El 30° Congreso Internacional Cine y Derecho desplegó una cuarentena de conferencias durante tres días, en la Universidad Andina Simón Bolívar, entre mesas presenciales y virtuales.

Ponentes de Colombia, Perú, México, Argentina y España discutieron acerca de diferentes temáticas, que exploraron la relación del cine con la subjetividad, los derechos, la interpelación al Estado. Asimismo, la neuroética, los derechos de los niños y la cultura popular.

Las mesas mostraron también el análisis de diversos filmes que se pusieron en diálogo con ramas del Derecho, como la constitucional y procesal; así como con otros campos del conocimiento, como educación, arte, cultura popular, comunicación, historia y memoria.

El congreso también contempló una mesa conformada por exestudiantes del Área de Derecho, quienes hablaron sobre las miradas estéticas de la justicia y el Derecho.

Durante la inauguración de este encuentro internacional, el rector César Montaño Galarza invitó a los participantes a entender el Derecho desde un enfoque social, porque mirarlo a través del cine “es entender el Derecho a su función social a través de instrumentos diferentes a los propios o típicos de la dogmática jurídica”.

Asimismo, José Ramón Narváez, presidente de la Red Iberoamericana de Cine y Derecho y docente de la Universidad Nacional Autónoma de México, mencionó que el cine y los productos culturales ayudan a entender la historia de la sociedad. Por lo cual, las nuevas generaciones deben aprovechar estos recursos para informarse, “porque informándome ejerzo mis derechos, porque informándome participo críticamente de la vida política, de mi sociedad, y porque informándome genero redes y solidaridades”.

La conferencia magistral de apertura estuvo a cargo del rector César Montaño Galarza. En su caso, se remitió a una obra literaria que posteriormente fue llevada al cine, al teatro y a la ópera. Se trata de la novela Michael Kohlhaas, del dramaturgo alemán Heinrich von Kleist. Fue publicada en 1810, y cuenta la historia de un comerciante de caballos que se ve envuelto en una lucha legal y personal después de sufrir una injusticia, según explicó Montaño.

STR