El Ecuador atraviesa un período de crisis que se manifiesta, especialmente, en los ámbitos social, económico y político; esto es producto del ejercicio recurrente y de largo aliento de acciones y circunstancias que han afectado enormemente a la institucionalidad, al desarrollo del país en su conjunto, así como a la imagen internacional. Ahora mismo, se hacen esfuerzos para impulsar una transición que permita la vigencia plena del orden constitucional y democrático, sin embargo, este proceso adolece de dificultades para concretarse.

Los penosos hechos sucedidos hace pocos días son, precisamente, consecuencia de la época crítica que vivimos, estos se generaron a raíz de la adopción de medidas encaminadas a enfrentar la difícil situación fiscal, lo que causó reacción de diversos sectores y organizaciones sociales, especialmente de indígenas y trabajadores, quienes se movilizaron a nivel nacional en defensa de sus derechos. Según el ordenamiento jurídico del Ecuador, la protesta social y la resistencia, sin violencia, son acciones legítimas para reivindicar derechos.

Movilización social y jornadas de lucha se llevaron a cabo por varios días, pero aquellas fueron opacadas por diversas y sistemáticas manifestaciones de violencia, atribuible no solamente en algunos casos a la fuerza pública, sino también, a grupos e individuos enfocados en generar caos y destrucción por medio de actos vandálicos de diverso alcance, lo que ha generado consecuencias graves, entre ellas: pérdida de vidas humanas, violación de derechos, daños cuantiosos a la propiedad pública y privada, paralización del sistema productivo. En suma, el país y los ciudadanos hemos perdido.

Esta Casa de Estudios con la participación solidaria de los estamentos de docentes, estudiantes, funcionarios y trabajadores, desplegó sus esfuerzos para brindar ayuda humanitaria a hermanos indígenas, en especial a mujeres y niños movilizados hacia la capital en el marco de las jornadas de protesta efectuadas. Con esta acción en defensa de los derechos, la Universidad cumplió parte del papel que por su naturaleza le corresponde desempeñar.

La institución universitaria, ésta en particular, responde y se debe a la sociedad, por lo que fieles a nuestra misión y vocación orientadora desde la educación superior, rechazamos los actos acaecidos en los últimos días, en especial, aquellos que violentaron derechos de las personas, los que han puesto en riesgo la estabilidad del régimen democrático y del Estado de Derecho, afectando de esta manera la paz necesaria para el progreso social. Fiel a su historia y principios la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador plantea la necesidad de la observancia de los derechos humanos, la justicia social, la igualdad, participación ciudadana y el respeto a las diferencias como marco para la solución de conflictos y encausamiento de las legítimas demandas de los pueblos.

La coyuntura reciente ha dejado a la sociedad consternada y sin propuestas, en esta coyuntura las instituciones universitarias, junto con los diversos actores sociales, debemos asumir la tarea de reflexionar y evaluar las distintas dimensiones de la crisis con la finalidad de encontrar salidas que nos lleven a una cultura de paz duradera. En esta dirección convocamos urgentemente a toda la sociedad y sus instituciones a generar las condiciones propicias para decantar propuestas académicas, de investigación y de vinculación, sobre todo, con el fin de superar la crisis, reivindicar derechos, fortalecer la democracia, erradicar el racismo y la violencia, alcanzar la justicia, terminar con la corrupción, instaurar una cultura de diálogo.

Quito, 21 de octubre de 2019

 

Por el Comité de Coordinación Académica:

 

César Montaño Galarza Rector Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador

Virginia Alta Perugachi Secretaria General Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador