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Boletín Spondylus

Roberto González: --El Acutomo es una práctica que está muy bien aceptada--


Publicado: 14-12-2010


Por Ylonka Tillería
Asistente académica del Área de Salud

Roberto González es profesor titular de la especialidad de Acupuntura Humana en la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional en México. Médico de formación, González tiene un Doctorado por el Instituto de Teoría Básica de la Universidad de Medicina Tradicional China y Farmacología de Beijing.
 
En días pasados visitó la Universidad Andina Simón Bolívar para dictar un taller de Acutomo como parte del Programa de Especialización Superior en Acupuntura y Moxibustión del Área de Salud.
 
En conversación con el boletín electrónico Spondylus, este experto mexicano nos habla de la práctica de esta novedosa terapia de tratamiento del dolor que combina la medicina moderna con la medicina china.
 
¿En qué consiste esta terapia y en qué tipo de pacientes se puede aplicar?
Esta es una terapia que fue diseñada o inventada hacia la década de los 80 en China por el doctor Zhu Hanzhang quien falleció hace poco, pero nos dejó una terapéutica que es una maravilla. Yo considero que es la invención más importante de la acupuntura del siglo XX.
 
Está indicada para el tratamiento de la lesión crónica al tejido blando, lesión derivada de malos hábitos posturales, de traumatismos, muchas de estas enfermedades derivan del estrés cotidiano.
 
Ofrece un procedimiento microinvasivo que, como su nombre lo dice, es acutumo, una aguja cortante casi como de acupuntura que en la punta tiene un filo y permite llegar a sitios en los cuales la enfermedad crónica del tejido blando ha generado una serie de manifestaciones. Estas son concretamente estados de fibrosis, que generan a su vez otro tipo de problemas como contracturas musculares, procesos adherenciales y que limitan de una manera importante lo que se conoce como la actividad dinámico-funcional especialmente de articulaciones. Entonces es un procedimiento especialmente utilizado para patologías muy relacionadas con articulaciones, aunque se puede usar en terapia de órganos internos.
 
Al ser una terapia quirúrgica, ¿puede generar traumas o algún tipo de problema? ¿Cómo se prepara al paciente que tiene que realizarse esta técnica?
Se produce un trauma muy pequeño. La acupuntura, por ejemplo, consiste en la aplicación de una aguja que tiene un grosor de 0,3 milímetros, en el acutomo se utiliza de 0,6, otros de punto 0,3, es casi el doble de una aguja de acupuntura. Entonces la preparación es similar a lo que sería para una acupuntura, implica un riesgo operacional, por tanto es conveniente manejarlo como si fuera una cirugía menor. Se trabaja con métodos antisépticos con guantes quirúrgicos, todo el equipo debe de ser estéril.
 
¿Qué diferencia hay con otras terapias que se utilizan para el manejo del dolor?
Particularmente esta resuelve problemas que otras terapias no resuelven. Por ejemplo, la acupuntura no tiene la capacidad de romper fibrosis; de quitar calcificaciones; de quitar osteofitos; de regular un ligamento que previamente ha sido dañado y que el cuerpo, en el proceso de autoreparación, genera una fibrosis; calcificación y cicatrización que hace que el tendón o ligamento se contraiga o esté retraído. La acupuntura no lo puede hacer y tampoco otros procedimientos; desgraciadamente, a pesar de que la ortopedia contempla este tipo de circunstancias, no lo hace de manera tan eficaz como el acutomo.
 
Hicimos una investigación en el Politécnico en México. A manera de ejemplo, una sesión de acutomo brinda mejores resultados que diez sesiones de acupuntura. Con esta terapia logramos un efecto terapéutico en cuanto a analgesia se refiere y a control de limitación de movimiento.
 
¿Cuánto tiempo de preparación exige?
Actualmente tenemos un curso que contempla 220 horas, lógicamente que implica una parte teórica y una parte práctica para el manejo de patologías, a veces de difícil control como serían por ejemplo hernias discales, artrosis, entre otras. Estas dolencias requieren de más sesiones, a veces 4 ó 5, y exigen de una intervención más informada de parte del terapeuta, por tanto requiere de más tiempo para la intervención relativamente corta de patologías sencillas, es probable que con un entrenamiento inicial de poco tiempo se pueda hacer. Pero para intervenciones más específicas requiere un entrenamiento más específico.
 
¿Es necesaria la combinación con la acupuntura o se puede realizar el acutomo como técnica separada?
Desde mi punto de vista es necesaria la combinación con acupuntura y con medicina china en su conjunto, es decir, no sólo acupuntura sino otras herramientas terapéuticas de la medicina tradicional china como el masaje la herbolaria, la fitoterapia.
 
¿Qué nivel de aceptación tiene esta práctica en México y en otros países de la región?
Es una técnica todavía nueva, poco se conoce; pero puedo decir que dentro de lo que nosotros hemos trabajado en poco tiempo, es una práctica que está muy bien aceptada.
 
A manera de ejemplo, dentro del programa de entrenamiento tenemos brigadas médicas con 450 pacientes, donde el 80% fueron tratados por la acupuntura. Es la tercera brigada, por lo que se ha ido incrementando el número de pacientes. Supongo que cuando esto se difunda tendremos profesionales mejor capacitados.
 
¿Cómo promover esta nueva terapia en países como el Ecuador donde todavía se concede mayor atención al modelo médico alopático?
Creo que en la medida que se presente de una manera seria, con profesionales bien capacitados, no creo que haya dificultad para aceptarla porque es muy contundente el efecto. Es decir, si atiendo un paciente con un síndrome túnel del carpo y el 90% de los casos lo resuelvo con una intervención que me demanda tres minutos y prácticamente ninguna reparación posterior, es decir cuidados postquirúrgicos, nada más una leve inmovilización, el paciente a los tres días tiene recuperada su movilidad, creo que ningún servicio médico puede ir en contra de esto. Cuando lo otro es mucho más caro, más complicado para el paciente, que requiere mínimo dos o tres semanas de recuperación, creo que es muy obvio.
Con una sola intervención podemos resolver en buena medida problemas de migrañas, aunque es cierto que esta enfermedad no se cura, pero si podemos espaciar las crisis, a lo mejor cada dos, tres años. Hay patologías que sabemos que no se curan, nosotros tampoco las vamos a curar, pero si podemos espaciarlas, es casi una cura.