Archival City [Ciudad Archivo] es un proyecto de investigación interdisciplinario y global sobre la ciudad del mañana concebido por la Universidad Gustave Eiffel de París. Se propone visibilizar la importancia de los archivos como lugares de memoria y como fuentes imprescindibles de información para entender el presente e imaginar el futuro de las urbes. Entre las ciudades que serán estudiadas por este proyecto se encuentra Quito, junto a otras cinco urbes del mundo. Un grupo de profesores y estudiantes vinculados al programa de Doctorado en Historia de la Universidad Andina Simón Bolívar forman parte de esta novedosa investigación.

Según explica Guillermo Bustos, docente del Área de Historia y coordinador del grupo en la Universidad Andina, “no se puede pensar la ciudad del futuro, divorciada o al margen de su experiencia histórica”.

Los gestores del proyecto en la Universidad Eiffel seleccionaron seis ciudades en el mundo, mediante un proceso de discusión entre expertos sobre diferentes latitudes.

Así, en el caso de Oriente Medio se escogió la ciudad de Jerusalén. En Europa, se incluyó a Bolonia y París. En cuanto a América Latina, “la discusión estaba entre México, Lima, Bogotá y Quito. El historiador Georges Lomné, docente en la Universidad Eiffel y profesor invitado en nuestro programa de doctorado en Historia Latinoamericana, formó parte de este comité y argumentó en favor de la ciudad de Quito. Uno de los puntos … que terminó prevaleciendo … fue que Quito conserva archivos desde el siglo XVI en adelante”.

El proyecto de investigación busca revalorizar la información que trae la huella del pasado, con el fin de construir un puente que permita “conocer … y … reflexionar, sobre cómo las ciudades han llegado a ser lo que son …”, explica Bustos.

En Quito, además del grupo de investigadores de la Universidad Andina, también se organizaron sendos equipos en FLACSO y en la USFQ, coordinados por los historiadores Eduardo Kingman y Carlos Espinosa, respectivamente.

A inicios de marzo del año en curso, los profesores e investigadores franceses, Vincent Lemire (director del proyecto), Yann Potin, Georges Lomné y Anne-Rose de Fontainieu, visitaron Quito para mantener reuniones con los grupos de investigadores locales. Precisamente, la Universidad Andina fue el escenario de la primera reunión. Al mismo tiempo, visitaron diferentes repositorios históricos de la ciudad.

En vísperas del inicio del confinamiento, en Francia se aprobó la propuesta presentada por los investigadores de Quito, oficializando su participación en el proyecto, el cual empezó a trabajar durante el último trimestre del año en curso.

El grupo de la Universidad Andina elaboró su propuesta en torno a mutaciones urbanas, semánticas históricas y lugares de memoria social, cubriendo un lapso entre finales del siglo XIX y 1980. Los aspectos que se examinarán son cinco:

• La problemática de salvaguarda de los archivos vulnerables;
• La ciudad y su pasado medioambiental;
• Las mutaciones del espacio urbano;
• Las dinámicas de resiliencia étnica;
• Semánticas históricas: el patrimonio y la ciudad archivo.

La ejecución de este proyecto precisa de una labor investigativa en archivos y bibliotecas. Guillermo Bustos señala la existencia de graves deficiencias en este ámbito. El manejo de los archivos históricos y las bibliotecas de libros antiguos está severamente aquejado por la ausencia de políticas públicas que procuren la salvaguarda técnica de estos bienes, así como la garantía de acceso a su consulta.

Según este mismo docente, un lamentable ejemplo de negligencia y manoseo político constituye la arbitraria e inconveniente decisión del Ministerio de Cultura de trasladar los bienes culturales alojados en el Edificio Aranjuez al edificio que se construyó para la UNASUR, en la Mitad del mundo. Los repositorios documentales y las importantísimas colecciones bibliográficas, como los fondos Jacinto Jijón y Caamaño y/o Isaac J. Barrera, han permanecido inaccesibles desde hace un año. Desoyendo la voz de la Coalición Interuniversitaria, integrada por docentes, estudiantes, investigadores, archiveros, museólogos, hasta el momento no se ha enmendado el irresponsable manejo de estos bienes culturales.

STR