Quito, 26 de febrero de 2010

Muy apreciado amigo:

Al cumplirse 55 años de vida de Radio Tarqui quiero hacerle llegar estas breves palabras que llevan, por un lado el reconocimiento de un quiteño por todo lo que usted y esta radio hicieron por nuestra ciudad, y por otro lado, y el afecto de un amigo.

Los hombres buenos como usted, que construyeron un proyecto ubicado en el corazón de la gente, sensible a sus angustias, a sus tradiciones, a sus afectos y desafectos, tienen siempre ganado un lugar en la memoria y en el cariño colectivo. Quien de nosotros vividos en Quito, quiteños o no, va a olvidar que la Tarqui ha sido parte de nuestra vida. Como no vamos a recordar, por ejemplo, esos sábados deliciosos de la “hora sabrosa”, y la chispa de dos vías, por un lado de los cachistas, pero por otro la suya, mostrándonos con vital frescura el sentido profundo de la sal quiteña.

Fue un 27 de febrero de 1955, que salió al aire Radio Tarqui y un poco después, entiendo, inició su creativa tarea orientadora el Maestro Juanito. Como lo dijera en un programa, yo era un niño entonces, pero me puedo imaginar el impacto que causó en los radio escuchas del Quito, la original presencia de ese maestro zapatero, Don Juanito que, según se me ha dicho, ofrecía informaciones, consejos y reflexiones sobre la vida de Quito y del país, desde su virtual e imaginativo taller artesanal, que irradiaba humor y agudas reflexiones, desde los 990 Kilociclos de amplificación modulada.

Que idea poderosa la de este maestro de la radio, que le permitió acercarse tanto a su pueblo, para respirar con él, para vibrar con sus sueños y necesidades y para labrar desde abajo, la interpretación de las noticias y los hechos políticos.

Todo eso es lo que usted y sus colaboradores están cosechando ahora en esta merecida celebración, que no sólo es un cálido reconocimiento a su trabajo y talento, sino que es también un homenaje a todo el equipo de profesionales y seres humanos de alta calidad que constituyen el personal de esta radio querida.

En fin Don Gustavo, querido amigo, estas sencillas palabras no pretenden otra cosa que expresar a usted, a su familia, y a los compañeros de la radio, nuestras sinceras felicitaciones por todo lo que han logrado y un agradecimiento por darnos la oportunidad de ser parte de la T grande Quito.

Cordialmente,

Jaime Breilh Paz y Miño