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    Conversatorio con el ganador del Premio Alfaguara de Novela 2010

    El Área de Letras de la Universidad Andina Simón Bolívar y el Grupo Santillana invitan al conversatorio con el escritor chileno Hernán Rivera Letelier, ganador del Premio Alfaguara de Novela 2010. El destacado escritor chileno Hernán Rivera Letelier, ganador del […]



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    Organizador:
    2010-06-30
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    El Área de Letras de la Universidad Andina Simón Bolívar y el Grupo Santillana invitan al conversatorio con el escritor chileno Hernán Rivera Letelier, ganador del Premio Alfaguara de Novela 2010.

    El destacado escritor chileno Hernán Rivera Letelier, ganador del Premio Alfaguara de novela 2010 con El arte de la resurrección, mantendrá un diálogo amplio con la crítica y la docente ecuatoriana Alicia Ortega Caicedo, en torno a su obra, su experiencia con la escritura y su visión sobre la narrativa chilena y latinoamericana actual.

    El arte de la resurrección fue presentada al concurso Alfaguara con el seudónimo de Manuel Madero; certamen al que llegaron más de 500 obras procedentes de varios países de Hispanoamérica. El jurado estuvo presidido por el español Manuel Vicent e integrado por los escritores: Soledad Puértolas, Gerardo Herrero, Juan Miguel Salvador, Juan Gabriel Vásquez y Juan González. En su veredicto, destacó el jurado, que “ambientada en el desierto de Chile en las primeras décadas del siglo XX, la novela narra las andanzas de un iluminado, el Cristo de Elqui. El Jurado ha valorado el aliento y la fuerza narrativa de la novela, así como la creación de una geografía personal a través del humor, el surrealismo y la tragedia”.

    El autor de El arte de la resurrección

    Hernán Rivera Letelier nació en Talca, Chile, en 1950. Durante el día trabajaba en una mina, pero por las noches tenía una actividad que no se la confiaba a nadie: escribir poesía. Una rutina que luego de 30 años concluyó cuando, animado por un médico que laboraba en el campamento minero, decide enviar sus textos a concursos literarios que en varias ocasiones ganó.

    Su novela La Reina Isabel cantaba rancheras fue premiada por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura 1994, y es una de las obras literarias de más vasta difusión de la narrativa chilena reciente. El mismo Consejo premió dos años después Himno del ángel parado en una pata. A estos títulos le siguieron: Fatamorgana de amor con banda de música (1998), Premio Municipal de Novela; el libro de cuentos Donde mueren los valientes (1999); Los trenes se van al purgatorio (2000); Santa María de las flores negras (2002); Canción para caminar sobre las aguas (2004), Romance del duende que me escribe las novelas (2005), El fantasista (2006), Mi nombre es Malarrosa (2008) y La contadora de películas (2009). Todas han sido reeditadas varias veces en Chile, Argentina, México y España, y sus traducciones publicadas en Francia, Italia, Alemania, Grecia, Brasil, Portugal y Turquía. En 2001, Rivera Letelier fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras por el Ministerio de Cultura de Francia.

    Una novela de magias
    El arte de la resurrección es “la historia de la segunda venida de Cristo, durante la primera mitad del siglo XX, a los perdidos territorios de las salitreras chilenas”. Se trata de una original novela, que mezcla la crónica histórica y social (muy cercana a la tragedia de Santa María de Iquique) con poderosos elementos del realismo mágico. Su fuerza está en sus personajes; sobre todo, en el Cristo que recuerda a otros de Valle Inclán, García Márquez o Vargas Llosa. Lo mejor es que la historia de Domingo Zárate se lee con la fascinación y la facilidad de las leyendas de la infancia.

    En 1942, Domingo Zárate Vera, más conocido como el Cristo de Elqui, un vagabundo que se cree la reencarnación de Cristo y que desde los treinta y tres años lleva diez predicando porx las tierras chilenas, se entera de que en una de las oficinas salitreras vive una prostituta que siente veneración por la Virgen del Carmen y a la que sus clientes consideran una verdadera creyente, Magdalena Mercado. Domingo, que ya ha tenido una serie de discípulas-amantes, va en busca de ella para convencerla de que le acompañe en su sagrada misión de advertir a las gentes de la inminente llegada del fin del mundo.