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Boletín Spondylus

La clave de las radios universitarias es crear nuevos espacios de comunicación alternativa


Por: Ramiro Carrillo

Edición del video: Tito Chela y Fernando Andrade

Fotografía: Hugo Pavón

Transcripción: Salomé Tejada

Edición del texto: Sofía Tinajero Romero

 

En un programa especial de “Diálogos Universitarios” y Spondylus, se presenta una entrevista con Ramiro Carrillo, de Voz Andina Internacional, y Alejandro Cárdenas, presidente de la Red de Radios Universitarias en México y director de la Radio Ibero 90.9, radio de la Universidad Iberoamericana, con sede en Ciudad de México.

Cárdenas fue uno de los ponentes invitados en el encuentro internacional “El papel de la Radio Universitaria: revalorización de lo social frente a la crisis global”, que se desarrolló en Universidad Andina Simón Bolívar, y fue organizada por la Red de Radios Universitarias y por la Radio Internacional Universitaria.

 

Un gusto tenerte aquí en nuestra cabina, Alejandro, bienvenido ¿cómo estás? ¿cómo estuvo este evento desarrollado aquí en Quito?

Muy bien, muchísimas gracias. Me da mucha emoción poder saludar y participar en esta radio, Voz Andina Internacional, como una radio hermana de las radios universitarias. Estamos aquí, junto con otras universidades de Ecuador y de 17 países del mundo, que somos los que pertenecemos a esta red internacional; más de 300 radios.

Pues venimos a compartir después de una pandemia que golpeó a todo el mundo. Por primera vez, después de dos años podemos volver a encontrarnos presencialmente, y eso ya es un logro.

Así es Alejandro, un logro importantísimo y tú dices “una radio hermana”. Sí, ese es uno de los puntales de lo que provoca la radio y más la radio universitaria, entre los centros de educación superior: unirnos, compenetrarnos un poco más en estas características específicas que tienen los centros de educación, que es, investigación, conocimiento, etc.

Uno de las aristas que se planteó en este evento fue el futuro de la radio universitaria. ¿Cómo ves tú eso? ¿Cómo se encuentra la radio universitaria en México? Partamos de ahí, para ver el futuro general de las radios universitarias.

En México, somos alrededor de 60 estaciones de radios universitarias. Es un numero grande. La mayoría son estaciones de radio públicas o de institutos tecnológicos, de universidades públicas. Pero también hay unas radios privadas. También tenemos radios en los diferentes formatos, en AM, FM, online, por supuesto, y radios en esta tecnología que no acaba de despegar, se llama HD –Radio.

Claro, el streaming ha posibilitado tantas variedades y todo está en el celular. Pues ese es un magnífico complemento tecnológico.

Ahora, ¿para qué sirven las radios universitarias?

Las radios universitarias somos los espacios donde hacer divulgación de la ciencia. Se puede hacer cultura, contenido noticioso desde una perspectiva científica. Pero con el reto de divulgarlo con la misma técnica que los medios de comunicación tradicionales. Ahí está la clave de las radios universitarias.

Somos espacios eminentemente culturales, de divulgación científica e informativa y tenemos a las voces frescas de estudiantes, las voces juveniles, y tenemos también a las voces maduras de los y las profesoras. Y eso nos da una riqueza impresionante. Somos espacios formativos, que lo que hacemos es crear nuevos espacios de comunicación alternativa dentro de los espacios comunicacionales tradicionales. Eso le da un valor, porque nos volvemos, por decirlo de algún modo, la contrahegemonía de la dinámica comunicacional.

En esa lógica, las radios universitarias estamos en un proceso: contenido importante con el reto de divulgarlo de forma interesante. No caer en el juego de la banalidad, pero sí, por decirlo de algún modo, hacerlo fresco, dinámico, y no tenerle miedo, a hacer recreación cultural. Incluso, atrevernos a hacer entretenimiento, pero entretenimiento inteligente.

Consideraría yo que inicialmente, la radio universitaria era como una radio de entrenamiento, ligada las facultades y áreas de comunicación, para que los estudiantes obtuvieran práctica frente a los micrófonos. Pero ahora han dado un paso muy importante: generar una opinión más de peso, más sostenida en los ámbitos que tú señalas. ¿Considerarías que es así?

Por supuesto, somos radios formativas. Los modelos de la interacción entre los estudiantes, profesores y comunicadores, me parece que es la clave. En México, las radios están por cumplir 85 años. Empezamos con la radio de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de San Luis Potosí; esas dos radios ya cumplieron; algunas, 85 y otras están por cumplir 90 años.

A lo largo de los 70, se generó una segunda oleada de radios, sobre todo de universidades estatales. Y a partir de los 2000 se empezaron a crear estaciones de radio mucho más de corte pensado en lo masivo.

Entonces, somos radios que tenemos el compromiso de hablarle a la comunidad universitaria, a los mismos integrantes de la comunidad, pero la responsabilidad de apelar al interés público y hablarle a la sociedad. En esa lógica, al hablarle a la sociedad, al estar en diferentes plataformas, en diferentes medios tanto online, AM, FM y quienes están lanzándose a las plataformas digitales, estamos marcando y haciendo opinión pública; estamos incidiendo en la opinión pública.

Quizás no en la lógica de la competencia y del star system, pero sí del contenido serio que puede ser compartido en red y puede significar un impacto relevante. Incluso, hay debates en la misma red y supongo que la tienen acá en otras redes, de que, si competimos o no con los medios tradicionales.

Hay quienes dicen que no competimos, porque si nosotros empezamos a competir vamos a bajar la calidad de nuestros contenidos. Y, por el contario, hay quien dice que sí competimos, mejorando la calidad de la producción y mejorando la calidad de la locución, pero con contenido mucho más serio que los medios tradicionales.

Es un debate, me parece, muy válido. Yo me iría más con el segundo; es decir, sí competimos. Primer competimos contra nosotros mismos, contra las mismas radios públicas, con las radios sociales, con las radios comunitarias que nosotros mismos podemos mejorar y apoyarnos entre nosotros. Es una competencia sana.

Y contra los medios comerciales, yo lo que diría es sí competir en la audiencia. Competir en esa audiencia que quizás encuentra ya desgastantes las mismas ideas siempre, la misma música siempre, la lógica del top 40 que se repite desde hace décadas, que no permite música plural, que no permite música diversa, música del mundo. Y entonces, ahí es donde nosotros podemos entrar a estos públicos que quizás se han cansado de medios que solo tienen una línea editorial, que no se abren a tener visiones diferentes de una misma situación social.

Ese es un gran reto. Y en ese sentido, ¿cómo piensas que las organizaciones, las redes universitarias por países en Latinoamérica y la misma RIU, que es la red de redes, han avanzado? ¿Están logrando el peso que se requiere en el contexto comunicacional iberoamericano?

Casi se cumplen 15 años desde la formación de la RIU. Es decir, desde 2009 se inició esta red, que, si bien viene de otras redes, me parece que cuajó, en el sentido de que se forma un grupo entre 15 y 20 países de América Latina, que decidimos compartir nuestras experiencias, nuestro conocimiento. Y eso da fortalezas, porque las redes que comparten, que a veces son radios muy pequeñas que tienen poco presupuesto, tienen la posibilidad de trasmitir buen contenido a su localidad o a su comunidad universitaria o buen contenido online.

Y ese buen contenido lo hacen quizás otras estaciones que tienen más posibilidades, más años, más tiempo. Y eso es enriquecerlo, porque no salimos de la lógica local. Sabemos que las radios tienen un límite, sobre todo las que están en AM o FM. Tienen un límite por ciudad; ninguna radio universitaria en el mundo tiene la capacidad de generar sistemas estatales de radio con 20 ciudades, como sucede con los medios públicos, los medios privados e incluso muchos medios comerciales.

Nosotros no. Nosotros nos dedicamos más a la lógica de cada ciudad. Y cuando es online, nos dedicamos a la comunidad universitaria, y nos dedicamos también a la zona donde estamos ubicados en cada región, sobre todo en cada ciudad.

Entonces, esto genera el poder diversificar nuestro contenido sin costo, porque la mayoría de las radios universitarias somos radios sin fines de lucro, que le damos voz a todos lo que quieran darle voz.

En esa lógica, estamos enriqueciendo nuestro contenido y estamos dándole valor agregado a quien en algún momento nos escuche y nos encuentre cuando está navegando o cuando está buscando las redes sociales o cuando está en el dial, pueda volver a consumirnos y comparta nuestro contenido.

Quisiéramos que nos cuentes algo del trabajo que realiza la radio que tú diriges, la Radio Ibero; las líneas de trabajo, participación estudiantil, de académicos, etc.

Somos una radio formativa; somos una radio social, somos una radio que lleva 19 años al aire en la Ciudad de México. Salimos a 10.000 watts de potencia y somos consideradas una de las radios juveniles más antiguas de la Ciudad de México, en conjunto con una radio pública, llamada Reactor del Instituto Mexicano de la Radio. Somos los dos medios que difunden música para corte juvenil, una más en español, pero con poquito inglés, y nosotros más en inglés, pero con poquito español. Dirigido a jóvenes de edad y espíritu.

En esa lógica, la estación combina de forma muy interesante el contenido hablado con el contenido musical, sobre todo, informativo y cultural. Es una radio musical y en esa lógica hay una cercanía con muchas bandas. Damos espacio a proyectos emergentes musicales de todo tipo; damos espacio a proyectos culturales de todo tipo. Somos una radio que funciona, no solo con estudiantes, sino a través de un voluntariado externo.

Esa base tiene su influencia en las radios comunitarias. La Universidad Iberoamericana es una universidad de inspiración cristiana, de la Compañía de Jesús, y ellos fundaron algunas radios comunitarias hace ya más de sesenta años, como son Radio Huayacocotla y Radio Teocelo.

La base de Ibero 90.9 tiene algunos de los valores iniciales, como contribuir a los valores democráticos de la sociedad, ser un complemento de la radio comercial. Por eso yo digo que nosotros sí competimos y no competimos. No queremos cuestionar y decir que la radio comercial es muy mala, el star system, los que gritan, los que ponen risas falsas. Nosotros los respetamos, pero tratamos de hacerlo diferente, basándonos en el modelo europeo, latinoamericano y, sobre todo, en el modelo africano-asiático.

Tanto de música como de estilos de hacer radio. Hemos tomado modelos muy importantes de estaciones de radio colegiales y estaciones de radio universitarias que le dan a lo formativo, que le dan a lo cultural, que le dan a lo musical y le dan también a lo social.

Se habla ya de radios visuales, hay radios que se transmiten en las respectivas plataformas y, a su vez, las radios han creado sistemas de plataformas de difusión, como las redes sociales, enlaces. Está la programación, los podcasts, en fin, ¿cuál es tu opinión sobre este panorama que recorre la radio? ¿Y si tu emisora está caminando en ese sentido?

Sí, nosotros creemos que como medios de comunicación tenemos que adaptarnos a la convergencia digital. Pero esa adaptación tiene que ser una adaptación realista, es decir, como medios de comunicación no podemos descuidar nuestro aire, no podemos descuidar lo que ya hacemos bien por entrar con Tik Tok. Y entonces, claro, podemos decir que urge entrar en Tik Tok, pero descuidas algo que estás haciendo bien.

Entonces, la lógica es: lo que funciona, no lo muevas; dejémoslo que funcione. Y si queremos hacer algo diferente, hay que planearlo, hay que platicarlo, hay que presupuestarlo, y hay que evaluarlo sin ninguna prisa. El impulso tecnológico para nosotros es peligroso. El pensar que tenemos que subirnos a la dinámica del crecimiento tecnológico acelerado, de los gigantes tecnológicos, de lo que llaman especialistas como Francisco Sierra, que es tan cercano a Ecuador, tan cercano a CIESPAL, esta organización tan importante de difusión de cultura y de comunicación alternativa.

En la realidad, nosotros como medios nos hemos adaptado a la convergencia, nosotros ya difundimos todo nuestro contenido en plataformas digitales. Ya subimos algunos fragmentos, pero eso no significa que vamos a descuidarlo. Creo yo que el formato es el sonido y se mueve en diferentes plataformas, pero sí hay un punto importante que decir, que ya hay tecnología para instalar chips de FM en los teléfonos celulares y ya se utiliza, sobre todo, en los teléfonos Android, que son la gran mayoría de los que se mueven en el otro monopolio de Google.

El problema es que iPhone, a pesar de ser un costo alto, es un equipo telefónico importante, con mucha penetración en el mercado; es de las marcas más importantes en el mundo. Ellos no activan ese chip, y depende de cada país que se pueda activar. Hay campañas pidiéndole a Apple que active. Si Apple activara el chip, se podría escuchar la radio desde el celular sin necesidad de datos, solo conectándole un plugin, un mini plug, unos audífonos y se puede escuchar.

Estas empresas hacen caso omiso y los gobiernos locales tampoco generan regulación que obligue a las compañías telefónicas para que se active el chip, porque la lógica de muchas de estas empresas es “todo conectado”, “no me importa ya que utilices el espectro radiofónico que es tan importante, no me importa, tienes que usar internet, porque mi lógica es todo conectado”. Si tenemos que poner el dedo en el renglón, de que la radio sí puede seguir con los chips activados en los teléfonos celulares, como sucede ya en muchos países del mundo, en los teléfonos Android y sin necesidad de datos.

Eso por supuesto, va a generar que la radio no pierda ese valor. Las mediciones que se hacen ahora de las grandes calificadoras de audiencias preguntan, “¿oiga, usted escucha la radio en su casa? ¿cómo lo escucha, en el reproductor de ondas hercianas, en su computadora, en su celular?”. Para ellos es escuchar la radio, independientemente en qué dispositivo se utilice; si es online, si es en la aplicación del teléfono o si es desde la radio, ellos consideran que sigue siendo radio.

Todas esas teorías de la conspiración y teorías del mediacidio de que le van a desaparecer, son teorías normales porque el impacto de los grandes gigantes tecnológicos ha generado muchos recursos económicos. Es decir, Facebook tiene el poder de venir a Ecuador y comprar tres medios de comunicación y qué vamos a hacer cuando Mark Zuckerberg, así como Elon Musk lo acaba de hacer con Twitter, qué vamos a hacer cuando controlen los medios locales, estos gigantes tecnológicos que tiene sus servidores en los Estados Unidos.

Entonces, irnos con calma, no apresurarnos como medios. Sí garantizar una convergencia, pero que no descuide el valor y proponer desde las políticas públicas que se preserve el uso de chips en los teléfonos celulares. Eso tendría que ser una gran campaña. Nosotros en 90.9 en la Ciudad de México la hicimos, una campaña en la que exhibíamos a la compañía Apple, que tanto quieren muchos y les decíamos “pues sí, pero tienes que pagarles para oír la radio, tienes que pagarles, tienes que contratar internet, y en los Android sí se puede y muchos otros teléfonos lo hacen”.

Ahí está el reto, creo yo. Lo importante es que el formato de sonido es el que sigue funcionando y la radio va a seguir en diferentes formatos. La lógica es esa: son nuevos medios, pero el contenido es el mismo, simplemente son las plataformas en las cuales se escucha ese contenido.

Magnífico análisis que nos haces Alejandro, y con el cual cerramos este espacio de la Revista Spondylus de la Universidad Andina y de “Diálogos Universitarios”, programa de Voz Andina Internacional. Una despedida, vuelve pronto.

Por supuesto, cuando quieran compartimos. Es un honor poder estar en esta universidad que es tan importante para la historia de América Latina. No solo por ser Andina; no solo por el nombre de Simón Bolívar, sino porque es una universidad internacional que refleja el interés desde la lógica regional latinoamericana, que muchas veces nosotros, que estamos allá en el norte, a veces olvidamos, por la cercanía con Estados Unidos y Canadá; por la cercanía con la lógica del mundo occidental.

Es un honor poder estar aquí compartiendo esa historia, lo que hace 200 años sucedió aquí en Ecuador, que fue el fin y la consumación de la Independencia, gracias a proyectos de integración latinoamericana y regional. Es un honor poder compartir con ustedes un poquito de lo que hacemos en México y, por supuesto, están invitados a ir a México a conocer la estación y a que hagamos comunicación sobre la importancia de la integración regional latinoamericana.

Muchísimas gracias nuevamente por tu información, comentario, opinión, ideas. Hasta una próxima oportunidad, gracias.