La Asociación de Docentes cuenta con una nueva directiva, que asume sus funciones en contexto de pandemia. El equipo que ahora estará al frente de este gremio está conformado por Pablo Ospina, en calidad de presidente; Elsa Guerra, como primera vocal; Melissa Moreano, como segunda vocal; Álex Remache, como tesorero; y Edison Paredes como secretario.

A propósito, presentamos una breve entrevista con Pablo Ospina, su presidente.

¿Cuáles son los temas más importantes de atender en la Asociación de Docentes?

Estamos viviendo una época de grandes desafíos y cambios. No es solo la pandemia y cómo ha transformado el contexto en el que vivimos, los modos de relacionarnos, el mayor peso de los medios remotos de interacción y de trabajo. Se replantean también las formas y herramientas de la tarea educativa y de la investigación.

Nuestras responsabilidades con la sociedad, especialmente con quienes nuestro sistema social excluye de la educación superior, se vuelven más apremiantes. Esto ocurre justo cuando estamos reformando nuestro estatuto universitario, nuestro modo de relación con el sistema andino de integración, y cuando estamos embarcados en un proceso de actualización de nuestras normas internas de funcionamiento.

No solo es una oportunidad, sino una necesidad imperiosa, el replantearnos nuestra estructura institucional, nuestra cultura organizativa, la forma de cubrir nuestras prioridades, precisamente para que seamos más eficientes, más equitativos en la distribución de tareas, más deliberantes y democráticos en el cumplimiento de nuestros deberes con la sociedad. En el marco de esos desafíos financieros, académicos y éticos que nos impone la coyuntura, la Asociación de Docentes quiere ofrecer un canal adicional para un debate franco, amplio y bien informado sobre las opciones que tenemos delante.

¿Cuáles son, en este contexto, las primeras tareas que se plantea la Asociación?

Estamos trabajando los lineamientos principales de las metas concretas que nos planteamos para los siguientes dos años para discutirlos con las personas agremiadas, de manera que sean una propuesta ampliamente discutida.

¿Qué tipo de actividades, requerimientos deben encontrar nuevas modalidades por la pandemia?

Lo que más sufre en este extraño contexto actual es la calidad de nuestra interacción social. No podemos abrazarnos, encontrarnos casualmente en el café o en el almuerzo, aprovechar la co-presencia física para hablar con el cuerpo y no solo con la palabra.

También estamos más presionados, con más trabajo, sometidos a mayor estrés, mezclando sin saber bien cómo separar mejor los espacios y los momentos de la vida laboral y de la vida familiar.
En ese contexto, debemos ser prudentes con las convocatorias, los eventos, los debates, porque todos estamos cansados. Pero creo que si hacemos debates que avancen definiciones más precisas, que ayuden a ubicar más concretamente nuestras opciones de política institucional, y que los participantes sientan que esos encuentros virtuales fueron realmente útiles y que caminamos en una dirección clara, entonces lograremos aportar nuestro grano de arena al manejo institucional en estos tiempos turbulentos e inciertos.

STR