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Boletín Spondylus

José Luis Coba: --No hay una separación clara entre salud y enfermedad--


Publicado: 27-08-2009

Después de realizar sus estudios doctorales en acupuntura en la Universidad de Beijin, José Luis Coba retornó al país para continuar actividad de docencia en al Universidad Andina.

Él es docente del Área de Salud. Doctor en Medicina, Universidad Central del Ecuador, Quito; posgrado de especialización en Medicina Homeopática, Royal London Homeopathic Hospital, Londres; posgrado en Medicina Interna Tradicional China, Universidad de Medicina Tradicional China, Nanjing; pasantía clínica en Mediciona Homeopática, Pashupathi Homeopathic Hospital, Kathmandú; Magíster en Salud Pública, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Quito.

En esta entrevista comparte su perspectiva respecto al tema de salud y nos da un abrebocas de los que será el curso abierto “El proceso vital de la salud y la enfermedad”, que se dictará en la Universidad Andina.

Desde la visión de Occidente, el miedo a la enfermedad establece una separación clara entre salud y enfermedad. ¿Cuál es la relación entre salud y enfermedad?
El hecho de que haya un miedo, una emoción, una actitud o sentimientos frente a algo, no implica necesariamente que exista una separación frente a ese algo. El ser humano es una unidad, una integridad que puede pasar por estados diversos, por estados que se entienden por salud o por enfermedad; pero eso no significa que haya una escisión dentro de la persona.

El ser puede confrontar esos estados, interpretarlos, vivirlos de acuerdo a diferentes modelos y discursos que ha introducido en su propio yo. Pero en realidad, esta separación entre salud y enfermedad no la veo como la plantean en el mundo de la racionalidad occidental.

La concepción que mira a la persona como un integro, como un total, como un proceso indivisible tiene que ver interpretaciones alrededor del tema salud-enfermedad que va más allá del discurso positivista.

También se puede encontrar en la cosmovisión andina que no hay una separación, más bien hay una integridad de la persona en su relación con el medio. Entonces no es solo lo oriental o lo chino, también existe esa concepción en América y en otros pueblos, más allá de la visión positivista sobre la persona, y sobre la salud y la enfermedad.

La medicina de Occidente es excluyente de otras visiones sobre la salud. ¿Es posible combinarla con otras visiones?
Tenemos que reconocer el aporte de la ciencia, de la mirada positivista hacia la lucha contra las enfermedades. Desde mi mirada no estoy pretendiendo decir qué es lo correcto o lo incorrecto. Siempre hay que mirar el contexto y la situación para, desde esa perspectiva, poder sacar lo mejor de las partes. En lo posible poder lograr encuentros y articulaciones entre los saberes de la mirada occidental o desde la interpretación positivista de la salud y la enfermedad, y los saberes que no corresponden a esa interpretación.

Es decir hay momentos en los que se pueden producir encuentros y estos encuentros son los valiosos. Se gasta mucha energía en el proceso de la pugna, al decir “yo soy mejor, yo tengo lo correcto” cuando muchas de las partes tienen cosas valiosas. De tal forma que la mirada que no es positivista, puede ser orientalista, la cosmovisión andina, la cosmovisión de la India, la medicina del mundo árabe, todas estas propuestas sobre estar sano o estar enfermo tienen cosas muy valiosas que deben encontrarse, cuando sea posible encontrarse, con la interpretación positivista.

Hay que mirar lo que dice el discurso oficial, entendido desde el punto de vista que es el discurso dominante, dentro del tema salud y enfermedad, y los discursos que tienen otros orígenes. De tal manera que la persona que se encuentra con las palabras, con los lenguajes, con los sentidos, con los símbolos, con las realidades pueda mirar que existen otras formas de entender alrededor del tema estar sano y estar enfermo.

Esto plantea una visión de la medicina que puede ser entendida desde un enfoque interdisciplinario.
Cuando estoy proponiendo la idea de un proceso vital y alrededor del proceso vital el tema de salud y enfermedad, estoy tratando de decir es que todas las cosas que hacemos, todas las cotidianidades a las que estamos expuestos, todas las formas de emocionarnos, todas las formas de entender los lenguajes que nosotros percibimos y que permitimos conciente o inconcientemente que nos impregnen, que nos dejen huella en el cuerpo o que nos construyan como historia personal. Todos estos procesos, el movimiento corporal, la alimentación, las cosas que decimos, cómo las decimos y por qué los decimos, la música, todos estos procesos hacen el proceso vital individual.

Es decir no son cosas desligadas, es un conjunto de elementos que forman un sistema muy complejo, un conjunto de complejidades que hacen que la persona camine en el mundo de cierta forma y construya su historia personal. Finalmente, puede una persona sentir una sensación individual de bienestar que lo interpretaría como salud o una sensación individual de no bienestar que posiblemente lo interprete como enfermedad.

La idea es desgranar esa mazorca donde podemos encontrar muchos granos que hacen el conjunto y cuando podemos mirar que ese conjunto está compuesto de varias partes hay que entender de dónde vienen y cómo he permitido que esas cosas me impregnen.

¿Cuál es la importancia de la familia en ese proceso vital que tú planteas?
La importancia es primaria si hablamos que la personas, desde el punto de vista de la medicina holística, de la medicina que considera la energía como algo importante en cada una de las personas.

Por ejemplo, si hablamos del hecho del embarazo o del hecho de la concepción, si vamos un poco más atrás, la medicina oriental considera muy importante la salud del padre y de la madre, y salud no solamente en el ámbito físico sino también en el ámbito emocional, en el ámbito energético, en el ámbito que no es carne ni hueso, pero que va más allá. Entonces considerar estos elementos, estas historias vitales y personales de las dos partes, hombre y mujer, que conciben un nuevo ser eso también es necesario revisar para, de algún modo, entender por qué tengo ciertas enfermedades o ciertos estados de no bienestar en el ahora.

No es solamente a partir del nacimiento sino considerar la energía vital de los dos progenitores y la energía vital implica lo que se come, lo que se siente, las emociones, el movimiento corporal y el estado de salud de la parte más magra que sería lo físico. Entonces a partir de eso uno puede ir desarrollando ideas de cómo el estado de salud, la energía vital de esa persona se ha ido construyendo.

Por otro lado, está la parte del nacimiento, el trauma que implicó el nacimiento o no, y luego la forma cómo ese niño o esa niña fue creado por la relación interfamiliar. No solamente los padres, sino otros elementos y otros actores en escenarios que se van construyendo para que la persona vaya inventando en sí mismo una historia vital de salud o enfermedad.

Es importantísimo mirar esto como un proceso, como una complejidad grande donde están involucrados varios elementos.

La modernidad ha desarrollado herramientas para gozar de una buena salud, estamos inundados de productos Light; pero paradójicamente se evidencia un deterioro de la calidad de vida y salud.
Por un lado, el hecho de informar a la población de que existen cierto de productos o alimentos que pueden ayudar en el estado de bienestar es importante. Toda esta información es valiosa hasta cierto punto; pero también hay un proceso de desinformación que utiliza las necesidades de conocimiento de las personas para invitarles al consumo de ciertos productos que no necesariamente van a incidir sobre su estado de bienestar.

Por lo tanto, es interesante decirles a las personas que no solamente el alimento que está consumiendo va a incidir en el estado de bienestar. La persona tiene que responsabilizarse por construir otros hábitos; por ejemplo, cuánto dormir y cómo dormir, cómo mover su cuerpo de acuerdo a cómo su cuerpo le permite moverse, etc.

A partir de conocer la importancia de todos estos procesos, los cambios en los hábitos de vida y los cambios en las costumbres podemos discernir la información que nos llega de diferentes medios para poder reflexionar, curiosear y cuestionar lo que nos dicen.