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Boletín Spondylus

La implicación del espectador en la narración en 360


Publicado: 24-04-2020

Por: Gonzalo Ordóñez

Transcripción: Jazmín Lozada

Edición: Sofía Tinajero Romero

 
Helena Galán es profesora titular en la Universidad Carlos III de Madrid, y autora de diversos trabajos editados en revistas especializadas en las áreas de Estudios Culturales, Cine y Comunicación. Con un doctorado en Comunicación Audiovisual, ha sido investigadora asociada del Área de Comunicación. Durante su estancia académica en la Universidad Andina Simón Bolívar, dictó el taller "Narrar sin cuadro. Cómo crear una historia en 360".
Gonzalo Ordóñez, profesor del Área de Comunicación, le entrevistó acerca de la narrativa cinematográfica en 360 grados.

 

¿Qué es narrar sin cuadro?

Sería romper las bases del cine convencional, donde a la hora de encuadrar aquello que vamos a narrar, los elementos que vamos a componer, siempre enmarcamos esa mirada. Con lo cual, también va a condicionar cómo se relacionan los elementos dentro de ese cuadro; es decir, estamos construyendo un sentido determinado, y esto va a cambiar radicalmente la medida que ya grabamos todo el espacio visual, todo el campo visual, El campo no está limitado por un cuadro, sino que la medida en que el espectador decida orientar la mirada hacia uno u otro lado, lo va a activar por sí solo. Entonces, las bases narrativas, la forma de contar una historia van a cambiar radicalmente.

 

Recuerdo la película de Woody Allen, La rosa púrpura del Cairo, que es maravillosa. El personaje en escena mira a una chica que ha ido muchas veces al filme a observar y ya se enamora de ella, y finalmente sale de la pantalla y se une a ella. Esta película me recuerda mucho esta nueva discusión, porque se rompe la lógica del espacio como lo hace ya YouTube cuando te diriges al público, pero no puedes ir hacia la audiencia. El 360 me recuerda mucho estos procesos de ruptura, ¿cómo lo ves tú? ¿Cómo es esto de cambiar esta relación con la audiencia?

Yo creo que la película que dices, que a mí me encanta –además, es una de mis películas favoritas- rompe la cuarta pared. Entonces, cuando salen de la pantalla, interactúan con el público. Aquí, yo casi lo invertiría; es el público el que va a entrar en la película. Bueno, también entra en La rosa púrpura del Cairo; hay un momento en el que el personaje sale y luego la protagonista que está en la sala entra en la película de cine quizás, te referías.

Hay una visión de eso

Aquí, claro, estamos jugando a implicarte y estar presente en un universo de ficción o en un universo con unas reglas determinadas. Entonces, tu mirada va a ser parecida a la que podrías tener en el campo o la visión -no sé cómo llamarlo- del mundo real. Entonces, si va, está por estudiar todavía, me parece, si eso va a generar más implicación. No se si estar allí presente. Eso habrá que verlo, no sé. Yo no lo tengo tan claro.

En parte yo creo que depende de la historia. Aumont habla de que si tú te identificas con el personaje, no es por el personaje, sino por la historia. Lo que no queda muy claro es cómo esta historia va a cambiar esa relación con la audiencia, cuando puedes estar ahí, mover la pantalla. Es muy similar a los videojuegos.

Claro, es donde más desarrollado está, en el campo de los videojuegos. Creo que uno de los aspectos que se está empezando a trabajar -y ahí le veo un gran desarrollo- esto el tema del sonido ambisónico. De repente, el poder escuchar no sé si alguna vez por ejemplo has hecho estas experiencias de internet, donde estás escuchando y parece que se te da la sensación de que hay un campo detrás. Y lo sientes, entonces cómo solamente el sonido te genera sensaciones muy fuertes, incluso más que la propia imagen. Entonces ya cuando este campo, este trabajo, en el ámbito del sonido se junta con el de la imagen -me parece que está todavía en proceso- la sensación de estar ahí, que ya no consiga el videojuego, en algunos casos imagínate un concierto. O sea estar con unas gafas de realidad virtual, tener también la tecnología suficiente para escucharlo en realidad virtual y poder estar en un concierto desde tu casa viviendo la experiencia, incluso muchísimo más agrandada que si estuvieses allí, porque la tecnología también te amplia los sentidos.

¿Cómo piensas que esto nos puede cambiar, en dos niveles? Estoy pensando en los periodistas, y estoy pensando en los educadores. Es decir, los periodistas que pueden ya cubrir un espacio, pero que la audiencia, el espectador puede girar y ver; estoy pensando en un asalto, y ver dónde están las balas. ¿Cómo puede eso cambiar el periodismo? Y, del otro lado, el docente que todavía está intentando manejar los audiovisuales en el aula -que todavía no llega a comprender la lógica del todo o integrarla a la educación. Ahora ya estamos en el 360. ¿Cómo lo ves?

Es que la tecnología avanza rapidísimo. De repente, nos va superando. Ya estamos empezando a entender cómo funciona la tecnología, y enseguida viene otra nueva, que de alguna manera la implementa, la supera. Por ejemplo, el caso de la realidad fomentada. También sucede con la docencia. Entonces, al final creo que la tecnología también nos cambia, es algo de lo que hablaré el próximo día en el curso. La tecnología desde mi punto de vista es ideología también, esa ideología es la forma de percibir y ver al mundo. Porque abre esa necesidad de presencia, de tener que estar en un sitio, quizás porque ya no nos creemos todas esas imágenes que nos llegan, porque hay un bombardeo tremendo de imágenes y ya no es suficiente. Queremos estar allí en el lugar de la noticia.

Y esto es válido para el educador también, finalmente los estudiantes ya no quieren mirar en la pantalla siquiera, peor en el pizarrón. Sino, quieren estar allí y manipular los objetos. Es real así que la tecnología no es neutral, ¿es ideología, estás diciendo?

Me refiero más a ideología como forma de ver el mundo. Pongo el caso de la televisión. Cuando surge la televisión, de repente nos abre lo que se decía, una ventana abierta al mundo. Luego esa ventana hay que ver también, si es una ventana amplia o estrecha; ya entraríamos al tema de manipulación, la persuasión. Pero de entrada, la televisión nos amplía el horizonte de lugares que no conocíamos, y empezamos a saber cosas que antes no sabíamos, porque no nos llegaba, o sea nos llega mucha información. En el caso de internet, muchísimo más. Internet nos ha cambiado, es que ya nos cambió. Nos ha cambiado la forma de reflexionar, de asociar ideas. Tenemos variedad de todo lo que se dice; la propia terminología, nos hemos apropiado de ella. No sé si aquí se dice así, pero tener varias ventanas abiertas, como pensamos ahora. Hay un libro donde hablan de que antes la forma de conocimiento era el buceador; te metías en un océano en el mar, entonces si vas a la profundidad, rescatabas una serie de conocimientos y subías a la superficie.

Ahora, sería más parecido al surfista. Tú vas surfeando las olas, que no quiere decir que sea mejor ni peor; simplemente es un proceso diferente. Tienes muchísima información, vas interactuando con toda esa información, y el proceso de conocimiento es distinto, pero ya no profundizas tanto en una sola cosa, a no ser que quieras también.

A propósito de conocimiento, para un poco cambiar de tema y para ir a tu experiencia, ¿cómo es hacer un guion? Porque finalmente, no es que pones una cámara, en ningún caso funciona así. Ni siquiera los jóvenes que utilizan el celular para grabar cualquier evento, están solo poniendo la cámara verdad. Hay que pensar algo con una idea intuitiva, aunque sea de que es lo que quieres captar en ese momento, cual es el cambio para hacer un guion de la realidad 360.

La experiencia que he tenido yo con el 360, un proyecto, el único proyecto que he hecho en realidad virtual fue con el director Diego Bonilla. El año pasado él me planteó la idea de contar una historia, partiendo de una obra de teatro de Sartre. Quería, partiendo de esa idea, desarrollar un relato en 360. Yo le dije la verdad, que yo no he hecho nunca un guion en 360. Pero me atraía la idea. Entonces, nos pusimos a trabajar juntos y a investigar, y al final del proceso, yo creo que la pregunta que te tienes que hacer es ¿por qué en 360? Porque he visto muchísimos proyectos que se han hecho en 360 que en realidad se podían haber contado sin 360, y no camia demasiado

Entonces, ¿por qué 360?, ¿qué aporta el 360? ¿Me va a aportar algo nuevo que realmente enriquezca la historia? Yo creo que a partir de esa pregunta, se puede plantear un proyecto. Y a partir de ahí, pues ya empezamos a indagar y a jugar con lo que sabíamos. Y claro fruto de eso, sobre todo también de los errores que vamos cometiendo, aprendes qué hay que hacer y qué no hay que hacer. Es lo que contaré acompañada por las personas que quieran venir al curso, y bueno también con tu conocimiento, que tú también has trabajado con lo que es 360. Sí hay trucos, una serie de ideas para trabajar un guion 360, como por ejemplo, dirigir la mirada.

¿Dónde está la cámara?

Además, tú tienes que conseguir que sea interesante el universo que estás creando para mirar en todas las direcciones, y para eso tienes que generar movimientos, generar sonidos, generar una historia que te permita movilidad. Porque si no, no tendría sentido activar un espacio de 360 grados.

Creo que nos queda la idea muy clara verdad. Llegamos al final de esta entrevista. Yo solo quisiera resaltar la capacidad de explicación de Helena, y proponer para la reflexión esta idea de que tenemos una responsabilidad con aprender estos procesos desde todos los campos del conocimiento, sino simplemente los procesos nos van a aprehender a nosotros. Gracias, Helena.