Con una Casa Abierta, la primera promoción de la Maestría en Archivística y Sistemas de Gestión Documental, del Área de Historia de la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, cerró su fase presencial.

Son 19 profesionales en distintas ramas quienes le apostaron al estudio profundo de esta carrera que tiene como fin proteger y construir la memoria social. Y fueron ellos quienes organizaron la actividad con el objetivo de mostrar al público la importancia de conservar adecuadamente la documentación.

Quienes recorrieron el salón Olmedo, donde se realizó el encuentro, pudieron mirar el “ciclo de vida” técnicamente necesario para la custodia de expedientes que se resume en cuatro fases: tratamiento técnico, depósito documental, conservación y digitalización.

Natasha Sanmartín Monteros, representante del curso, enfatizó en la necesidad de que las instituciones públicas y privadas manejen profesionalmente sus registros, no solo a nivel administrativo sino histórico, cultural, sociológico... “Los archivos no son depósitos de cajas viejas, como generalmente se los utiliza; son espacios donde las personas encontramos información primordial”. Sanmartín reflexionó al respecto: “por ejemplo, cuán necesarios se vuelven los documentos cuando se investigan casos de violaciones a los derechos humanos, o cuando necesitamos recuperar la historia de un pueblo o de una ciudad devastada por un fenómeno natural, como ocurrió en Manabí, el 16 de abril pasado”.

Para Sanmartín, quien tiene un título de pregrado en conservación de documentos, la maestría en la Universidad Andina le ha permitido ahondar más en el tema que le apasiona y comprender de mejor manera el asunto de los sistemas de archivo y la gestión documental. “La mayoría de nuestros profesores fueron extranjeros y eso es fabuloso porque nos permite tener otra mirada y saber que en nuestro país hay mucho por hacer en este campo”.

Jaime Breilh, rector de la institución, quien asistió al encuentro, lo calificó como un “enorme acierto porque de esta forma es posible palpar la incidencia que tiene la teoría en la práctica”.

Breilh quien propugna una “investigación aterrizada”, es decir, que salga de las aulas para servir a la sociedad, destacó el hecho de que “aquí se está generando una herramienta de la protección de la memoria que es un elemento fundamental en la construcción de las sociedades”.

La maestría en archivística y sistemas de gestión documental es única no solo en el país sino en la región y por ello, dijo Breilh, “es vital que continuemos manteniéndola”.

La formación de quienes asisten a la Maestría que ofrece la Universidad es interdisciplinaria y estrechamente relacionada con la historia, la gestión, el patrimonio y la tecnología.

María Augusta Vargas, delegada de la viceministra de Cultura y Patrimonio, Andrea Nina, dijo que “las instituciones públicas y privadas tienen en la Universidad Andina Simón Bolívar la oportunidad de formar a su gente para mantener adecuadamente los documentos”.

Para la funcionaria “la Universidad está llenando ese vacío que ha existido en la formación profesional en archivística y es un compromiso de todos propiciar el diálogo, los acuerdos, la búsqueda de los apoyos que sean necesarios para que la formación profesional de las personas que manejan los archivos se concrete”.

“La documentación que reposa en los archivos es esencial para el académico que acude a ellos con la intención de construir o reconstruir los relatos históricos. Pero, también son importantes para todos los ciudadanos pues todos requerimos de la documentación archivística por muchas razones, desde el conocer acerca de los planes de inversión de nuestros países hasta cuestiones de orden personal como la necesidad de defensa de un proceso judicial o el hecho de comprobar o constatar nuestra nacionalidad”, afirmó Rocío Rueda, directora del área de Historia de la Universidad Andina, durante su discurso. En su alocución destacó la relevancia de los archivos y la visión renovada de ellos que se ha otorgado en esta Maestría para “garantizar el acceso de los ciudadanos a su patrimonio documental”.

“Al contar con repositorios profesionales estaremos contribuyendo a generar conocimiento que permitirá que los documentos cobren significado para la comunidad y fortalezcan la identidad nacional”, finalizó.