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Boletín Spondylus

Fernández: --En los procesos de integración siempre existen diferencias--


Publicado: 02-03-2011

Por Michel Levi
Coordinador del Centro Andino de Estudios Internacionales
 
Transcripción y edición de video:
Andrea Calderón
Estudiante de la Maestría de Estudios de la Cultura 

El Secretario General de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), José Félix Fernández Estigarribia, visitó el país para firmar un convenio de cooperación académica con la Universidad Andina. Durante su estadía dictó la conferencia “Reflexiones sobre la política mundial y latinoamericana”.
 

José Félix Fernández Estigarribia es abogado, notario y escribano público, egresado de la Universidad Nacional de Asunción (Paraguay). Se licenció en Diplomacia en la Universidad Católica, y posteriormente egresó del Curso de Derecho Internacional, de la Academia de Derecho Internacional de La Haya.
 

Presentamos a continuación una entrevista que Michel Levi, coordinador del Centro Andino de Estudios Internacionales, realizó al embajador Fernández Estigarribia los procesos de integración en América Latina y el papel de ALADI.
 
¿Cuál es el futuro de la integración y qué rol juega la ALADI en esta perspectiva?
ALADI es una institución que cumple su rol, es una institución que tiene 50 años, y esos patrimonios históricos son importantes y trascendentes. La construcción de la sociedad de la integración es un sueño de muchos próceres, casi todos coincidieron en que ese era el objetivo, la patria común latinoamericana. ALADI ha cumplido ante todo una parte un rol específico de gran trascendencia que fue el acercamiento de los países del área comercial. La magnitud de los acuerdos que se han firmado habla de una tradición y de una importancia que hoy ya no se podría prescindir de ALADI, en ese aspecto es insustituible. Pero tu pregunta es tan importante que es cómo lo vamos a ver hacia el futuro, por supuesto vamos seguir construyendo la integración.
 
En el análisis que hizo un eminente profesor de la universidad, sobre mis desordenadas ideas, el en un momento puntualiza que hay varias que estamos viviendo un momento en América del Sur y hoy día en toda América latina, de que cómo va a ser el modelo de la integración.
 
Siempre sostengo que la integración es entre estados y la mejor forma de comprender ese proceso es entender que ha existido y van a existir siempre visiones diferentes, el problema es compatibilizarlos sin perder de vista el ideal final, ¿cómo vamos a construir?
 
Por un lado nos hablan permanentemente de un mundo globalizado, para estar a la altura de los desafíos de ese mundo globalizado y reafirmar nuestra identidad latinoamericana construida vamos a tener que seguir debatiendo ideas y uno de los foros donde podemos hacerlo es ALADI y lo estamos viviendo día a día.
 
El comité refleja los doce países que son miembros. Además comienzan a haber aspiraciones para ingresar al ALDI, el proceso de admisión de Panamá está prácticamente al borde de la concreción, los Ministros de Relaciones exteriores ya la han aceptado y solamente falta la decisión del congreso panameño. Nicaragua también tiene la intención desde el punto de vista del convenio de créditos recíprocos, de pago de créditos recíprocos donde ALADI hace de Secretaría. Hemos ido extendiendo una red de acuerdos y de procesos de convergencia que son patrimonio histórico de la comunidad latinoamericana.
 
Y lo que falta es seguir y no perder la esperanza porque siempre los procesos tienen tropiezos. Solo hay que fijarse en las dificultades que tiene la construcción de la unidad europea, pero la Unión Europea no dice nos vamos a disolver porque surgió un tropiezo. Entonces veamos un optimismo al futuro, veo una América Latina con mucha mejor posición para enfrentar los desafíos del siglo XXI.

¿Se puede hablar de un modelo latinoamericano de integración?
No, pero construyamos esta sociedad integral. Para que emplear esta palabra modelo que podría ser un corsé, sobre todo porque siempre va a haber puntos de vista diferentes; pero siempre vayamos creando la construcción. Cuando firmamos el acuerdo con la Universidad Andina, la conversación previa a la reunión fue más importante que mi exposición, la discusión con muchos expertos sobre todo lo que se están haciendo. Esa es la construcción de una sociedad y el mundo de las ideas es el que construye una sociedad la superior. La integración es una sociedad superior manteniendo los estados nacionales.
 
A veces nos aferramos que tenemos que tener un solo modelo. No, vamos a converger entendiendo que tenemos desde los puntos de vista, que tenemos historias diferentes; pero también una serie de principios comunes, una misma identidad cultural. Nuestras dificultades raciales resisten, no tienen la gravedad que existen en otras latitudes, el idioma común y hasta las ideas religiosas, la incorporación de la cultura occidental al mundo que habitaba esta región y que cada día reivindica más su posición. Todo eso es un patrimonio importantísimo que tenemos que seguir construyendo.

ALADI va a seguir haciendo lo que le ordena su tratado constitutivo.

¿Cuál es el papel de ALADI en la integración suramericana, hablando de UNASUR?
Nosotros aceptamos que existan nuevos organismos, estos son los que desean los Jefes de Estado de la región. En la inauguración del seminario de los 50 años ALADI que se hizo en Montevideo, sostuve que el ALADI es un organismo donde los Jefes de Estado toman las grandes decisiones y nosotros tenemos la labor fundamental de cumplirlas. Por eso definía a ALADI como la integración silenciosa. Se habla poco de ALADI, pero tampoco nadie habla mal de ALADI y eso es muy importante.
 
Nos parece importantísimo que se creen nuevos organismos y UNASUR es uno de ellos, se ha creado también la comunidad que está en gestación de los países de América Latina y el Caribe que va a reemplazar seguramente al Grupo de Río. Vemos positivamente todo eso; todo lo que converja a pensar en común beneficia a ALADI. Los éxitos del Mercosur son los éxitos de ALADI porque ALADI es el marco jurídico del Mercosur. Los países del Pacto Andino también están en ALADI, esto es realmente un patrimonio que no podemos dejar de lado.

¿El desafío de las perspectivas de ALADI va más allá de las estructuras regionales mucho más limitadas? ¿Va hacia una integración integral que busca juntar a los países no solo desde la perspectiva comercial sino desde su perspectiva cultural y social?
Por supuesto. En ALADI tenemos creado un departamento de integración social y atendemos las inquietudes de los países y sabemos que muchas de las reflexiones que se hacen, por ejemplo, en el mundo andino nosotros tenemos que atenderlas. ALADI no puede ser una organización de una sola región sino tiene que sentir el palpitar de los pueblos, no solamente de los gobiernos que la integran. Los gobiernos son importantísimos porque son los que toman las decisiones. Esos gobiernos interpretando el sentir de sus pueblos y ALADI atendiendo los reflejos de esas formas de pensar es que vamos a construir esa sociedad superior.

¿Hablamos de la sociedad superior como un estamento que, como usted declaraba, la sociedad integrada está más allá de los Estados Nacionales?
Pero sin excluirlos. Esto no es un proceso de sustitución; es un proceso en el que los países aceptan las reglas de la integración para ser más soberanos, justamente, porque es un acto de voluntad. Nos integramos soberanamente para construir nuevos modelos de desarrollo al servicio de nuestros pueblos. El Estado Nacional continua pero dentro de un proceso.

Hace unos años el panorama del Cono Sur era de dictaduras. Ahora es un panorama de democracias, con sus problemas, con sus defectos, con sus errores; pero con la condición de que están al servicio de su pueblo y eso es importantísimo: sentirnos hombres libres, es un avance importante.

La construcción de un proceso de integración amplio implica una participación activa de los Estados soberanos, por ejemplo, en temas de educación...
Por supuesto. A la medida que tengamos pueblos educados es que vamos a tener mayores posibilidades y van a tener una mayor comprensión de lo que realmente queremos. Mantengamos la historia que es una bellísima tradición, pero también pongamos énfasis en los lazos comunes que también existen. En el proceso de la construcción, a los héroes no se les preguntaba de dónde era la nacionalidad, a Sucre nadie le dijo ¿usted tiene su pasaporte para entrar? No señor, usted es el libertador, así sucesivamente. Manuelita (Sáenz) era tan importante en Quito como en Bogotá o en Lima. Bueno, vamos a esa sociedad superior.