Hoy miércoles 22 de mayo del 2013 nos ha llegado la noticia de tu partida. Estamos conmocionados querido hermano y respetado compañero Mariano Noriega.

Habrá mucho que hacer para difundir tu obra y tus ideas acerca de la pasión que te acompañó toda la vida: el derecho a la salud de los trabajadores; pero habrá también que recrear a tu nombre tu sueño de una nueva patria latinoamericana.

No sólo te recordaremos en el laboratorio de salud en el trabajo de la UAM, ni en tus confrontaciones para defender la salud colectiva, sino que recordaremos tu fino y mexicanísimo humor, con la música de fondo de esos corridos que te apasionaban.

Nos comprometemos a rendir un homenaje a tu lucha, y más aun lo hacemos en estos tiempos de renuncia, que domestican el alma de los trabajadores de la ciencia. Labraremos la memoria de tus contribuciones a la forja del movimieto latinoamericano de medicina social. Pero igualmente recrearemos la memoria de ti, como un hombre de inmensa calidad humana, como un científico profundamente comprometido con la lucha por la salud en el trabajo -un campo que contribuiste a forjar- y sobretodo, como ese hermano y amigo entrañable que nos regaló el calor de una amistad, repartida con esa generosidad que te marcó,  en inolvidables jornadas del más intenso y gratificante gozo, que supiste alimentar con esa legítima y casi inegua generosidad. Jamás olvidaremos, Mariano querido, tus lecciones de hombre de bien, tu temperamento apacible, pero también de tu firmeza insobornable para confrontar a los canallas que quieren hacer del trabajo un espacio de explotación, sufrimiento y enfermedad. 

Con los compañeros de este rincón de los Andes, y con mi familia que tanto te ha querido,  nos encargaremos de que las nuevas generaciones conozcan tu transparente y bella memoria.

Con un hasta pronto se despide tu cuate del alma, tu hermano ecuatoriano, o el "pinche guey" como me apodaste.