Por Enrique Ayala Mora

Julio Garret Ayllón fue un hombre público boliviano de larga y diversa trayectoria. Participó en la política por más de medio siglo y llegó a ejercer las más altas posiciones, como senador, canciller, embajador, presidente del Senado y del Congreso, vicepresidente de la República y jefe de estado encargado. En su dilatada trayectoria política, sobre todo se empeñó en buscar consensos, superar conflictos y servir a su nativa Chuquisaca.

Uno de los aspectos más destacados de su acción pública, fue la gestión académica. Fue un dinámico rector de la Universidad de Oruro, pero sobre todo debe ser recordado como el gran impulsor de la Universidad Andina Simón Bolívar, a la que dedicó sus mayores esfuerzos desde 1976, cuando ejerció la presidencia del Parlamento Andino.

Cuando la universidad se puso en funcionamiento, logró que la Sede Central se estableciera en Sucre y comenzó la tarea de montar sus primeros programas. Por varios años fue presidente de la Comisión directiva y luego fue designado rector. Promovió su desarrollo en Sucre y La Paz e impulsó la creación de la Sede Ecuador de la institución. Con un breve paréntesis en que fue embajador, ejerció más de tres décadas la dirección de la universidad, venciendo grandes dificultades y manteniendo el proyecto contra muchos peligros.

Apasionado de la integración y la unidad de los países andinos, dirigió la universidad enfatizando siempre su carácter de organismo internacional y con el tiempo logró que fuera incorporada al sistema integracionista, consiguiendo su institucionalización definitiva.

La muerte de Julio Garret debe ser la ocasión para que reciba el tributo de su tierra, de su patria, de la Comunidad Andina y sobre todo de la Universidad, que impulsó con tanta fe y empeño.

Quito, marzo 19, 2018