Autor: Luis Enríquez (Coordinador del Observatorio de ciberderechos y tecnosociedad de la Universidad Andina Simón Bolívar)

La justicia predictiva puede definirse como “los instrumentos de análisis que permiten predecir las decisiones futuras de litigios, a partir del análisis de litigios similares” (Dondéro 2017). Para lograr predecir las decisiones judiciales futuras, es necesario estudiar las decisiones judiciales del pasado, parametrizando su argumentación, generando sets de datos y aplicando modelos de aprendizaje automático que nos permitan proyectar con la mayor certeza posible, el resultado de una disputa legal. Los orígenes de la justicia predictiva se remontan a la disciplina de la “jurimetría” (Weiner, 1948), como el estudio cuantitativo y empírico del derecho. Este término evoluciona al de “juricibernética” (Lossano, 1971), teniendo tres pilares como base: 1) el estudio cuantitativo de precedentes jurídicos ; 2) La indexación de datos jurídicos ; 3) La teoría juricibernética de los modelos para el desarrollo de estructura jurídicas.

En la actualidad, la tecnología legal (legaltech) reposa metodológica y técnicamente sobre metodologías de la inteligencia artificial como el aprendizaje automático (machine learning), aprendizaje profundo (deep learning) y el aprendizaje de refuerzo (reinforcement learning). Estos modelos nos sirven para educar a los sistemas de información en base a los datos de precedentes jurídicos, leyes y doctrina, para convertirlos en sistemas inteligentes que puedan tomar decisiones por sí mismos. Las interrogantes más relevantes en la utilización de las metodologías de la inteligencia artificial como ayuda para el ejercicio profesional del derecho son: 1) ¿Tengo un caso? ; 2) ¿Qué porcentaje de probabilidad de éxito tengo? ; 3) ¿Cuánto me va a costar? (Katz, 2018). Sin embargo, en el área de las decisiones judiciales, las preguntas pertinentes son: 1) ¿Qué probabilidades tiene el acusado de ser culpable o inocente? ; 2) ¿Cuál es la pena justa para el delito cometido? ¿Cuál es la sanción pecuniaria adecuada?

La justicia predictiva presenta aspectos positivos pero también algunas controversias. Por un lado, puede mejorar enormemente la eficiencia de los trámites judiciales, y mejorar la calidad de sentencias emitidas por jueces. La inteligencia artificial puede ser el mejor asistente de los jueces, pues les permite observar de manera transparante y estadística los precedentes más importantes relacionados a un caso, y muchas de sus variables. Sin embargo, también existen desafíos, como la posibilidad de que existan precedentes jurídicos de baja calidad. Por ello, es necesario no sólo analizar las causas de un precedente jurídico a partir de sus consecuencias, sino también la calidad de las sentencias a la luz no sólo de la jurisprudencia, sino también de la ley y la doctrina.

Las controversias más grandes para la implementación de sistemas de justicia predictiva son morales y éticas. Mientras en países como Estonia, los jueces robot están muy cerca de convertirse en reales, otros continuan desmereciendo los avances tecnológicos en función de la posible falta de transparencia algorítmica de los sistemas inteligentes. Ante ello, cabe aclarar que los sistemas inteligentes no tienen “sesgo”, a menos que sean educados para tenerlo. Esto se soluciona con auditorías de integridad de los sets de datos y las librerías de software utilizadas para el aprendizaje. En esa línea, incluso podríamos llegar a pensar que en países con altos grados de corrupción o adoctrinamiento religioso, las personas podrían preferir ser juzgadas por un juez robot y no por un juez humano.

Sin embargo, no queda descartado que el sesgo como característica intrínseca de los humanos, pueda ser reproducido en las máquinas. Al mismo tiempo, la justicia predictiva podría tener un impacto muy positivo en la aceleración y transparencia de litigios. Es muy necesaria la investigación en este campo emergente del derecho. Por ello, invitamos a todos quienes quieran contribuir o ampliar sus connocimientos, a unirse al laboratorio de “justicia predictiva” que inaguraremos este mes de Enero del 2022. Pueden escribirnos a ciberderechos@uasb.edu.ec