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Boletín Spondylus

Jaime Breilh: --La industria porcícola es el origen del gripe A H1N1--


Publicado: 19-05-2009

 

Por Fernando Andrade C.

En una entrevista con Spondylus, Jaime Breilh, director del Área de Salud de la Andina, revela alarmantes realidades respecto al origen del virus de la gripe A H1N1. Según este epidemiólogo ecuatoriano, esta enfermedad es producto de las condiciones en las que actualmente se realiza la crianza de porcinos a gran escala. Además, cuestiona la falta de análisis en los medios de comunicación y la ausencia de política en las instituciones del Estado, en los temas referentes a salud.

¿La gripe porcina es tan mortal como se ha vendido hasta el momento?
Una enorme proporción del problema ha sido inflado por los medios. No quiero decir, con esto que, cuando hay un problema epidémico de influenza, no deban tomarse medidas y no sea adecuado que existan medidas epidemiológicas en cualquier país.

Si comparamos los casos producidos y las muertes producidas por esta pandemia de la gripe porcina con lo que sucede con otros problemas: la influenza normal, por ejemplo, la gripe que corresponde a otras cepas de virus u otros problemas de salud de nuestros países que son muchísimo más frecuentes, muchísimo más letales y mortales, entonces ahí nos preguntamos cómo así con una cosa que tiene niveles muy bajos ha tenido una reacción tan grande. Creo que debemos buscar algunas explicaciones a eso.

¿Cuál es su opinión respecto al manejo mediático de la gripe porcina?
Pienso que ha habido un manejo mediático de desconocimiento y, cualquier que sea la motivación de aquello, notamos que hay una distorsión muy grave de los temas más importantes. Hay cosas que debieron hacerse visibles y que los medios deberían dedicar un mayor análisis. Por ejemplo, la hipótesis en el mundo científico es que este problema está ligado a la producción de porcinos en gigantescas empresas transnacionales que juntan una gran cantidad de animales en condiciones de hacinamiento y que eleva, como lo dicen todos los reportes científicos más importantes, la probabilidad que se sigan generando cepas virulentas nuevas.

En estas empresas de producción de porcinas utilizan una evacuación mezclada con agua de las excretas de los animales y esto va a formar verdaderos lagos de excretas que van a propender a una contaminación microbiana. Pero, además, el problema de estas empresas no es pensar en la alimentación, en el ambiente y en el ser humano sino en la rentabilidad y, a partir de allí, se crea un sistema de producción muy cruel para esos animales porque les inmovilizan durante el 80% de su tiempo, les inyectan antibióticos, les inyectan hormonas y hay una serie de productos que se liberan por la orina hacia el medio ambiente.

¿Por qué este tipo de análisis está circulando solamente en los mundos académicos y no están en la gran prensa, en la televisión y en la radio? ¿Por qué se cambio el nombre? Esta epidemia debía llamarse gripe porcícola, no porcina porque el culpable no es el chachito sino la industria, y el nombre de una epidemia debe relacionarse con su causa que lo origina. ¿Por qué hay otros grandes problemas de salud en el estado de Veracruz y en los países afectados que no se comentan, no se les da ese nivel de preocupación?

Hay una generación del miedo, mediaticamente hablando, y esto ha hecho que, si bien nos protejamos frente a la potencial multiplicación de este problema, nos hayamos distraído de lo fundamental.

¿Esta hipótesis respecto al origen de la gripe porcina podríamos elevarla a teoría?
Indudablemente este es un terreno nuevo, aunque desde fines de los 70 ya había algunas indicaciones científicas sobre la relación entre la crianza animal, la aglomeración de animales, su proximidad con el ser humano y con otras especies como las aves. La proximidad de especies en patrones de estrés animal -porque estos chanchos están estresados y por tanto son más vulnerables a las infecciones- es lo que ha determinado que, en una misma célula, se junten diferentes cepas procedentes del chancho, de las aves y del ser humano. Esto hace que se dé un proceso de recombinación genética y un cambio acelerado.

¿Quién nos asegura que, suponiendo que en unos meses podamos tener una vacuna para la influenza A H1N1, con las altas probabilidades de recombinación genética no surgan nuevas cepas? ¿Entonces vamos a seguir produciendo nuevas vacunas? Eso es solo beneficio para las transnacionales de vacunas, pero para la salud pública eso no es garantía.

Nosotros planteamos que debe haber un inmediato análisis de cambio de las políticas de desarrollo agropecuario; que debe limitarse las condiciones de producción agroindustriales y de crianza animal; que debe fomentarse, más bien, una vuelta a los patrones de producción convencionales que durante siglos operaron en la humanidad y que no produjeron estas problemáticas.

Si a esto sumamos al hecho de que el sistema de salud pública de nuestros países están ligados a un modelo biomédico, que todo se cura con vacunas, con prevención individual, con medicamentos. Esta lógica biomédica también debemos cambiarla; debemos cambiar las políticas de salud; debemos tener recursos suficientes para un sistema de monitoreo que no sea solo de los efectos, sino un monitoreo desde los procesos que causan los problemas; debemos desmedicalizar el tema, hacer una visión integral, y corregir las grandes deficiencias de la salud pública que están ligadas a los servicios curativos y muy poco a los preventivos.

En un artículo publicado en La Jornada (México) se afirma que esta es una “epidemia de lucro”. ¿Cree que alguien se ha beneficiado del pánico generado por los medios de comunicación?
Si, no cabe duda. Hay fenómenos tan inmediatos y sencillos como este: el día que se designó como una pandemia de gripe porcícola subieron 6% las acciones de las tres grandes empresas de medicamentos, sea para el tratamiento antiviral o para las vacunas. Estamos hablando de negocios gigantes: las cifras de ventas de los medicamentos que sirven para la atenuación de los casos de influenza se están multiplicándose por miles. Incluso se ha empezado a descubrir nexos entre las empresas productoras de alimentos, algunas empresas dueñas de medios y las dueñas de fármacos. Entonces hay un enlace estratégico de todas estas transnacionales que han lucrado.

También se producen cosas como estas: la Organización Mundial de Salud ha entregado a las empresas privadas productoras de vacunas gratuitamente las cepas virales recogidas por el sistema público internacional. Estas empresas toman esa información, hacen los análisis genéticos y de inmuno-profilaxis, y luego nos devuelven productos caros, de marca. Entonces hay una lógica perversa.

Lamentablemente la salud ha dejado de ser un derecho humano y empieza a ser un negocio. Ese es uno de los problemas más serios de la salud pública universal.

En este marco, ¿cómo ve la medida del gobierno de comprar altas cantidades del medicamento para el tratamiento de la gripe porcina?
Si hubiese estado en una responsabilidad de gobierno y hay una alerta pandémica, encabezada por la más importante organización del mundo en la salud que es la OMS, habría reaccionado. Es preferible fallar en más que en menos. Ante el escándalo internacional y ante el impacto mediático universal, los gobiernos se han puesto temerosos. No sé si esa lógica es la que llevó a adquisiciones desesperadas de medicamentos. Si fue así, me parece que fue un error.

Lo que sí fue adecuado es montar un sistema de reacción y de alerta en el país. Pero no me parece que, de aquí en adelante, debamos caminar por esa vía. Lo que hay que hacer es poner sensores de análisis de todas estas temáticas porque esta, la de la crianza de animales, es una de las problemáticas. ¿Qué tal lo que está pasando con agro tóxicos y plaguicidas de alta peligrosidad que se utilizan para brócoli, para banano, para todos los productos agrícolas que consumimos y que, además, contaminan a los productores en el campo? Esto está produciendo masivos problemas de salud que no les damos la atención adecuada; solo esperamos recibirlos en los hospitales y en los servicios de salud con los medicamentos cuando las cosas están producidas, y los beneficiaros son los productores de medicamentos. Si vamos a usar medicamentos y vacunas, vamos a una ofensiva de un debate internacional sobre propiedad de patentes.

Yo creo que hay que ir a una ofensiva para nacionalizar patentes que necesita el ser humanos porque hay un principio: ninguna actividad de producción científica debería ser patrimonio privado. Al menos de aquello de lo que depende la salud universal debería ser un patrimonio público internacional.

¿Cuál es la diferencia entre la gripe porcina y la gripe estacional?
Los virus que configuran cada una de estos diferentes tipos de influenza y las nuevas que podrán surgir son simplemente un problema de estructura genética y antigénica. Son dos componentes, los de las hemoglutininas y de las nucleoproteinas, que configuran ocho segmentos de la estructura genética del virus de la influenza que, al tener diferentes composiciones y variaciones, van dando estas distintas cepas. Esto es lo que va cambiando y seguirá cambiando si hay una alta probabilidad de recombinación genética.

¿Cuál debe ser el manejo clínico de la gripe porcina?
El manejo clínico, una vez que entra en el servicio de salud, tiene que ser de acuerdo al nivel de severidad del caso. En el Ecuador esto se ha hecho adecuadamente.

Hay que tomar en cuenta que todo proceso de influenza es autolimitante. Solamente cuando llega a complicarse con una infección bacteriana respiratoria severa y produce una neumonía con componente bacteriano es que puede convertirse en mortal. Todo tratamiento debe frenar esa posibilidad.