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Boletín Spondylus

Los principios del Trabajo decente y objetivos de Desarrollo Sostenible como instrumentos de la integración regional y de los procesos de desglobalización


Por: Elisa Lanas

Edición: Sofía Tinajero Romero

Elisa Lanas, docente del Área de Derecho de la Universidad Andina Simón Bolívar, invita a Elisa Sierra Hernaiz profesora titular del Derecho del trabajo y la seguridad social, en la Universidad Pública de Navarra, para hablar acerca de cómo pueden aplicarse los principios del Trabajo Decente y Objetivos de Desarrollo Sostenible en el contexto de pandemia.

En este espacio, centran su análisis en cómo su aplicación podría servir como instrumento de integración regional y de los procesos de desglobalización.

 

Elisa, ¿cómo miras tú esa posibilidad de aplicar estos principios al mundo del trabajo? Y ¿cómo eso permitiría un acercamiento, una desglobalización de esta economía importante de las relaciones laborales?

En primer lugar, te quiero agradecer a ti, Elisa, la invitación a participar en esta entrevista, y también a la Universidad Andina por tomar iniciativas como estas, y con este formato, que me parece interesante. Para mí es absolutamente desconocido, pero me parece muy útil para la difusión del conocimiento.

¿Cómo se pueden aplicar los principios del trabajo decente y objetivos de desarrollo sostenible en este contexto de desglobalización? Yo creo que estamos ante una oportunidad histórica para hacerlo. Una oportunidad que probablemente no estaba pensada en el momento de la redacción de los principios del trabajo decente, que son anteriores a los objetivos de desarrollo sostenible. Si bien es cierto que los objetivos de desarrollo sostenible, en gran medida, se apoyan en los principios del trabajo decente.

Entonces, estos principios -ambos- fueron aprobados para garantizar un desarrollo inclusivo, sostenible e igualitario, en un contexto de globalización. En cambio, ahora nos encontramos en un contexto que vamos hacia una desglobalización total, que probablemente desde un punto de vista económico no se vaya a producir, pero hacia un proceso de desglobalización que puede verse acrecentado, o impulsado por la pandemia, y por las gravísimas carencias que esta pandemia mundial está mostrando al cabo de un año, año y medio.

Porque al principio fueron más soportables sus efectos, pero ahora empezamos a ver que la situación se está perpetuando; que no sabemos cuándo y cómo va a acabar. Y cómo eso está forzando o impulsando procesos de desglobalización y cooperación interregional.

Entonces, yo creo que los redactores de estos principios, cuando los aprobaron, no pensaban en un contexto como este. Pero yo creo que en el actual contexto es una oportunidad histórica única para aplicarlos, porque vamos hacia una reestructuración, refundación de las ideas que estaba vigentes hasta hace un año y medio. Y eso va a implicar que haya que tomar medidas económicas, pero también sociales. Y esa puede ser una vía para integrar, porque son principios basados en la igualdad, en la cooperación, en el desarrollo y en el respeto a dignidad de la persona.

Esta desglobalización implicaría una relocalización de la producción. Y, me preguntaba, ¿cómo miras tú esas -en mi opinión- posibles amenazas a ese intentar regresar a lo local, a la producción local para la satisfacción de las necesidades de las personas? ¿Implicaría, por un lado, esa pugna que ha existido en materia de derechos laborales? Precisamente, la causa de la deslocalización de la producción en entornos económica y laboralmente más baratos fue ese plus, ahorrarse los costes laborales. ¿Cómo ves? ¿Ves tú factible la posibilidad de que estas empresas acostumbradas a pagar menos en los procesos productivos en estos otros países si estarían o no dispuestas a volver a producir en sus propios países con un coste laboral mayor?

Muy interesante tu pregunta, porque conforme te iba a escuchando, se me ha ocurrido una respuesta que quizás sea un poco rápida, pero que igual sirve. Y es que ahora mismo, lo barato está saliendo muy caro. Yo hablo desde la perspectiva europea. Cómo a nosotros se nos han parado las cadenas de producción. Nosotros somos muy dependientes del mercado asiático. Por el cierre de las fábricas allá por la pandemia, estamos teniendo unos altos costes económicos ahora mismo, con una subida de inflación muy importante, con las materias básicas disparadas de precios, y con una gran incertidumbre en cuanto a esta situación.

Claro, ahora tú dices, bueno en su momento es cierto que los procesos de deslocalización, producto de la globalización fueron procesos encaminados al ahorro de costes laborales, porque se decía que producir allá era más barato, unido a los incentivos que tenían las empresas por producir en dichos países. Estamos hablando de grandes acuerdos comerciales, que escapan también al coste laboral.

Entonces, qué ha pasado. Hablo desde la experiencia europea. Nos hemos encontrado en Europa con la necesidad de tener que volver a producir nosotros materia prima y productos básicos, que en un principio ya los teníamos absolutamente deslocalizados, y que van a tener que volver a ser producidos en un entorno europeo, o cerca de un entorno europeo, por los riesgos que han traído estas deslocalizaciones.

¿A qué coste? Evidentemente, el coste laboral va a ser más alto. Pero no podemos pensar solo en un coste laboral, en cuanto al empresario, sino también que esa vuelta hacia lo local va a generar riqueza a nivel local. Vamos a tener más mano de obra produciendo en España, va a afectar por supuesto al desempleo -hablo desde la perspectiva española-. Esperemos bajar tasas de desempleo, esperemos aumentar impuestos, y sobre todo, esperemos también que la protección social repercuta también después en un beneficio a la sociedad.

Quiero decir que lo que por un lado te puede suponer un incremento del coste laboral, al mismo tiempo eso te pueda crear, o te vuelve a generar riqueza regional. Y esa riqueza regional yo creo que tú tienes más capacidad de distribuirla con políticas sociales públicas adecuadas -eso es importantísimo. Con esas políticas sociales públicas adecuadas tienes la capacidad de generar una distribución de esa riqueza en un entorno regional que lo necesita. Y a partir de ahí, vas creando estructuras económicas y sociales potentes que van a repercutir en el beneficio de la sociedad.

Yo lo veo así. Está muy bien producir en China, que es nuestra realidad. El haber llevado la producción a China o depender de la producción de China nos está llevando ahora mismo a una situación de desabastecimiento -no dramática-, pero una situación que para nosotros era impensable hace casi ya dos años cuando estalló la pandemia.

Entonces, yo creo que en este caso de los costes laborales, lo barato sale caro. Ahora mismo nos está saliendo caro; se está planteando la necesidad de volver a producir, a que Europa vuelva a ser un mercado que produzca bienes y servicios. Esto me imagino que puede ir para todas las partes del mundo, igualmente.

Aquí, en Europa no hay materia prima. Pero ustedes tienen materias primas, y con la capacidad de producir que tienen, también sería un ejemplo buenísimo de la necesidad de volver a producir ustedes mismos, aunque sus costes laborales sean más caros, pero pueden reunir una riqueza a largo plazo, y un bienestar social, y una distribución y una igualdad. Importantísimo eso, igualdad para todos los integrantes de la sociedad, desde un punto de vista distributivo, redistributivo.

Efectivamente, lo vemos como una oportunidad el regresar a una producción más local o regional, como apuntaba tu importante ponencia de las jornadas de las que hablábamos. Bueno, la Unión Europea evidentemente es este referente que tenemos las otras regiones, que de alguna manera buscamos esa posibilidad de poder integrarnos. Y ciertamente, por eso es importante escuchar cuál ha sido el desarrollo en cuanto a ciertos aspectos.

Hablando precisamente de esa alternativa, de poder regresar a producir en entornos más cercanos, sino exclusivamente locales, sí por lo menos regionales -lo que además favorece esa integración-, yo veo como una dificultad quizás también de un cierto nivel de complejidad. La que tiene que ver con el grado de desarrollo en cuanto al saber hacer.

 Efectivamente, en Latinoamérica sí que tenemos materia prima. Incluso te diría, hay países que tienen un mayor desarrollo a nivel técnico, de formación, de comunicaciones, y eso evidentemente puede significar que se conviertan en esos polos del saber hacer.

Porque este proceso de la globalización significó que los países centrales mantuvieran ese conocimiento, y la producción se enviara precisamente a países periféricos. Si es que en este planteamiento que nos hacemos, volvemos a la idea de producir íntegramente en una zona cercana, lo que nos queda pendiente a los países en desarrollo sería precisamente generar esa capacidad técnica de hacer las cosas. Y allí -te digo con sinceridad- yo veo alguna dificultad.

En esta experiencia tuya, de España dentro de la Unión Europea, ¿ves tú factible -que hablando a nivel regional-, la CAN pudiera efectivamente solventar, por ejemplo, ya no esperar los chips de las computadoras de Asia, sino que las pueda hacer totalmente en la propia región? ¿Cómo lo ves?

Estoy totalmente de acuerdo con lo que planteas. La capacidad de generar conocimiento es uno de los pilares del desarrollo social de un país. Entonces, sí tú tienes unas políticas económicas buenas para tu país, y tienes unas políticas sociales buenas, pero no tienes unas políticas basadas en un conocimiento de la sociedad, te falta uno de los pilares del desarrollo del país. Entonces, estoy totalmente de acuerdo.

Por eso, yo creo que es tan importante que esta vuelta a lo local sea en condiciones de calidad y de dignidad de las personas. Entonces, no se trata de volver a asumir la producción en unas condiciones bajas desde el punto de vista social. Sino que lo que hay que hacer es garantizar que esa producción sea una producción que respete los objetivos de desarrollo sostenible, los principios del trabajo decente. Y para eso, tienes que tener un país formado; que sus trabajadores estén formados, capacitados para volver a producir.

No es producir por producir, sino producir con una capacidad de generar riqueza que te quedes tú con ella. Yo creo que Latinoamérica puede ser un magnífico ejemplo. Nosotros en Europa lo tenemos muy asentado por la Unión Europea. Pero la Unión Europea, en el fondo, es una unión de países, pero también de regiones. Y entonces ahí, la Unión Europea, para funcionar, han trabajado en los pilares social, el respeto, el reconocimiento de derechos sociales de un país al otro, así como la sociedad del conocimiento, la formación en nuevas tecnologías, y formarte desde un punto de vista igualitario.

Claro, eso es complicado, porque tienes que tener una infraestructura de educación pública a todos los niveles; los niveles escolares, y niveles universitarios. Y que eso llegue a toda la población. Ese es uno de los problemas del desarrollo sostenible de los países. Que muchas veces dices, tengo las materias primas, tengo las ganas de hacerlo, y puedo incluso generar la riqueza para volver a producir yo, pero si no tienes una estructura social igualitaria en todo, a  nivel sanitario, a nivel educacional, a nivel de impuestos, a nivel de todo, se te puede romper el esquema e imposibilitar.

Pero yo creo que uno de los pilares para el desarrollo interregional en Latinoamérica es generar conocimiento, la sociedad del conocimiento. Donde sea, donde se detecte esa necesidad que va fundamentalmente a la capacidad de producir. Ustedes tienen una capacidad, podrían producir muchísimo porque tienen la materia prima y tienen la capacidad de hacerlo.

Quizás ese sea un problema, que aquí en Europa lo estamos detectando ahora también, porque en Europa se está detectando que hay grandes carencias, muchos puestos de trabajo que se quedan sin ocupar, sin cubrir porque no hay gente formada para ello. Porque o son nuevas tecnologías, o no ha llegado todavía la formación, y dices, bueno y de dónde saco yo ahora la mano de obra.

Entonces, tienes que tener mano de obra formada. Un ejemplo. En Pamplona tenemos en Navarra una empresa de automóviles importantísima. Según lo he leído en prensa, parece ser que le van a dar la producción del coche eléctrico. Eso es importantísimo para garantizar la continuidad de la fábrica. Eso va a implicar un cambio en la formación que se da en esta comunidad para tener que adaptarnos a esa realidad, porque, sino, para qué queremos una empresa como esa, si después nosotros no tenemos el conocimiento para mantenerla.

Yo creo que ahí es fundamental que los Estados latinoamericanos se tomen la educación como una prioridad absoluta. Formar a todos sus ciudadanos es fundamental. Ustedes tienen una buena red de escuelas y colegios, en Ecuador, ¿verdad?

Con un anterior gobierno, hubo un proyecto de estas escuelas y colegios del milenium, unidades educativas del milenium, que lo que buscaba era efectivamente fortalecer la calidad de la educación. Este proyecto, la verdad no cuajó muy bien, por diversos motivos. Y claro, la pandemia ciertamente ha venido a afectar muchísimo, sobre todo el derecho a la educación, por la poca conectividad, la falta de recursos, de medios para que los chicos y las chicas puedan seguir estudiando. Creo que tenemos ahora concretamente una situación muy compleja a ese nivel.

Superada la pandemia, esperamos efectivamente que la calidad en la educación mejore, cantidad y calidad. Porque también tenemos un porcentaje muy importante de la población que no ha podido continuar con sus niveles de escolarización, por falta de recursos económicos y posibilidades de hacerlo. Entonces, ahí tenemos un vacío grande.

Yo coincido contigo, que habría que fortalecer la educación. Me ha gustado mucho esa consideración, no solamente en derecho a la educación, sino de estos otros derechos, que son todos los derechos sociales. O sea, no se le puede pedir a un estudiante que -por más que se le ofrezca la educación-, estudie si el resto de las condiciones de su vida y de su familia no son las mínimas aceptables.

Y a eso deberían apuntar los objetivos, efectivamente concordando con lo que comentábamos, estos objetivos de desarrollo sostenible pasan evidentemente por lo que los Estados deben asumir como prioritario. Y ojalá así sea, Elisa.

Ha sido muy grato, como siempre, conversar contigo, y efectivamente poder cruzar estas valiosísimas ideas que esperamos que ciertamente permeen a nuestra realidad y esta tan dolorosa situación que estamos viviendo en la pandemia, se convierta en eso, en una oportunidad para mejorar aspectos de la vida, de la economía, y claro que sí, del mundo laboral.

Con una despedida tuya, pues cerraría esta entrevista.

Yo de verdad creo que Latinoamérica debe aprovechar esta oportunidad histórica para establecer un desarrollo sostenible a todos los niveles sociales. Redistribuir -ya sé que queda utópico- pero redistribuir riqueza, y de verdad que la educación sea uno de los pilares. Si tú tienes a una sociedad educada y formada, globalmente, tienes a un país que es capaz de llegar a hacer cosas probablemente impensables.

De nuevo, muchas gracias por contar conmigo. Siempre es un placer colaborar con ustedes. Una muy buena universidad la Andina. No lo digo porque tenga trato, sino porque de verdad considero que hacen cosas muy interesantes, y está muy bien planteada.