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Boletín Spondylus

La innovación en educación


Por: Miguel Herrera Pavo 

Edición: Sofía Tinajero Romero 

 

¿Qué es innovar en educación? Para responder a esta pregunta, Miguel Herrera, docente del Área de Educación, entrevista a Hortensia Morán Monge, profesora en la Facultad de Educación en la Universidad de Sevilla y miembro del grupo de investigación Didáctica de las Ciencias Experimentales, Sociales y Matemáticas de la Facultad de Educación de la Universidad de Huelva, desde el 2011. 

La entrevista se centra en la innovación curricular y su relación con la investigación por parte del profesorado. 

 

Desde que entraron en escena las tecnologías de la información y la comunicación, sobre todo a partir de esta vivencia que tuvimos de la pandemia, está en boca de todos la innovación, y se asocia mucho a las tecnologías. Desde tu perspectiva, ¿en qué consiste innovar en el campo educativo? 

Yo creo que efectivamente has dado en el clavo. Parece que hoy en día la palabra innovación la usan mucho las administraciones y las empresas para ponerse también como un sello de calidad o de garantía. Y muchas veces entienden malamente. Pienso que también hay muchos mitos detrás de lo que es la innovación.  

La gente en general presume que la innovación está centrada en lo que son los recursos y las nuevas metodologías. Sobre todo, en las TIC. Se dice, tengo una profesora o un profesor que es muy innovador porque hoy en clase ha hecho un proceso de gamificación; ha hecho alguna actividad que ha salido fuera de lo que es la rutina de la clase; ha hecho una actividad a lo mejor más de carácter experimental o manipulativa. 

Entonces, debemos entender que la innovación es mucho más compleja que hablar de un recurso o de una propuesta metodológica. La innovación tiene más patas, tiene más hilos, más conexiones que lo que es solamente cerrarla o limitarla a un determinado recurso, a un determinado material, a una determinada propuesta metodológica. 

Yo me pongo en la piel de los docentes que tienen una presión del sistema por innovar. Y todos empiezan a buscar, como tú dices, recursos o metodologías que pueden generar otro tipo de dinámicas en sus aulas.  

¿Cuál sería el rol que tienen los docentes realmente? Porque tú dices que no se trata de buscar recursos, no se trata de solo de aplicar una metodología. ¿Cuál es el rol? ¿qué papel juegan los docentes a la hora de innovar? ¿Qué es lo que tienen que hacer? 

Innovación y competencias son palabras mayores. Y cuando hablamos de palabras mayores, no existen respuestas sencillas a qué es la innovación. No son cosas que podamos aplicar en todas las aulas por igual. Como decía un profesor, sino tú estás domesticando la enseñanza. La innovación es muy salvaje, en el sentido en el que toma sentido cuando se contextualiza el aula y cuando se contextualiza para dar respuesta a un problema, a una necesidad educativa del aula.  

Es ahí cuando ya tienes sentido de la innovación. La innovación también está obviamente muy vinculada no solamente a saber detectar problemas en el aula y todas las respuestas de carácter educativo. Sino también tiene un factor muy importante del docente, porque el docente también tiene que hacer un trabajo personal y de auto deconstruirse, en el sentido en el que como la innovación muchas veces surge desde un ambiente espontáneo. 

Y no sabe cómo va a surgir ese proceso de enseñanza aprendizaje. Entonces, lo que también tenemos que tener presente es que la innovación, aunque suena así como algo espontáneo, tiene un rigor. 

La innovación se fundamenta en una intención y aquí el docente cobra otro papel importante. El docente no es un aplicador de metodología o un aplicador de unidades o propuesta didáctica. Aquí el docente también investiga. Me refiero a que está tomando en todo momento conciencia de lo que está sucediendo en el aula. Está viendo, está observando, está viendo qué necesidades tiene su alumnado, qué dificultades tiene para después eso llevarlo a la siguiente fase, que es la transposición didáctica o educativa; una práctica docente. 

Si entendemos este rol investigador que tiene el docente, la innovación es el eslabón intermedio entre la práctica educativa y la investigación. La investigación, obviamente, es un proceso mucho más largo, un proceso más riguroso, un proceso en el que la utilidad, lo mejor, no es inmediata, sino es más a medio largo plazo. 

En cambio, la innovación sí tiene ese punto de utilidad y práctica que viene a aplicarla en ese momento. Por lo tanto, también cuando la gente dice: “yo quiero ser una profesora o un maestro muy innovador”, pienso que ese un camino, que se va haciendo poco a poco. 

Si tú desde un primer momento dices “yo voy a ser un profesor o una profesora muy innovadora”, y corriendo quieres echar mano de todas esas estrategias, pero no están integradas contigo, con tu forma de ser, no funciona. Porque tú te tienes que sentir cómodo en esa forma de actuar. Y ya no solamente sentirte cómodo contigo y entrar en coherencia. 

La innovación arranca porque viene a resolver una problemática. Y esa problemática puede ser de muy distinta índole. Puede ser problemática como hemos comentado antes, de que hemos analizado, visto dicho o hecho una investigación previa, que nuestro alumnado tiene una dificultad para aprender determinados conceptos, ya sean del área que sea, de Ciencias sociales, lengua o porque también las necesidades educativas de nuestro centro en el contexto en el que está en el barrio.  

Vemos que es un barrio de difícil desempeño; nuestros niños vienen con problema de alimentación. Es conveniente, entonces, que el equipo directivo y que el centro planifiquen propuestas educativas que sirvan para mejorar y dar respuesta a esas problemáticas sociales de índole social. 

Entonces, entendiendo desde esta perspectiva lo que es la innovación, ya nos cuesta nomás situarla a lo que en un principio: a un método o a un recurso.  

Qué interesante lo que dices, porque acá en Ecuador estamos trabajando mucho con darle un giro al paradigma educativo desde el que se plantean las clases. El Ministerio de Educación hace propuestas muy interesantes de trabajo por competencias, de trabajos basados en proyectos interdisciplinares, que consiguen generar dinámicas diferentes de integración de las TIC, y todo este debate está efectivamente en el aire.  

Lo estamos discutiendo todos los días. Pero efectivamente eso no sería innovar, porque en gran medida el rol que asume el o la docente en estas circunstancias es un rol técnico reproductor de esas directrices que se emanan desde el Ministerio de Educación, y que no es que eso sea malo; tiene sentido. Pero, en el contexto de lo que tú nos comentas, eso no sería innovar. Es simplemente aplicar la propuesta que se nos indica desde el Ministerio de Educación. Eso es interesante. 

También existe otra cosa: si analizamos el currículum, muchas veces ya per sé, y si tú preguntas a otros docentes, y dicen, uy no, el currículum es detractor de la innovación, el currículo es muy cerrado. Sí y no. 

Mis alumnos -yo que formo a futuros maestros, tanto de secundaria como de primaria y de infantil, cuando les hago que analicen el currículum, y que hagan verdaderamente una labor de análisis y no de lectura, me dicen, Hortensia, te has dado cuenta de que el currículum es mucho más innovador de lo que parece, porque en realidad no nos está dando pautas cerradas. No me está diciendo qué contenidos debo de trabajar ni cómo lo debo de trabajar uno por uno. Sino que el currículum nos ofrece orientaciones y esa es la palabra clave: son orientaciones metodológicas, orientaciones a nivel también de contenido; qué contenidos podemos trabajar.  

Pero no nos está diciendo en ningún momento ni que tenemos que usar el libro de texto, ni que tenemos que secuenciar los contenidos de la forma en la cual después se dan, porque tú vas a un centro de Sevilla capital o de Madrid, o donde sea, en ese mismo tiempo y en ese mismo ciclo te das cuenta que están todos dando lo mismo y de forma síncrona, ese mismo contenido. 

Cuando en realidad los currículos, las descripciones, tanto a nivel autonómico como estatal, nos dan libertad a los centros educativos y a los docentes a que eso se plasme, se contextualice a tu realidad. Es decir, a las realidades del centro, a la realidad de tu grupo, a la etapa educativa. Lo que pasa es que no sé exactamente qué es lo que sucede, pero después eso no se lleva. O sea, se intenta al fin y al cabo, de planificar como siempre nos han enseñado. 

Yo creo que esa es la rueda en que no entramos. Seguimos en una rueda que por mucho que trabajamos, sobre todo los docentes que enseñamos a los docentes, a cómo deberían innovar y de mejorar las cosas, sigan sucediendo lo mismo. Pero es por eso, porque no nos hemos parado a pensar, a interpretar y a pensar que efectivamente nosotros tenemos que ir un poquito más allá, y es de interpretar, planificar y adaptar. Y no coger prestado de otro, y hacerlos igual. 

Entonces, si nosotros enseñamos como nos han enseñado, nunca se rompen ese ciclo. Y hacerlo  parece una tontería, pero es muy duro. Yo les pregunto a mis alumnos, ¿qué docentes les gustaría ser en el futuro? Y no se lo han planteado. Digo, en la utopía, no pongáis ningún obstáculo. ¿Cómo sería ser docente? Imagínatelo. Incluso me lo puedes dibujar, porque muchas veces en esa forma de dibujar y de plasmar, salen otras cuestiones que a lo mejor no verbalizamos. Y me dibujan a docentes en muy distintos ámbitos: fuera del aula, en una clase y unas disposiciones que no son las normales y las comunes. Y lo hablamos, lo discutimos. Decimos, bueno y a ti ¿qué te impide hacer eso? ¿te está diciendo algo el currículum de que no lo sea?  

Y cuando echamos mano, investigamos porque aquí viene de nuevo la otra parte, la investigación. Nos damos cuenta de que reproducimos como nos han enseñado, tanto nuestras experiencias docentes previas educativas que por mucho que nos pidan ser un maestro innovador y aquí tienes estos recursos y esto, como no se ha trabajado desde mi filtro en el cual yo he construido, me es muy difícil después empezar a cambiar. 

Es una temática compleja pero muy interesante y muy apasionante. Y yo no quiero echar balones fuera, como hace mucha gente. Hay cosas muy innovadoras, hay cosas que yo pienso que están bastante bien, pero sí que es cierto. Parece que cuando hacen estas nuevas leyes curriculares y educativas, a veces se nota como un Frankenstein. No se corresponde muchas veces desde el objetivo que marcan después con la evaluación. 

Porque para ser un profesor y dar clases innovadoras, se tiene que corresponder mi objetivo, mi finalidad con la manera con la cual yo voy a evaluar. Y parece que surge como una contradicción. 

Es interesante lo que dices de esa problemática en España, porque acá en el Ecuador es exactamente la misma. Yo creo que tenemos una propuesta curricular y una ley en conjunto de leyes y normas que rigen la vida de las escuelas, que brindan suficiente flexibilidad. Pero después hay una visión administrativa de cómo eso se debe llevar a las escuelas y colegios, que son reproductivas, podemos decir aludiendo a Giroux y a Bourdieu, podemos hablar de que ahí hay reproducción realmente. 

Y yo creo que esa idea de que la biografía del docente, las experiencias educativas previas marca mucho la capacidad. 

Y eso hay que sacarlo, hay que reconocerlo. Hay que mirarlo y hay que mirarse un espejo. Todo esto me recuerda a una idea que decía: la abuela siempre cuando hacía el pavo, lo cortaba en cuatro trozos para meterlo en el horno. Y generación tras generación, pues hacías el pavo siempre cortadito en esos cuatro trozos. Hasta que de repente una de esas generaciones, dice: bueno y por qué lo estás haciendo así. Bien, porque así lo hacía mi madre, así lo hacía mi abuela y la abuela de mi abuela. El caso que le dan por preguntar a una de estas generaciones que todavía quedaba viva, y dice bueno y abuela esto por qué. Porque el horno era muy pequeño y se corta para que cupiera. Y dije, pero bueno, ahora nuestro horno es enorme; no hace falta ya que lo cortemos.  

Esa es labor de reflexión tan tonta, como venimos con esa herencia, no nos preguntamos, no nos cuestionamos. Y eso es lo que sucede; esa es la clave. La clave es quitar el maquillaje, ir a lo profundo, ir a donde está, sacarlo, reconocerlo. Y en ese proceso de explicitarlo y de reconocerlo es entonces en el momento en que a lo mejor sí que se puede producir el cambio. Pero sobre todo y me quedaría con la idea de que el cambio sea muy coherente con el docente.   

Creo que no debemos empujar a los docentes a un abismo, en un postureo de que soy muy innovador y todo eso no te lo creas. Y no es que no te lo creas, sino que tú no te sientes cómodo, porque de verdad que se puede ser absolutamente innovador con un lápiz y un papel, o una pizarra de toda la vida. Y se puede ser un carca, con todas las tecnologías que tú quieras, con el 3D, la realidad virtual.  

Sí es cierto. Veo mucho intento de innovar con tecnologías y cuando haces una reflexión o análisis de lo que se está realizando, ves una perspectiva conductista, por ejemplo, y no ves una evolución en el paradigma educativo.  

El punto clave que recogería de lo que tú has comentado es justamente el tema de la investigación; esa capacidad de investigar y de atar la innovación al contexto, porque la investigación sobre las necesidades contextuales, y a partir de ellas, la identificación de problemáticas, ver cómo se atiende específicamente con las herramientas que tenemos a nuestra disposición. Como bien dices, muchas veces no son las tecnologías; son otras cosas. A veces basta un lápiz y un papel.  

Entonces yo creo que ahora con toda esta problemática que tenemos, después de la pandemia -después de la pandemia es un decir, porque no es que esté acabada, verdad, pero parece que estamos entrando en otra etapa. Y en esta nueva etapa que aquí en el Ecuador estamos recién retornando en este año decimos hemos comenzado a retornar a las aulas presenciales, hay muchas problemáticas de rezago, verdad, porque los estudiantes se han quedado un poco atrás en el camino que se les marca, porque ha sido muy difícil la educación remota de emergencia.  

En este contexto tan complejo, yo creo que la innovación puede jugar un rol crucial. Yo siempre hablo de esos procesos de Design thinking, que son como muy claros y muy buenos para innovar: dónde identificó una problemática. Les pregunto a las personas que viven esa problemática cómo y por qué la viven, y trato de hacer una lluvia de ideas de posibles soluciones, discutirlas con ellos y empezar a trabajar una planificación; ensayarla y después evaluar si me fue bien. 

Ahí veo un proceso de innovación súper claro. Entonces, ¿qué consejo darías tú ahora en este retorno a clases a los docentes del sistema educativo ecuatoriano, con esa idea en mente de innovar? ¿qué tendrían que hacer? 

Yo creo que lo primero es querer. Querer sin sentirse presionado. Considerar que los docentes tenemos una de las profesiones más bonitas que hay. Por lo menos a mí me lo parece. Sí es verdaderamente vocacional; trabajamos con personas. Y también tenemos que bajarnos un poco el escalón y ponernos nosotros con el alumnado y llegar a pensar que ellos no son bombas. Si cometemos errores -porque muchas veces tenemos miedo de salir de la zona confort, de que nos va a salir mal. Los alumnos no son bomba y si cometemos un error no van a explotar.  

Todo lo contrario. Si ellos nos ven como un otro igual, como un guía, trabajamos con ellos. Nosotros también estamos aprendiendo. Nos estamos desarrollando también como persona y eso es importante.  

No existe innovación si no hay también un desarrollo profesional del docente. Y eso también es un trabajo de humildad del propio docente. El docente no tiene por qué saber todo ni mucho menos. Está ahí para guiar y está ahí para acompañar a ser estudiantes. Yo creo que es sumamente interesante cuando tú enciendes en cada uno de tus alumnados una pequeña lucecita y has sentido que verdaderamente ha mejorado algo en ellos; ha mejorado una circunstancia de carácter personal o una inquietud que tenía. 

Hortensia, muchas gracias. Para cerrar esta entrevista que tuviste a bien darnos, yo me quedo con esa idea que mencionaste al principio, de que efectivamente cuando hablamos de innovación no tenemos que quedarnos solamente en la idea del contenido cognitivo que tenemos que trabajar en la clase, sino que tenemos que ver mucho más allá y toda la problemática social de nuestro contexto, para poder llegar a resolver esos problemas que realmente existen en nuestra institución educativa. 

Muchísimas gracias, un placer.