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Eddy De la Guerra asume la Dirección General Académica con una visión interdisciplinaria

25 de enero, 2021

El primer contacto con textos de tributación fue siendo niña, sentada en la oficina de su padre, esperando a que él terminase de trabajar para compartir tiempo juntos. Así fue el primer acercamiento que tuvo Eddy De la Guerra con la materia tributaria.

Para hablar de cómo ha sido el tránsito, desde una licenciatura de estudios más clásicos de Derecho, Derecho Tributario, y la búsqueda de interdisciplinariedad, De la Guerra se remonta a su infancia. La razón: “la mayor influencia que yo he tenido en mi vida han sido mis padres”.

Su padre, quien fue Jefe de Recaudaciones de Pichincha -en un tiempo en que los títulos de créditos se archivaban de manera física- no gozaba de mucho tiempo libre, puesto que él era el custodio. Por ello, Eddy le iba a ver a su oficina. Esto permitió que construyera una relación especial con su padre, quien además de llevarla a una cafetería cercana para comer pastas (postres), la llevaba a recorrer las obras del parque El Ejido y le contaba de los artistas famosos que conoció, muchos de ellos mexicanos que llegaban a Quito en la época en la que fue Jefe de Control de Espectáculos Públicos. Ella recuerda que, en una de sus salidas, “le conocí a Paloma San Basilio, que estaba ahí en el ascensor del Hotel Colón”.

Las manifestaciones artísticas fueron parte del ambiente que la rodearon desde su infancia. Pasar por el parque El Ejido viendo las exposiciones artísticas, escuchando a su padre hablar de Los Panchos, Los Indianos, los hermanos Solís, Mario Moreno Cantinflas, María Félix así como de las grandes producciones de Hollywood como El Cid, Ben Hur, King Kong, Lo que el viento se llevó, entre otras eran parte de su cotidianidad.

Pero no fue su padre el único que la llevó a la música. Su madre, quien trabajó desde temprana edad y manejaba muy bien el inglés, la introdujo al mundo de la radio, debido a que su trabajo consistía en hacer control de la publicidad. De esta forma, Eddy estuvo familiarizada con el inglés, la publicidad y la música.

“Amor de hombre” de Mocedades es una de las canciones que le traslada a esa época, cuando ella le cantaba esa canción a su padre. Canción que luego se transformaría en su despedida en su fallecimiento en el 2011.

Otra influencia en su vida, es su hermano, quien desde muy temprana edad compartía tiempo con ella mientras disfrutaban de las grandes series animadas de televisión como He-Man, She-Ra, Los Transformers, entre otras.

Todos esos momentos de la niñez despertaron su pasión por la música y el cine. El cine de oro mexicano captó su atención, en especial Pedro Infante, de quien sabe su historia y los mitos que se han construido alrededor de este personaje.

Así, su infancia y su adolescencia entretejieron los intereses por el arte, la música, el cine y lo que poco a poco conocía sobre Derecho Tributario, a través de lo que su padre le explicaba.

Otro de sus intereses es el profundo amor que siente por los animales. Por ello, le horrorizaba cuando su padre le contaba que alguna vez, como jefe de espectáculos públicos, tuvo que prohibir una pelea entre un león y un toro en la Plaza de toros de Quito.

Su vocación era entonces convertirse en veterinaria. Pronto se desanimó al escuchar a un amigo de su hermano relatar que durante los estudios debía llevar animalitos vivos para experimentar con ellos. Así decidió estudiar Derecho para saber más de tributos. Recuerda que su padre decía: “Derecho para que sea doctora”. Luego de haber sido ayudante de cátedra de uno de los profesores más rigurosos de su carrera en la Universidad Central del Ecuador, decidió cursar una maestría en Docencia Universitaria en la Escuela Politécnica del Ejército - ESPE.

A punto de terminar su maestría, a sus manos llegó una convocatoria de la Universidad Andina Simón Bolívar, para estudiar la maestría en Derecho con mención en Derecho Tributario. Su padre -acompañante de su camino- le animó, y juntos se acercaron a la Universidad, donde Consuelo Báez le ofreció la información sobre el programa. Entonces, no hubo más tiempo libre. De lunes a viernes cursaba la maestría en la Andina; los sábados y domingos, la maestría en la ESPE.

“Las dos tesis las hice a la par. Para completar el círculo, para la investigación de la tesis de maestría en docencia, pedí autorización a la Universidad Central para que me dejen investigar ahí”.

Con su tesis de la maestría en docencia determinó que “las metodologías de los docentes más magistrales y tradicionales incidían significativamente en las notas de sus estudiantes, quienes tenían notas más bajas que los estudiantes que recibían clases con docentes más innovadores”. Fue el momento en que las piezas empezaron a juntarse. “En la parte de la innovación a mí se me prendió el foco. Innovación no es solamente tecnología; la innovación también es el arte, la música, y empecé a investigar más sobre cine y derecho, cine y música y llegué al punto actual en el que soy miembro de la Red Iberoamericana de Cine y Derecho. He dado varias ponencias, he escrito varios artículos sobre películas, sobre cine y sobre el cómic”.

Esa quizás fue una de las facetas más conocidas de ella en la Universidad Andina, en donde ya trabajaba como docente, cuando en época de crisis con el gobierno de Rafael Correa, organizó el concurso de Cómic Andino durante la Semana de Bolívar. Entre risas, reconoce que el cómic llegó a su vida a muy temprana edad. Una fotografía es la prueba evidente: Eddy, una bebé de tres o cuatro meses, mira con atención el cómic de Archie que su hermano mayor le lee en voz alta.

Eddy De la Guerra, hoy nueva Directora General Académica de la Universidad Andina Simón Bolívar, camina en la academia entrelazando mundos aparentemente distintos, pero que ella los acerca con una visión interdisciplinaria, desde los puntos comunes: lo humano en sus distintas expresiones.

Su camino académico se consolidó con su Doctorado en Derecho obtenido con la calificación “Sobresaliente-Cum Laude”, en la Universidad Complutense de Madrid. Siendo además la primera mujer ecuatoriana en obtener el título en el programa de Doctorado en Derecho en la Facultad de Derecho Financiero y Tributario de esa universidad.

Su trabajo investigativo le ha llevado a ser ponente en países como Canadá, España, Uruguay, México, Colombia, Argentina entre otros. Y sus artículos se han publicado -en español e inglés- en Brasil, España, México, Perú, y próximamente en Alemania entre otros países.

Su interés por el Derecho Administrativo le ha vinculado a la Asociación Internacional de Derecho Administrativo AIDA, a la Asociación Mexicana de Derecho Administrativo y al Instituto Ecuatoriano de Derecho Administrativo. Sus investigaciones en el ámbito del Derecho Tributario le han permitido su vinculación al Instituto Ecuatoriano de Derecho Tributario, organismo que actualmente preside, y en representación del Ecuador en calidad de relatora nacional al Instituto Latinoamericano de Derecho Tributario.

En 2019 el Municipio de Quito le otorgó el premio José María Velasco Ibarra al mejor libro publicado en el campo del Derecho Público: El deber de contribución al gasto público. Principios que lo informan y derechos del contribuyente.

Con esta experiencia acumulada tanto en el ámbito académico, como en el investigativo a través de la publicación de numerosos artículos y libros, sumada a sus actividades de gestión y coordinación, asume la Dirección General Académica de la Universidad.

De la Guerra dice que “la gestión docente de la Universidad para mí no es ajena; tengo formación académica a través de la maestría en Docencia Universitaria, un programa integral que no era solo para docencia en el aula. Me formé en gestión y gerencia de los centros de educación superior, evaluación y acreditación, investigación entre otros elementos”.

Este conocimiento le ha permitido ser parte del Sub Comité de Evaluación de Interna y, asimismo, diseñar y crear la Casa Andina como un centro de escritura académica y de apoyo tutorial, recogiendo la propuesta inicial del exrector Jaime Breilh Paz y Miño.

Para Eddy De la Guerra, uno de los principales retos es “avanzar en medio de las circunstancias complejas actuales de la pandemia, avanzar en la planificación institucional, retomar la acreditación internacional ante la Comisión Andina de Evaluación y Acreditación, que es el paraguas para la evaluación interna”.

Su estilo interdisciplinario e innovador buscará nuevas herramientas de trabajo con su equipo, fortaleciendo la labor consolidada por su predecesor Álex Remache. “Lo que Álex construyó está bien. La prueba está en la acreditación reciente, y cómo presentamos y aprobamos programas ante el CES, manteniendo una oferta académica amplia, fuerte y competitiva”.

STR