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Boletín Spondylus

Paulo Matos: --En la revolución tecnológica podría estar el cambio hacia el humanismo--


Publicado: 31-08-2008
Aprovechamos la presencia de Paulo Emilio Matos, como profesor invitado del Doctorado en Administración que la Universidad Andina está desarrollando, para hacerle una entrevista.

Matos analizó el rol de las empresas y del trabajo en la actualidad, y cómo se abordan estos temas desde la formación académica de la administración. Este docente brasileño afirmó que la revolución tecnológica puede ser el factor que lleve a la empresa hacia una práctica más humana.

¿Cuál es el papel de la empresa en la actualidad?
Históricamente, por lo menos desde la era industrial, el papel principal de las organizaciones estatales y privadas es transformar el mundo. En este momento, con todas las nuevas propuestas de la globalización y a partir de la revolución de la microelectrónica y todos los medios de comunicación, creo que la misión, mucho más que transformar el mundo, es dirigir esa transformación hacia un sentido más humanitario.

Ahora compete, especialmente desde la academia, hacer que esos cambios sean provechosos para la humanidad, incluso en el gigantesco reto de sobrevivencia que la propia cuestión ambiental nos propone.

¿En la práctica la empresa está cumpliendo ese papel?
Estamos en el inicio de ese proceso; sin embargo, incluso la propia academia aún no logra entender este papel. Nosotros estamos ejerciendo la enseñanza de conceptos de un mundo que está en proceso de desaparecimiento, quizá la teoría social que estamos difundiendo en la actualidad es una teoría caduca. Agunos académicos, teóricos e incluso no académicos están proponiendo visiones diferentes a la herencia que nos dejó un modelo de sociedad que está claramente en su punto terminal de descenso.

Estas visiones proponen situaciones, retos para las generaciones presentes y futuras que sino son superadas irán condenadas al desaparecimiento.

"En la actualidad el papel de la empresa es producir una transformación en un sentido más humano."

En este contexto, ¿cuál es el rol del trabajo en las organizaciones?
Esa es la cuestión central de la administración. Desafortunadamente la tradición de las escuelas de administración no está centrada en ese punto. Hay toda una concepción que viene del origen mismo de la teoría de las organizaciones, a inicios del siglo XX, de metaforizar las organizaciones como máquinas y eso ha sido dominante incluso en la literatura.

Los conocimientos de la Física y de las ciencias de la naturaleza fueron privilegiados en el origen de los estudios de la administración. Afortunadamente esto empieza a cambiar en nuestros días. Hay escuelas en el mundo y autores que están preocupados en rescatar el sentido histórico de la formación de los conjuntos de trabajadores en las organizaciones, compañías y corporaciones. Estas utilizan métodos historiográficos, sociológicos que contribuyen al desarrollo de una teoría del trabajo, desde el punto de vista de la gestión mucho más rica, libre de la metáfora de la máquina y que resuelve muchos de nuestros problemas.

Sin embargo en la práctica la tendencia es inversa, al parecer nos avecinamos a una sociedad al estilo de “Un mundo feliz”, de Huxley, en donde se considera al trabajador como una máquina o como un eslabón en el proceso de producción en serie. ¿Cómo desprender a las organizaciones modernas de esa concepción de trabajo?
De la misma manera que se construyó este concepto. ¿Cómo se construyó? A partir de las grandes transformaciones del mundo industrial. El vector transformador de la sociedad en el periodo industrial fue la evolución y el dominio de la energía física que posibilitó para la humanidad un fantástico desarrollo en los procesos de producción. Entonces nada más natural que, en este momento en que la centralidad de la vida y del planeta estaba en el descubrimiento de nuevas formas de energía y su transformación, se reduzca el humanismo en preponderancia del mecanicismo.

Ahora vivimos otra  revolución técnica más poderosa que la anterior, de los medios de comunicación, de procesamiento y transmisión de datos. La naturaleza de esta revolución técnica es completamente diferente: la anterior tenía su cambio en función energética; la de ahora, en el insumo informacional.

En la actualidad hablamos de un hombre informado utilizando una metáfora de Herbert Simon. Este Premio Nóbel de Economía hablaba de una decisión completamente informada, es decir los hombres deben tomar una decisiones con toda la información que se tenga disponible. Quizá jamás llegaremos a este punto, pero jamás estuvimos tan cerca de él que ahora, con todos los aparatos y esta revolución.

Entonces creo que es impensable que con todos esos cambios no estemos generando un nuevo concepto del hombre, de trabajo y de las organizaciones.

Las teorías de la administración y gestión organizacional cuánto se han alejado del pensamiento filosófico.
De nuevo una constatación que no es muy gratificante: las escuelas de administración en el mundo son parte de un proceso casi universal. En un contacto reciente con una escuela francesa importante logré constatar que la enseñanza en las escuelas de administración de Francia repiten los modelos norteamericanos. No es que esté mal, pero es restrictivo. Está influencia casi hegemónica no enriquece el desarrollo de las escuelas de negocios y administración pública en todo el mundo.

Sin embargo, creo que cada vez los programas de estudios en administración en Latinoamérica están asumiendo su propia identidad. Por ejemplo, en Brasil, que tiene una tradición de enseñanza en estudios en administración a nivel de pregrado de más de 50 años, ya empiezan a surgir escuelas con identidad propia.

"Las escuelas de administración en el mundo han tenido una influencia hegemónica del modelo norteamericano."

¿Los frecuentes problemas en la gestión de las empresas se producen porque estas están dirigidas por gente que no tiene formación en administración o  porque, al momento de dirigirlas, los administradores se olvidan de la teoría?
Suceden las dos cosas. Hay muchas personas que tienen una buena formación, tienen estudios en Francia, en Harvard, en grandes escuelas. No se puede hablar de una ausencia de formación académica. Entonces existen dos posibilidades: que la gestión en la universidad está muy aislada de la teoría, o que el ejercicio de la gestión pública o privada en la mayoría de los casos no involucra a administradores. Es decir, las personas vienen de otras áreas en donde pueden ser muy buenas, pero tienen una ausencia de formación en gestión. Y esto se reproduce a todo nivel; por ejemplo, la producción literaria de gestión en la escuela donde dicto clases la van a encontrar en los estantes de las librerías muy cerca de la literatura de autoayuda.

¿Cómo se entienden las organizaciones comunitarias y otras formas de empresas locales en el contexto que hemos analizado?
Tal vez a través de ellas podría generarse la transformación que hablamos anteriormente. Los modelos, formales o no formales, es lo que está establecido y no difieren de los principios que los instituyeron. Pero cuando hablamos de los movimientos sociales, nuevas formas de organización de trabajo estamos en el campo de la experimentación.

Encontré en Ecuador una literatura sobre una experiencia de organización que se interrumpió con la conquista española de una forma abrupta que fue desarrollada por los Incas. Estoy convencido que hay mucha riqueza en la cultura de los incas.