundamentalmente, que se encuentra en Marx y en ningún otro lado, son algunas categorías teóricas y, en particular, la noción de forma o forma social que está adherida básicamente en El Capital, pero también en algunos textos anteriores. La matriz o contexto de relaciones sociales en el cual se dan todas las actividades sociales, incluyendo las actividades económicas.

La importancia crucial que tiene esta noción de forma es que nos permite pensar en alternativas; en no pensar que las formas que conocemos y en las cuales llevamos adelante nuestras actividades sean las únicas y que eso clausure la historia hacia delante. Además, las contradicciones de esas formas que se expresan en ciertas categorías conceptuales pueden dejar abiertas las posibilidades de entender otras alternativas de relaciones sociales que sean humanas y viables.

En su publicación además intenta rescatar al marxismo como un método científico, más que una ideología
Marx era una persona absolutamente comprometida con una causa histórica y que implicaba un combate ideológico frente a un determinado orden existente. El componente ideológico está en Marx y hay una serie de frases de él. Puedo mencionar una, para él El capital iba a ser “el más terrible misil jamás lanzado a la cabeza de la burguesía”. Eso es una frase de combate, no parece ser una frase científica.

La cuestión es que Marx tenía una autoconciencia muy grande de que su obra iba a cobrar un papel activo frente a la historia. Pero no es un autor de panfletos sino un pensador sumamente riguroso, autocrítico, profundamente reflexivo y eso nos parece fundamental. Cuando hablamos de método, prefiero pensar en qué formas de mirar tenemos en Marx con respecto al mundo social e histórico y ahí hay cuestiones fundamentales.

Al leer los escritos metodológicos de Marx encuentro que está atravesado por varias formas de pensar, algunas más sustentables que otras. Por ejemplo, la imagen evolucionista a estas alturas ya no es lo más valedero al hablar de sucesión de modos de producción que terminan finalmente en el comunismo. Aunque la idea de que el capitalismo ha desarrollado y permanente desarrolla sus fuerzas productivas, y en ese sentido evoluciona y se desarrollan y agudizan sus contradicciones me parece válido.

¿Cuál es la vigencia de la obra de Marx en la situación mundial actual?
En escritos de Marx, encontramos una conciencia muy clara de la importancia que tienen y su aplicación tecnológica para el desarrollo de las fuerzas productivas la ciencia. Esto lo lleva a escribir que la ciencia es la principal fuerza productiva. Cuando se dice que el conocimiento es lo fundamental, y no tanto las cosas y las máquinas eso ahora es palpable, evidente y claro entender, pero otra cosa era decirlo en 1850.

Hay una serie de ideas que ahora tiene igual vigencia de antes. Por ejemplo, la población desocupada como un elemento fundamental del sistema para la acumulación de capital. Si nuevo capital va a entrar en acción tiene que haber trabajadores que estén esperando, por lo tanto el día anterior esos trabajadores eran desempleados, y nunca pueden ser absorbidos de modo que nos quedemos sin desempleados. Con el desarrollo contemporáneo del capitalismo donde se necesita una fuerza de trabajo excedente, este criterio tiene una actualidad grande.

Hay cosas que se han diluido y una de ellas es la idea de un proletariado compacto, relativamente homogéneo, que de manera diametral va a entrar en un choque con la clase capitalista. Ese proletariado ha sido carcomido e integrado a las instituciones y en ese sentido creo que Marx no vio que el capitalismo podría ser flexible institucionalmente.

Algunos pensadores posmodernos afirman que Marx se inscribe en la Modernidad y, en este sentido, él también es parte de lo que conocemos como la crisis de Occidente. ¿Qué opinión le merece este criterio?
Creo que es un pensamiento parcialmente válido porque, como dice en algunos sectores, Marx es un hijo de la Ilustración y en los últimos tiempos la Ilustración ha recibido muchos cuestionamientos. La pregunta es ¿en qué medida estos cuestionamientos arrastran también al pensamiento de Marx?

La idea racionalista o utilitarista en que la acción humana está orientada a fines prácticos creo que es parte del Marx de la crítica de la economía política, pero ese Marx no se desdijo en cuanto a una imagen del ser humano. Un ejemplo de El capital, Marx reflexiona sobre cómo una fábrica moderna si fuese mucho más humanizada técnica y socialmente podría permitir que en ella trabaje toda la familia reunida, rotando en distintas tareas y aprendiendo mutuamente. Podríamos tener una sustancial horizontalidad entre gente de distinto sexo y edad. La conclusión que saca Marx es que bajo ese tipo de relaciones todo el autoritarismo patriarcal caería desde su base y tendríamos una familia totalmente distinta a la familia burguesa. Eso solo lo pudo decir alguien que sea sensible.

Entonces hay un Marx que rebasa al que hiciera la Crítica de la Economía Política desde una visión racionalista.

Uno de los puntos de mayor controversia en el marxismo es el tema de la abolición de la propiedad privada. ¿Qué nos puede decir al respecto?
Dos cosas, Marx distingue entre la propiedad privada y la propiedad privada capitalista. La propiedad privada es la que deriva del trabajo propio. En su análisis demuestra cómo el capital es producido por el trabajador, pero apropiado por el capitalista; eso da lugar a una propiedad privada capitalista que es una distorsión de la anterior propiedad privada.

El discurso pro capitalista no hace una distinción entre propiedad capitalista y no capitalista. Por lo tanto se dice que si tú tienes dos dólares en el bolsillo puedes ser un capitalista y no hace una distinción entre dinero y capital, entre mercado y capitalismo. Marx sí hace esa distinción.

La otra consideración es que esta diferencia disminuye la importancia de la noción de propiedad en el análisis de Marx y lo reemplaza por apropiación. Él dice que quienes están produciendo son los trabajadores, todos los que componen el trabajador colectivo; pero la apropiación la realiza el capitalismo en apego a las leyes de la propiedad capitalista porque estos trabajadores no aparecen dentro del proceso productivo como personas sino como ingredientes. Y de la misma manera que una máquina no puede ser copropietaria de una fábrica, a los trabajadores se les paga un salario y por lo demás están excluidos.

Entonces hay una apropiación que es la antitesis de la relación propiedad-trabajo o trabajo-propiedad que es una de las bases del pensamiento liberal.

El marxismo afirma que la configuración de imperios determinaría el fin del capitalismo. ¿Cree que la actual crisis financiera mundial nos estaría poniendo frente al fin del capitalismo, del que muchos hablan?
Ante todo, la frase es de Lenin y no se distingue si es fase superior o última frase porque hubo un cambio en la edición rusa.

No creo que estemos ante una crisis final porque ir más allá de un estado de cosas determinado implica tener una alternativa y no veo que exista una alternativa. Por ahora lo que encuentro es que se trata de ir pulsando si el capitalismo ha llegado a sus límites y desde ahí tratar de ir pensando una alternativa. Por lo demás, podemos estar o no de acuerdo en que el capitalismo esté entrando en una crisis muy profunda, pero en la medida que no hay una alternativa no tenemos a donde más ir. Y esa es la situación en la que estamos ahora.

El movimiento ecologista, los movimientos feministas y toda la temática de género abre nuevas perspectivas a ser trabajadas con Marx y más allá de él.