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Boletín Spondylus

Raúl Vallejo: --He sido una suerte de poeta vergonzante--


Publicado: 28-06-2010
Por Fernando Andrade C.
Editor del Portal

Después de su largo paso por el Ministerio de Educación, Raúl Vallejo Corral vuelve a la docencia universitaria, como Director del Área de Letras de la Universidad Andina. Afirma que en cualquier función en la que se encuentra su vocación seguirá siendo la escritura.

Su obra está compuesta por una amplia producción literaria en cuento, novela, poesía y ensayo. Entre las obras más importantes constan Acoso textual; Cuento a cuento cuento; Daguerrotipo; Máscaras para un concierto; Solo de palabras; Manía de contar, -antología-; Fiesta de solitarios; Tratado del amor triste; El alma en los labios; Cánticos para Oriana; Crónicas de un Mestizo; entre otras, con muchas de las cuales ganó premios de Literatura.

Recientemente fue anunciado como uno de los cinco ganadores del concurso internacional Sexto Continente del Relato Erótico con el cuento Bajo el signo de Isis. El concurso fue convocado por el programa Radial Sexto Continente de Radio Nacional de España y Ediciones Irreverentes, en el que participaron 153 escritores de 18 países. Los cuentos ganadores serán publicados en una antología que será presentado en Madrid, en septiembre de este año.

Vallejo es Licenciado en Literatura de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil; MA en la University of Maryland, College Park. Ocupó el Ministerio de Educación en tres gobiernos distintos, en diferentes época.  Además es Director  de la Revista Andina de Letras, Kipus. Después de poner su renuncia al cargo en mayo de este año, se reintegra nuevamente a la planta docente de la Universidad Andina.

¿Qué le motiva a un intelectual a aceptar un cargo público, en este caso el Ministerio de Educación?
Un cargo público se acepta porque uno cumple deberes de ciudadanía y uno de ellos reside justamente en servir al país, en servir a la Patria. No lo digo en términos grandilocuentes sino en términos que cada uno como ciudadano tiene responsabilidades. Ocupar un cargo público es una función de servicio, así lo entiendo y así lo he entendido siempre.

¿Pero hay la percepción de que la actividad intelectual no es compatible con la función pública?
Yo creo que ahí es cuando uno siente que debe obrar según los dictados de la conciencia, de una ideología capaz de proyectar un modelo de país. Entender un modelo de país como la construcción de una sociedad más solidaria, más justa.

Creo que hay dos tipos de intelectuales. Hay los intelectuales que nunca quieren hacer nada, que solamente se pasan criticando, que no entienden lo que es ocupar la función pública, que ven a la función pública como un ejercicio de poder. Esa visión es inadecuada.

Es importantísimo entender que en los momentos duros uno tiene que saber que está construyendo un tipo de país y en esos momentos evaluar qué tipo de acción hay que tomar para convencer a los estamentos de la sociedad, hasta donde sea posible, de que el proyecto que se está realizando va a beneficiar a todos.

¿Qué le dejó este paso por el Ministerio de Educación?
Una realización espiritual y eso tiene que ver con la posibilidad de haberme planteado y haberle planteado al país un proyecto educativo, un Plan Decenal, que fue aprobado mediante referéndum por la ciudadanía; haber empezado la construcción de las bases de una sociedad democrática. También me ha enseñado a ser mucho más crítico y autocrítico con las cosas que uno hace puesto que no vasta la voluntad para hacer las cosas. Hay necesidad de convencer a la sociedad de su conjunto, hay necesidad de rectificar cuando esa sociedad le dice a uno qué no es adecuado, hay necesidad de construir un discurso capaz de reconocer públicamente los errores.

¿Cree que logró ese convencimiento?
En el año 2006 convocamos a un referéndum para aprobar el Plan Decenal de la Educación, es el único plan del mundo aprobado en referéndum por la ciudadanía. Ese fue un primer gran convencimiento. El segundo gran convencimiento fue decirle a la ciudadanía: hay que despolitizar y despartidizar el aparato educativo. Esto significa confrontar a los poderes corporativos de los gremios, particularmente de la UNE, manejada por militantes del Movimiento Popular Democrático que hicieron de ese espacio un feudo político. Eso había que romper. Y había que romper el otro espacio que hizo de la Educación Intercultural Bilingüe también un feudo de la CONAIE y de su brazo político Pachakutik. Esas acciones recibieron el respaldo ciudadano porque la sociedad se dio cuenta que habíamos sacado a la educación del secuestro en que estaba.

En uno de sus ensayos usted dice: "Escritores: estaría por confirmarse; no por lo que digamos que queremos escribir sino porque lo que hayamos escrito; pero de seguro estetas de marketing, infantes berrinchosos, nuevamente las locas del barrio. Centrifugados por la hegemonía de un distintomismo poder que se reencaucha. Mercancia suntuaria en el aldeano mercado planetario. Almas periféricas con su hato de palabras a cuestas." ¿Qué significado tiene para usted el oficio de escribir?
Yo veo el oficio de escribir como una realización vital. Soy un escribir que, cuando estaba en el Ministerio estaba de Ministro, cuando he estado de rector de un colegio sigo siendo un escritor. Soy un escritor que estoy ocupando una función en otro lugar, pero mi vocación y mi realización personal está en la escritura. Para mi el oficio de escritor es una definición de vida.

Hay que diferenciar entre lo que es escribir porque es parte de una necesidad vital de una realización plena del espíritu personal y lo que significa ingresar en el mundo del mercado literario. Son dos cosas distintas. Hay escritores que ingresan en ese mundo y hay escritores que realizan su vocación desde la escritura; aunque después, por efectos de aquellos, también ingresen en ese mundo. No hay que ver a la literatura como una competencia de un mercado sino como una realización de un proyecto estético, que ese proyecto por su propio peso guste, se venda y tenga un público lector amplio es otra cosa; pero lo que uno debe buscar es la realización plena de aquello en lo que cree estéticamente hablando, más allá de las consideraciones del mercado.

¿Qué retos  enfrenta el escritor a la hora de escribir?
Hay algunos retos, el primero implica realizar plenamente el proyecto literario, es decir, uno se enfrenta a la palabra, se enfrenta al lenguaje, se enfrenta a la construcción misma de lo que es el poema, del cuento, de la novela, del ensayo. Y en ese proceso de construcción realiza un proyecto estético.

Pero luego el escritor se enfrenta a un público. No creo los escritores que dicen “yo escribo para mí mismo” porque eso es onanismo literario. Uno escribe algo para decirle algo a alguien. Uno escribe porque cree que lo que escribe merece la pena ser leído y en ese proceso de lectura esa persona va a ser otro, va a ser diferente de antes de haberlo leído. Si eso se logra, esa proyección de la escritura resulta un éxito. El éxito literario no tiene que ver con las ventas, tiene que ver con la capacidad de un texto de decirle algo a alguien.

Usted ha incursionado en varios géneros literarios: el cuento, la novela, la poesía y el ensayo. ¿Cuál le ha brindado más satisfacciones?
Creo que cada necesidad de decir literaria encuentra su género expresivo. Obviamente es en el cuento en donde me encuentro más a gusto, si se quiere mucho más en mi ambiente. El cuento es una manera muy sintética de escritura, de contar una historia con todos los elementos que, por ejemplo, una novela desarrolla en 200 páginas. El cuento es como congelar la realidad en un instante, pero ese instante está repleto de una vida que dura todos los instantes de la vida mismas.

Hace pocos días, Raúl Serrano me decía que su obra se caracteriza por los conflictos personales y cotidianos típicos de la modernidad que se escenifican en los espacios urbanos. ¿Cómo caracteriza a su obra? .
Mi obra en general es una suerte de Fiesta de solitarios, como es el título de uno de mis libros. Siempre realizo esa incursión en lo que es la soledad del amor del ser humano y la manera cómo ese ser se cubre de máscaras y cómo el relato literario o el texto literario, sea este poético o novelesco o cuentístico, desvela esas máscaras porque apunta a esa parte que está oculta en lo cotidiano.

Acoso textual es quizá la novela más representativa de su obra por su carácter innovador.  ¿Cómo nace esta novela?
Acoso textual conjuga todo esto. Es la historia de una persona sola que se relaciona con el mundo a través del Internet y con cada persona que se relaciona asume una personalidad distinta, por lo tanto todo el tiempo está enmascarado.

El origen de Acoso, lo he contado algunas veces, es anecdótico y es el haber estado alguna vez en Arkansas muy tarde en la noche, en el laboratorio de computación de la Universidad de Arkansas chateando y de repente entraron unas mujeres del Oriente Medio con sus burkas y todas estaban riéndose. Pero para mi fue impactante ver a este grupo de unas dos docenas de mujeres, todas con el rostro cubierto; pero al mismo tiempo hice la reflexión de que nosotros también estamos con el rostro cubierto, también estamos con esta burka contemporánea que es la pantalla de la computadora al otro lado de la comunicación. Esa otra persona no nos está viendo, esta viendo una computadora, esta viendo unas letras que aparecen en un chat, y aún cuando nos viera con sistemas más modernos como una webcam también está viendo una máscara en una pantalla. Entonces de ahí nació la idea de que podemos adoptar cualquier identidad en la net.

¿Es decir, de la impersonalidad del mundo moderno y los temores que provoca enfrentar a ese mundo?
Tal vez de un ser un humano que para confrontar a ese mundo utiliza máscaras y que al final del día se da cuenta que está profundamente solo.

¿Cuándo empieza a incursionar en la poesía?
Yo empecé a publicar poesía hace poco tiempo. En el 2003 apareció mi primer libro de poesía, Cánticos para Oriana; en el 2007, Crónicas del Mestizo, y en el 2008, Misa Solemnis. En realidad he sido una suerte de poeta vergonzante, he escrito siempre pero no me he atrevido a publicar. Me atreví no sé si porque pensé que los textos estaban bien o porque perdí el pudor. En todo el caso, la poesía permite una escritura mucho más íntima, una escritura que bucea mucho más en la interioridad misma del escritor y que lo confronta con la realización más plena del espíritu.

¿Entonces la poesía erótica es una pérdida más grande del pudor?
(Se ríe) En realidad, la poesía amatoria es una poesía erótica siempre porque indaga el deseo; en la que el cuerpo y el eros están siempre presentes ya sea como deseo, como ausencia, como sueño. La palabra que profundiza en lo erótica, profundiza en nosotros mismos empezando por el propio escritor. Entonces, la poesía erótica significa develar aún más este proceso de impudicia espiritual.

El programa Sexto Continente de Radio Exterior de España y Ediciones Irreverentes le han anunciado como uno de los ganadores del concurso Sexto Contienente del Relato Erórico. ¿Qué significado tiene ganar un premio literario?
Los premios literarios son una alegría para el escritor, para sus amigos y tal vez un visto bueno que le dice al escritor que el proyecto en el que está metido tiene algún tipo de funcionamiento. Cuando uno gana un premio literario tiene que tener un texto de calidad, pero al mismo tiempo que los lectores, es decir el jurado de ese concurso, coincidan en la apreciación de la calidad de ese texto literario. Entonces es circunstancial, pero al mismo tiempo permite que uno pueda tener un poco más de confianza porque dice “el proyecto funciona”, funciona en un jurado que vive en otro continente que tiene otro tipo de lecturas, que compara textos de 18 países, de distinto nivel y que algunos no lo conocen, es decir que no tiene ni simpatías ni antipatías para poder decir: “¿Este cuento de quién es? Ha sido de un señor Raúl Vallejo del Ecuador”. Eso da bastante satisfacción y seguridad en el proyecto estético en el que uno está trabajando. En la realización de un proyecto estético nuevo lo más angustioso es preguntarse continuamente, cada momento y en la escritura de cada palabra si esto funciona, si va a funcionar, si habrá un lector que diga “me gusta esto”, “me dice algo esto”, “he leído este cuento y realmente me ha hecho pensar en mi vida, en la vida de alguien”. Es decir, si tiene un eco. Esa es una angustia terrible porque la escritura es un proceso de soledad y uno no sabe qué valor tiene lo que escribe hasta que lo publica. Entonces la confrontación con el lector es el miedo más grande que tenemos los escritores.

Finalmente, una pregunta que quizá le hace con frecuencia. ¿Cómo se produce la inspiración en un escritor?
Hay toda una discusión acerca de la inspiración; pero creo en lo que decía Picaso: “la inspiración existe pero esperemos que llegue cuando uno está trabajando”. Uno, como escritor, tiene una sensibilidad de contemplación, está viendo el mundo, está viendo lo que sucede. Tiene una mirada que le permite ver aquello que las otras personas no ven. Sucede en todas las profesiones, yo no digo que el escritor es un iluminado, lo que quiero decir es que un arquitecto puede ver los volúmenes y los espacios en un terreno vacío y puede decir “aquí puede ir una casa de esta naturaleza y una dimensión” porque tiene una sensibilidad artística para contemplar ese tipo de cosas.

Un poeta como Neruda ve poesía en el caldillo de congrio y hasta ahora nadie le ha hecho una poesía al caldo de manguera. Julio Pazos tiene un lindo poemario sobre comidas del Ecuador. Lo que quiero decir es que el poeta, y el escritor en general, está viendo es mundo que se nos pasa en lo cotidiano. Uno como autor, y en el caso de cuento que se llama la Bajo el signo de Isis, es un cuento de amor erótico que responde a la historia de dos personajes, un hombre y una mujer, que exploran, bajo el signo del amor, mutuamente sus cuerpos. Dicho así, es una historia común y repetida; pero lo importante es que el cuento ve una parte que no está dicha en esta relación. No voy a contarla, así que espero que cuando salga la antología de cuentos en España la adquieran.

Para ver el libro Bajo el signo de Isis, presione aquí.